Por Roberto Delgado
17 Diciembre 2016
La UNT llega a las fiestas ardida en el infierno de la asfixia financiera, sin saber cómo pagar el aguinaldo ni si habrá bono navideño y con la espantosa descripción de estar abajo de todas las universidades del país, económicamente hablando. “De lejos, es la que peor está”, la sacudió en octubre Diego Marías, jefe de Gabinete del Ministerio de Educación de la Nación. Este fin de semana se sabrá si habrá un salvavidas y eso depende de una pulseada interna en Buenos Aires. El martes habría una respuesta.
La lectura política de que el video electoral del año pasado en el que la rectora Alicia Bardón apoyaba al candidato del PJ Daniel Scioli no explica la profundidad de la crisis, aunque sí permite ver las duras amonestaciones de los funcionarios nacionales. Entre Marías y Mario Gimelli, jefe de Gabinete de Políticas Universitarias, se encargaron de marcar los puntos. “El apoyo nuestro va a estar condicionado al apoyo que las propias autoridades hagan”, dijo Gimelli a mediados de noviembre, cuando vino con un equipo de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de la Nación para monitorear el déficit universitario, calculado en $ 360 millones para este año, que cuadruplica el de otras universidades, segun Marías. Las cifras son estimadas porque no hay claridades, al menos en lo que se transmite públicamente. En noviembre el Consejo Superior rechazó el balance 2015 porque faltaba la explicación de los movimientos de dinero del 50% del presupuesto. Los funcionarios dijeron que el problema es que varias unidades académicas carecen del sistema de registro, llamado SIU Pilagá, por lo que no se pueden conocer las cifras. La Unidad de Auditoría Interna había señalado varios puntos flojos como “vales de caja” del Rectorado por más de $ 3,8 millones y el registro de los movimientos de fondos realizados por Secretaría de Proyectos Nacionales de Inclusión y Desarrollo (que fue desarmada), que manejaban miembros de La Cámpora. El Consejo Superior, que en agosto había prorrogado para noviembre el estudio del balance, se dio con la sorpresa de que todos esos gastos -los claros, los desconocidos, los caóticos y los confusos- habían sido enviados a la Nación y aprobados en julio. Nadie entendía nada.
Desmanejo de la residencia
El año del Bicentenario fue pésimo para la UNT, además, por los escándalos que estallaron por varias puntas. El de la entrega de favor de las casas de la Residencia Universitaria de Horco Molle fue uno de los más llamativos. La mitad de los residentes no pagaban alquiler y una auditoría ignorada de 2014 había señalado las anomalías. Se supo que había funcionarios y docentes universitarios, un sindicalista, un camarista federal, un consejero superior y profesionales que habían recibido de favor las casas. Para julio fue separado el director de la residencia, Ricardo Krebs. La situación mostró un desmanejo de años en la administración de las casas y reglamentaciones confusas que lo permitían. Las miradas se posaron en el Rectorado, que tenía poder de decisión sobre la adjudicación de las casas.
Los segundos regalados
Un mes después explotó el escándalo de Canal 10, cuando se supo de la emisión de 71.656 segundos de propaganda a favor del PJ en agosto de 2015, que no tenían orden de publicidad y que luego no fueron facturados. Los representantes de la UNT en el Canal fueron cambiados, así como el representante de la Provincia, Alejandro Laurnagaray, sospechado como el responsable de la irregularidad. Como el video a favor de Scioli, Canal 10 puso en evidencia, por lo menos, la falta de imparcialidad de la conducción de Bardón.
Acoso y descomposición
El tercer gran escándalo fue la acusación contra el secretario de Asuntos Estudiantiles, Sergio Aragón, por presunto acoso laboral y sexual a empleadas de su área. El hombre renunció el miércoles pasado. La rectora dijo que la denuncia tiene un trasfondo político, pero su funcionario de Asuntos Jurídicos, al cabo de un mes de idas y vueltas con este caso, recomendaron que fuese separado.
¿Es peor todo esto que el video de 2010 del entonces secretario de Bienestar Estudiantil Ramiro Moreno ofreciendo cargos para votar por la fórmula Cerisola-Bardón? El sindicalista Diego Toscano dice que ahora “estamos asistiendo a una etapa de descomposición. Por donde tocás sale pus”.
