23 Diciembre 2016
FOTO DE INFOBAE.COM
SALTA.- El sacerdote Agustín Rosa, acusado de abuso sexual, opinó que las denuncias en su contra forman parte de una persecución de personas de la Iglesia, aunque aseguró que no conoce el fin, tras declarar en la fiscalía.
Rosa, que fundó el instituto religioso Discípulos de San Juan Bautista y fue denunciado por abuso sexual, quedó imputado por la Justicia salteña acusado de abuso sexual gravemente ultrajante por su condición de clérigo.
Rosa había sido detenido el miércoles en su residencia de Finca La Cruz, y luego trasladado a una clínica privada, donde quedó internado con custodia policial por padecer diabetes, hipertensión y problemas cardíacos.
La detención fue un pedido de la fiscal penal Luján Sodero a la jueza de Garantías 1, Ada Zunino, en el marco de la causa por abuso sexual iniciada en contra del sacerdote. La jueza hizo lugar a la solicitud de la fiscal, que integra la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, por lo que efectivos policiales procedieron a la detención del cura, denunciado ante la justicia por dos miembros de la comunidad religiosa que él mismo fundó en 1996.
"Es una persecución, pero no entiendo el fin o el objetivo", manifestó Rosa, en un breve contacto que mantuvo con la prensa luego de declarar en la Fiscalía, tras lo que consideró que se trata de personas, no de congregaciones, y de un tema interno de la iglesia.
El sacerdote, que fundó el instituto religioso Discípulos de San Juan Bautista, fue denunciado por abuso sexual, junto a su par Nicolás Parma.
La jueza de Garantías 1, Ada Zunino, encabezó la audiencia de control de la detención de Rosa, quien quedó acusado provisionalmente del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración y por ser ministro de culto reconocido.
El cura dijo conocer a los denunciantes, que son el ex novicio Yair Gyurkovitz, de 21 años, y la ex monja Valeria Zarsa, quien era la mano derecha de Rosa en el instituto, fundado en 1996, y los hechos de los que se lo acusan ocurrieron entre 2009 y 2013. (Télam)
Rosa, que fundó el instituto religioso Discípulos de San Juan Bautista y fue denunciado por abuso sexual, quedó imputado por la Justicia salteña acusado de abuso sexual gravemente ultrajante por su condición de clérigo.
Rosa había sido detenido el miércoles en su residencia de Finca La Cruz, y luego trasladado a una clínica privada, donde quedó internado con custodia policial por padecer diabetes, hipertensión y problemas cardíacos.
La detención fue un pedido de la fiscal penal Luján Sodero a la jueza de Garantías 1, Ada Zunino, en el marco de la causa por abuso sexual iniciada en contra del sacerdote. La jueza hizo lugar a la solicitud de la fiscal, que integra la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, por lo que efectivos policiales procedieron a la detención del cura, denunciado ante la justicia por dos miembros de la comunidad religiosa que él mismo fundó en 1996.
"Es una persecución, pero no entiendo el fin o el objetivo", manifestó Rosa, en un breve contacto que mantuvo con la prensa luego de declarar en la Fiscalía, tras lo que consideró que se trata de personas, no de congregaciones, y de un tema interno de la iglesia.
El sacerdote, que fundó el instituto religioso Discípulos de San Juan Bautista, fue denunciado por abuso sexual, junto a su par Nicolás Parma.
La jueza de Garantías 1, Ada Zunino, encabezó la audiencia de control de la detención de Rosa, quien quedó acusado provisionalmente del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración y por ser ministro de culto reconocido.
El cura dijo conocer a los denunciantes, que son el ex novicio Yair Gyurkovitz, de 21 años, y la ex monja Valeria Zarsa, quien era la mano derecha de Rosa en el instituto, fundado en 1996, y los hechos de los que se lo acusan ocurrieron entre 2009 y 2013. (Télam)
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