¡Qué calor, qué calor en la ciudad!

¡Qué calor, qué calor en la ciudad!

Una frase que se repite desde hace años con la llegada de cada verano en Tucumán.

TEMPERATURA RÉCORD. A los largo de los años el calor dejó su marca en Tucumán. En 1935 noviembre se presentó con 40,8°. En 1942 (derecha, arriba) los termómetros llegaron a 40°.El fin de semana pasado la sensación térmica trepó a 47°. TEMPERATURA RÉCORD. A los largo de los años el calor dejó su marca en Tucumán. En 1935 noviembre se presentó con 40,8°. En 1942 (derecha, arriba) los termómetros llegaron a 40°.El fin de semana pasado la sensación térmica trepó a 47°.
08 Enero 2017
“¡Qué calor en la ciudad, qué calor, qué calor! Es imposible de aguantar”. Así comenzaba la recordada canción “Calor”, escrita por nuestro comprovinciano Ramón “Palito” Ortega hace largo tiempo. Destacaba además: “la ropa llega a molestar”, “el viento no quiere soplar” o “las calles llegan a quemar”; frases que se repiten desde hace años con la llegada de cada verano.

En 1927

Hace 90 años los tucumanos enfrentaban las altas temperaturas de enero de igual manera que lo hacemos hoy en el “Jardín de la República”. Según la crónica publicada el 9 de enero de 1927 bajo el título “El calor”, la máxima había alcanzado los 39,3° y seguía así: el día excepcionalmente caluroso hizo pensar a los sufridos habitantes de nuestra ciudad que la columna mercurial había subido de los cuarenta grados.

Por aquellos años el concepto de sensación térmica no estaba impuesto pero los tucumanos sentían que había hecho más calor del que marcaban los termómetros. El cronista aseguraba: no hemos llegado a experimentar en todo su rigor la maravilla canicular de nuestra ciudad. Esperaba, como lo hacemos en la actualidad, una alivio desde el cielo. Si una lluvia providencial no nos refresca a tiempo, entraremos en breve en el período de la “liquidación” de nuestras pobres humanidades.

El calor siguió martirizando a Tucumán aquel año. Eran tan duras las jornadas que unos días después, en la sección “Escenas de la calle”, LA GACETA manifestaba: si Dios no lo remedia, imponiendo al abusivo Febo un poco de tranquilidad y moderación en sus furias, que se han desatado contra la humanidad tucumana, corremos el peligro de derretirnos. Y agregaba que no había forma de despertar la actividad, el cuerpo enervado pide descansar, tenderse frente a la caricia alborotada de un ventilador.

El calor era el protagonista del verano de 1927, pero en los años posteriores las temperaturas máximas crecieron y fueron batiendo rércords.

En 1942

Diciembre llegó con valores muy altos, hasta que el 21 los termómetros alcanzaron una marca inolvidable: 41° de máxima. En los días previos las temperaturas habían picado cerca, con valores que rondaban los 38° o 39°. El calor, la humedad y la nubosidad variable también se presentaban como parte importante de aquellos días ajetreados de fin de año y en los cuales el público se volcaba –al igual que hoy- a realizar las compras para los festejos, tarea que al parecer se tornaba agobiante.

En 2011

Mucho más acá en el calendario, en 2011, la temperatura llegó a 42,7° dejando atrás todos los valores previos y marcando un récord de récords. Nuestras páginas lo reflejaron bajo el título “Tucumán registró una máxima histórica”. Los días subsiguientes se presentaron con valores iguales a 40°. Fueron jornadas sencillamente infernales.

En 2017

El pasado domingo la temperatura alcanzó 39°, pero la sensación térmica fue de 47°. Tales valores fueron reflejados en la primera edición de LA GACETA de 2017, con el título “El Cadillal ayudó a mitigar los 47° de sensación térmica”. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, la temperatura máxima registrada ayer fue 39° y la sensación térmica rozó los 47°. Las caravanas se movilizaron desde temprano a El Cadillal: 4.000 vehículo habían cruzado el arco entre las 9 y las 19. La playa y los complejos con piletas se vieron desbordados. Todos huyeron del calor, pero también de los cortes de luz -que afectaron numerosos barrios tucumanos- y de agua.

Un 1935 extraño

Las temperaturas altísimas se presentan durante la temporada veraniega, principalmente entre diciembre y enero. Pero en 1935 fue noviembre el mes caracterizado por las temperaturas desusadas. LA GACETA presentó el tema en la tapa del 2 de noviembre bajo el titular “Se registró ayer una temperatura poco común”. Sobre la foto que ilustraba la noticia se presentaba el valor de 40,8°. El periodista destacaba: “ha sido un día de temperatura tan elevada que sus efectos se hicieron notar en forma desacostumbrada sobre la población que había venido desarrollando sus actividades dentro de un clima hasta cierto punto apacible. El termómetro subió repentinamente más arriba de los cuarenta grados anunciando en forma brusca el arribo de la época estival”. Temperatura llamativas para la primavera que todavía marcaban las hojas del almanaque.

* Las itálicas corresponden a citas textuales de LA GACETA.

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