El festejo del primer centenario de Perú

El festejo del primer centenario de Perú

Una muchedumbre acompañó a los residentes peruanos en Tucumán que festejaron el primer centenario de la independencia de su país en la plaza San Martín, el 28 de julio de 1921.

SUPLEMENTO. LA GACETA publicó una edición especial para festejar los primeros 100 años de vida de Perú. la gaceta / archivo SUPLEMENTO. LA GACETA publicó una edición especial para festejar los primeros 100 años de vida de Perú. la gaceta / archivo
31 Julio 2016
Una muchedumbre acompañó a los residentes peruanos en Tucumán que festejaron el primer centenario de la independencia de su país en la plaza San Martín, el 28 de julio de 1921. Ese fue uno de los actos que se realizaron durante aquellos días. Nuestro diario señalaba que este acto comenzó a las diez, al pie de la estatua del general San Martín, héroe de los héroes en la epopeya cuyo final fue la libertad del territorio de Rimac.

La guardia de honor de la ceremonia estuvo a cargo del cuerpo de bomberos, con su trajes de gala, y del Ejército. En representación de la colectividad peruana habló Francisco Gómez Cornejo, quien destacó los rasgos salientes del guerrero, San Martín, la veneración que con tanta justicia ha venido sintiendo, siente y sentirá por él el pueblo peruano y la cordialidad indiscutible que, con su proeza, estableció para siempre entre Perú y Argentina, hermanas, por lo demás, en sentimientos y tradiciones. Como surgidas de una misma raza y de un idéntico pasado.

Luego de sus palabras la Banda de Música de la Provincia, a cargo de José Ruta, ejecutó el himno peruano. También se expresó el presidente de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, Juan Serra Bustamante, quien destacó los lazos de sangre que unían a España con los países sudamericanos y agregó que hoy conmemora la noble nación peruana el primer centenario en que fuera solemnemente declarada por su invicto protector el general San Martín la independencia, en la ciudad de Lima, ante el ejército chileno, argentino y peruano, y, al celebrar tan magno acontecimiento, los residentes peruanos en Tucumán tuvieron la gentileza de invitar, con una invitación especial y de cariño, a la madre patria. Y ella no podía faltar a esta cita de honor.

En nombre del Poder Ejecutivo habló el subsecretario del ministerio de Gobierno, Ramón Cordeiro, quien destacó los lazos de hermandad entre ambos países. En nombre de los argentinos se expresó Miguel Molina, que habló en el mismo sentido que el anterior y destacó la figura del Gran Capitán en su epopeya sudamericana.

La primera magistratura provincial era ejercida por el interventor federal Federico Alvarez de Toledo, quien participó de los actos. En horas del mediodía las colectividades española y peruana tuvieron un almuerzo en el Club Español. Y en horas de la tarde el reconocido abogado y político José Ignacio Aráoz y su esposa, Justiniana López Méndez, organizaron una celebración en su casa a la que asistieron destacados miembros de la comunidad peruana. Por la noche, para celebrar otro aniversario de la entrada de las tropas argentinas en Lima y de la emancipación, Álvarez de Toledo organizó una reunión para los jefes y oficiales de la guarnición local.

Los actos en Buenos Aires fueron encabezados por el presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen, quien estuvo en el tedeum oficiado en honor de la república hermana. Tras ello, la multitud que se reunió en la plaza del Congreso inició su marcha por Avenida de Mayo encabezados por la comunidad peruana. Luego siguió por Florida hasta plaza San Martín. Allí habló Ricardo Rojas.

LA GACETA publicó un suplemento especial para conmemorar el centenario, donde destacaba que la hermosa patria de Tupac-Amaru donde se alzara el trono de los incas, dominando desde el Tucumán y el Maule hasta más arriba del Ecuador, está hoy de fiesta. Y la Argentina se siente vinculada en forma tal a la efemérides del pueblo hermano, que de todo corazón y con el entusiasmo más caluroso la hace suya.

La producción de nuestro diario presentaba un artículo del poeta nicaragüense Rubén Darío, que hablaba de Perú. En él destacaba el crecimiento del país y su trascendencia histórica desde el imperio inca hasta su condición central durante el dominio español como centro económico y cultural. En la tapa se reproduce parte del monumento en homenaje a San Martín que se inauguraba en 1921 en Lima, al igual que la céntrica plaza donde actualmente se yergue. La obra del escultor español Mariano Belliure es una estatua ecuestre de bronce sobre un pedestal de granito. El conjunto alcanza los 16 metros de altura. Sobre la obra el diario consultó al artista peruano Teófilo Castillo, que residía en Tucumán, quien expresó: “puedo asegurar que es lo más hermoso que hay allí en el género escultórico y lo que con más cariño mirarán en el futuro los peruanos conscientes; pues San Martín fue -griten cuanto quieran en determinadas regiones del continente- el verdadero Libertador de Perú. Él nada nos pidió a los peruanos por la independencia; en cambio la intervención del señor Bolívar nos cuesta la amputación de Guayaquil por el norte y la de Bolivia por el sur”. Y destaca: “puedo hablar así porque corre por mis venas sangre de uno de los guerreros colombianos que fueron a Perú con Bolívar, sangre que desde luego no me impide abrigar altura de espíritu suficiente para saber colocar como peruano en pedestal exelso, superiorísimo, la figura serena, generosa del gran guerrero argentino”.

También se reproduce un artículo de la escritora peruana María Wiesse sobre la mujer limeña, además del himno peruano y un análisis de él realizado por Augusto Villa de la Tapia.

“Lima fue desde mi infancia / aquel albergue florido / que se mira como un nido / blando tibio a la distancia. / Toda luz, ritmo y fragancia, / me ofrecía de sus lares / las rosas, los azahares…” Con estos versos, Rafael Obligado habla de la capital peruana en su poema Lima, de 1896.

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