Enojados con la economía, pero felices con la vida personal

Enojados con la economía, pero felices con la vida personal

11 Septiembre 2016
Tener un buen pasar económico completa la felicidad de una persona, sólo si cubren sus necesidades esenciales. Esta idea la instaló, en 1947, el economista norteamericano, Richard Easterlin, autor del artículo titulado “¿El crecimiento económico mejora el destino humano?”. Su texto sentó las bases del concepto actual conocido como la Economía de la Felicidad, que estudia el efecto de las fluctuaciones macroeconómicas en el bienestar de los individuos, y que abordan, conjuntamente, economistas, sociólogos, psicólogos y científicos.

El informe Latinobarómetro 2016, que relevó 20.000 entrevistas de habitantes de 18 países de América Latina, señaló que la economía es el principal problema que identificaron los argentinos consultados por la Corporación Latinobarómetro, una ONG sin fines de lucro con sede en Chile. La muestra con la se construyó el reporte registró opiniones de 600.000 personas de la región latinoamericana.

El estudio reveló, además, que casi el 20% de los argentinos se siente conforme con la situación general del país, aunque el 56% reconoció que tiene algún problema vinculado con la economía, con las finanzas o con el empleo. Sin embargo, hay un dato que llama la atención: el 80% de los argentinos contestó que está satisfecho con su vida personal.

“El bien más preciado que abrazan los países de América Latina es la felicidad. El país más feliz es República Dominicana con un puntaje del 88%, mientras que el menos feliz es Venezuela, con el 58%”, precisó Latinobarómetro. La Argentina está cerca de República Dominicana, con el 80% de satisfacción con la vida, pese a las dificultades económicas.

En Venezuela, cuya población sufre una severa crisis de desabastecimiento, más de la mitad de los habitantes está conforme con su vida. De la misma manera, en Brasil, que afronta una grave crisis política, con repercusiones en la economía, el 61% de la población expresa satisfacción con la vida que lleva.

Niveles de satisfacción

A pesar de que las percepciones de la economía como principal problema se han estabilizado en América Latina, en niveles similares a los antes de la crisis financiera de 2008 y 2009, la satisfacción con el funcionamiento de la economía sigue disminuyendo en la región. Latinobarómetro recalcó que en 2016 la satisfacción económica llegó a su punto más bajo en el plano regional desde 2005, al ubicarse en un 20%, cinco puntos porcentuales menos que en 2015 y diez puntos porcentuales menos que en 2010.

En tanto, Brasil y Venezuela registran los niveles más bajos de satisfacción económica, con apenas 4% y 7%, respectivamente. La Argentina figura en la mitad de la tabla con un 19% de satisfacción por la economía. Y en la cima, con el peor registro, se ubican primero Nicargua (36%) y Bolivia (35%).

Los principales problemas que aquejan a los países latinoamericanos son económicos. En los 18 países de la región, el 16% señaló la desocupación, el 11% a la economía, el 4% el desabastecimiento, el 3% la suba de precios y el 3% a la pobreza. En total, la proporción de latinoamericanos que mencionó alguna de estas categorías de problemas económicos suma el 37%.

En nivel de importancia por países, los problemas económicos y financieros, la desocupación y la pobreza afectan a la gran mayoría de los países, indicó Latinobarómetro. La Argentina está entre los cinco más afectados, con el 36%, antes de Ecuador (59%), Nicaragua (58%), Costa Rica (44%) y Honduras (39%). Además, el país está cerca del promedio regional del 30%.

Ante la consulta de Latinobarómetro, sobre cuál es el problema más preocupante para cada país, en la Argentina la economía resultó ser el más importante para el 19% de las respuestas que brindaron los consultados en la encuesta. Además, el 56% de los habitantes nacionales afirmó que tiene algún problema vinculado con la economía.

Por último, el estudio recalcó que sólo la Argentina y Ecuador son las únicas naciones de América Latina que señalaron a la economía como el problema más acuciante. El resto se repartió entre la delincuencia, la corrupción y los problemas de salud. En Venezuela, en tanto, la dificultad más grave que mencionaron los habitantes fue el desabastecimiento.

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