La Policía salvó del linchamiento a un motochorro

Un nuevo episodio violento de justicia por mano propia tuvo lugar en la ciudad. En la intersección de avenida Independencia y calle Diego de Rojas, vecinos de la zona intentaron linchar a un motochorro que le había robado a una mujer un celular. Las personas mantuvieron al sospechoso boca abajo mientras los golpeaban y lo insultaban. Fue en ese momento que llegaron agentes del 911, que lograron salvar al delincuente de la furia de los residentes. 

Los agentes requisaron al ladrón y sacaron de entre sus ropas un cuchillo de unos 15 centímetros de hoja con cabo de madera y un celular. Al investigar, se dieron cuenta que el teléfono pertenecía a una mujer, quien había asaltado minutos antes. La Policía aprehendió al ladrón, que quedó alojado en la comisaría 3°.

Este caso es uno más de los cientos que vienen apareciendo en los últimos tiempos en la provincia. Es más: hasta junio pasado, según varios fiscales, la mitad de los detenidos que llegaban a tribunales lo hacían lesionados por las golpizas que habían recibido por ciudadanos comunes. Las mismas fuentes confirmaron que esa cifra va en aumento y que, en algunos casos, ya llegan a ser la tercera parte.

“Lo que se aconseja es que, si ven un hecho delictivo y logran reducir a alguien, que llamen inmediatamente al 911 y nuestros efectivos van a llegar hasta el lugar para encargarse de la situación; ellos se lo van a llevar hasta la dependencia policial más cercana. La persona reducida tiene que quedar en manos de la Justicia como lo indica la ley”, dijo en una charla con LA GACETA el comisario Daniel Ruiz, jefe de los motoristas del 911.