El caso YMAD ha surcado todo el año el quehacer universitario y provocó varios sofocones. Se trata de las obras que se hicieron durante los ocho años del rectorado de Juan Cerisola con dinero de la minería, merced a las regalías que le corresponde cobrar a la UNT. Se denunciaron irregularidades millonarias en las obras, se hicieron auditorías y dos causas pusieron en el banquillo a Cerisola y varios de sus funcionarios. Además, otro gran escándalo estalló en 2014, cuando el ex representante de la UNT en YMAD, Florencio Aceñolaza, denunció que merced a un acuerdo de Cerisola con la entidad minera del 2 de enero de 2008, la UNT dejó de percibir 500 millones de pesos en regalías. Ese día se firmó un acta que decretaba el fin de la Ciudad Universitaria porque se consideraba que con las obras hechas había sido concluida. Las regalías de la UNT (eran el 40% de las utilidades) se dividían a partir de entonces en un 20% para las otras universidades nacionales y un 20% que pudo administrar Cerisola con libre disponibilidad. En los dos años que pasaron desde 2014 ardió constantemente el Consejo Superior para que se anule ese acuerdo y se reclame ante YMAD y ante las otras universidades y para que la UNT querelle al mismo Cerisola. Este fue perdiendo el extenso poder que tuvo y este año se vio obligado hasta a renunciar a su cátedra en Ciencias Económicas. Pero los consejeros siempre renegaron por la lasitud con que Bardón y su equipo actuaron frente a Cerisola.
Por fuera, la Justicia federal no sólo lo procesó sino que se abrieron otras causas. Una contra Olga Cudmani, ex directora de Construcciones de la UNT (pareja de Krebs) por faltantes de rendición de fondos; otra contra las empresas que intervinieron en las obras denunciadas por irregularidades; y otra contra imputados en la causa central y familiares por presunto enriquecimiento ilícito.
El final del camino
En la última sesión del Consejo Superior, el martes pasado, se llevó a cabo una sesión secreta para tratar la denuncia de las trabajadoras contra Aragón por presunto acoso. Y también se aprobó la decisión de solicitar la anulación judicial del acuerdo de Cerisola con YMAD, pedir una medida cautelar y no seguir pagando el 20% a las otras universidades. Parece tardío, porque la mina ya está en proceso de cierre y no envía utilidades. “Esto es importante. Es el final del camino -dice el consejero Ricardo Cisneros- y vuelve el derecho a tener la Ciudad Universitaria”.
El año que viene será electoral y no pinta bien para los funcionarios y mucho menos con un gobierno nacional que está reduciendo las partidas para Educación, como se ve con los recortes al Conicet.
Se estima que el martes habrá alguna salida con respecto a las urgencias económicas. Pero este año ha mostrado que en las actuales condiciones en la UNT jamás podrá darse la sentencia del juez federal Daniel Bejas a propósito del video de Ramiro Moreno, en el sentido de que la UNT tiene los anticuerpos necesarios para erradicar de su vida institucional las irregularidades.
No los tiene.
La lectura política de que el video electoral del año pasado en el que la rectora Alicia Bardón apoyaba al candidato del PJ Daniel Scioli no explica la profundidad de la crisis, aunque sí permite ver las duras amonestaciones de los funcionarios nacionales. Entre Marías y Mario Gimelli, jefe de Gabinete de Políticas Universitarias, se encargaron de marcar los puntos. “El apoyo nuestro va a estar condicionado al apoyo que las propias autoridades hagan”, dijo Gimelli a mediados de noviembre, cuando vino con un equipo de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de la Nación para monitorear el déficit universitario, calculado en $ 360 millones para este año, que cuadruplica el de otras universidades, segun Marías. Las cifras son estimadas porque no hay claridades, al menos en lo que se transmite públicamente. En noviembre el Consejo Superior rechazó el balance 2015 porque faltaba la explicación de los movimientos de dinero del 50% del presupuesto. Los funcionarios dijeron que el problema es que varias unidades académicas carecen del sistema de registro, llamado SIU Pilagá, por lo que no se pueden conocer las cifras. La Unidad de Auditoría Interna había señalado varios puntos flojos como “vales de caja” del Rectorado por más de $ 3,8 millones y el registro de los movimientos de fondos realizados por Secretaría de Proyectos Nacionales de Inclusión y Desarrollo (que fue desarmada), que manejaban miembros de La Cámpora. El Consejo Superior, que en agosto había prorrogado para noviembre el estudio del balance, se dio con la sorpresa de que todos esos gastos -los claros, los desconocidos, los caóticos y los confusos- habían sido enviados a la Nación y aprobados en julio. Nadie entendía nada.
Desmanejo de la residencia
El año del Bicentenario fue pésimo para la UNT, además, por los escándalos que estallaron por varias puntas. El de la entrega de favor de las casas de la Residencia Universitaria de Horco Molle fue uno de los más llamativos. La mitad de los residentes no pagaban alquiler y una auditoría ignorada de 2014 había señalado las anomalías. Se supo que había funcionarios y docentes universitarios, un sindicalista, un camarista federal, un consejero superior y profesionales que habían recibido de favor las casas. Para julio fue separado el director de la residencia, Ricardo Krebs. La situación mostró un desmanejo de años en la administración de las casas y reglamentaciones confusas que lo permitían. Las miradas se posaron en el Rectorado, que tenía poder de decisión sobre la adjudicación de las casas.
Los segundos regalados
Un mes después explotó el escándalo de Canal 10, cuando se supo de la emisión de 71.656 segundos de propaganda a favor del PJ en agosto de 2015, que no tenían orden de publicidad y que luego no fueron facturados. Los representantes de la UNT en el Canal fueron cambiados, así como el representante de la Provincia, Alejandro Laurnagaray, sospechado como el responsable de la irregularidad. Como el video a favor de Scioli, Canal 10 puso en evidencia, por lo menos, la falta de imparcialidad de la conducción de Bardón.
Acoso y descomposición
El tercer gran escándalo fue la acusación contra el secretario de Asuntos Estudiantiles, Sergio Aragón, por presunto acoso laboral y sexual a empleadas de su área. El hombre renunció el miércoles pasado. La rectora dijo que la denuncia tiene un trasfondo político, pero su funcionario de Asuntos Jurídicos, al cabo de un mes de idas y vueltas con este caso, recomendaron que fuese separado.
¿Es peor todo esto que el video de 2010 del entonces secretario de Bienestar Estudiantil Ramiro Moreno ofreciendo cargos para votar por la fórmula Cerisola-Bardón? El sindicalista Diego Toscano dice que ahora “estamos asistiendo a una etapa de descomposición. Por donde tocás sale pus”.
El caso YMAD ha surcado todo el año el quehacer universitario y provocó varios sofocones. Se trata de las obras que se hicieron durante los ocho años del rectorado de Juan Cerisola con dinero de la minería, merced a las regalías que le corresponde cobrar a la UNT. Se denunciaron irregularidades millonarias en las obras, se hicieron auditorías y dos causas pusieron en el banquillo a Cerisola y varios de sus funcionarios. Además, otro gran escándalo estalló en 2014, cuando el ex representante de la UNT en YMAD, Florencio Aceñolaza, denunció que merced a un acuerdo de Cerisola con la entidad minera del 2 de enero de 2008, la UNT dejó de percibir 500 millones de pesos en regalías. Ese día se firmó un acta que decretaba el fin de la Ciudad Universitaria porque se consideraba que con las obras hechas había sido concluida. Las regalías de la UNT (eran el 40% de las utilidades) se dividían a partir de entonces en un 20% para las otras universidades nacionales y un 20% que pudo administrar Cerisola con libre disponibilidad. En los dos años que pasaron desde 2014 ardió constantemente el Consejo Superior para que se anule ese acuerdo y se reclame ante YMAD y ante las otras universidades y para que la UNT querelle al mismo Cerisola. Este fue perdiendo el extenso poder que tuvo y este año se vio obligado hasta a renunciar a su cátedra en Ciencias Económicas. Pero los consejeros siempre renegaron por la lasitud con que Bardón y su equipo actuaron frente a Cerisola.
Por fuera, la Justicia federal no sólo lo procesó sino que se abrieron otras causas. Una contra Olga Cudmani, ex directora de Construcciones de la UNT (pareja de Krebs) por faltantes de rendición de fondos; otra contra las empresas que intervinieron en las obras denunciadas por irregularidades; y otra contra imputados en la causa central y familiares por presunto enriquecimiento ilícito.
El final del camino
En la última sesión del Consejo Superior, el martes pasado, se llevó a cabo una sesión secreta para tratar la denuncia de las trabajadoras contra Aragón por presunto acoso. Y también se aprobó la decisión de solicitar la anulación judicial del acuerdo de Cerisola con YMAD, pedir una medida cautelar y no seguir pagando el 20% a las otras universidades. Parece tardío, porque la mina ya está en proceso de cierre y no envía utilidades. “Esto es importante. Es el final del camino -dice el consejero Ricardo Cisneros- y vuelve el derecho a tener la Ciudad Universitaria”.
El año que viene será electoral y no pinta bien para los funcionarios y mucho menos con un gobierno nacional que está reduciendo las partidas para Educación, como se ve con los recortes al Conicet.
Se estima que el martes habrá alguna salida con respecto a las urgencias económicas. Pero este año ha mostrado que en las actuales condiciones en la UNT jamás podrá darse la sentencia del juez federal Daniel Bejas a propósito del video de Ramiro Moreno, en el sentido de que la UNT tiene los anticuerpos necesarios para erradicar de su vida institucional las irregularidades.
No los tiene.
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