Un laberinto atrapó al nuevo Consejo Superior

El Consejo Superior de la UNT transitó por un laberinto durante la sesión de ayer, la primera con los 18 consejeros electos por los estamentos de Estudiantes, Egresados, Docentes y No Docentes. El conflicto por las elecciones de la Facultad de Artes consumió las dos primeras horas del debate y los ánimos de la mayoría.

El tema surgió cuando se pidió la aprobación del acta (06-16) de asunción de los consejeros superiores. ¿Qué pasó? Hubo quienes consideraron que aprobar el acta implicaba avalar las supuestas irregularidades denunciadas en las elecciones. La conformación del padrón de Artes terminó con una presentación en la Justicia federal, que todavía no se expidió. Las elecciones continuaron y resultaron electos los consejeros superiores, que fueron los que ayer debutaron en la sesión.

Pero si el Superior no aprobaba el acta de asunción no podría conformarse el nuevo Consejo. Surgieron entonces mociones de todo tipo: no continuar hasta que la Justicia resolviera; continuar pero sabiendo que la situación era condicional; y aprobar el acta para seguir sesionando.

En ese momento...

El debate llegó a un punto muerto y, cansados de discutir, los consejeros levantaron la mano y aprobaron el acta.

En el camino quedaron los pedidos para conocer cuál es la situación real de los docentes cuestionados en el padrón y qué tipo de información se le proporcionó a la Justicia. La decana de Derecho, Adela Seguí, y el consejero Egresado, Ricardo Cisneros, exigieron en distintos momentos que el representante de Asuntos Jurídicos brindara un informe. También se le pidió a la decana de Artes, Raquel Pastor. Pero no encontraron eco ni en el resto del Consejo ni en la rectora, Alicia Bardón.

La sospecha es que los docentes que integraron el padrón como titulares revistan, en realidad, como interinos.

“Esto es un hecho de gravedad institucional”, dejó sentado la decana Seguí. En tanto, Bardón le recordó que la Junta Electoral de la UNT ya había resuelto el caso en su momento y no invalidó las elecciones en esa Facultad. “La Junta Electoral fue elegida por el Superior y ellos son los que resuelven”, sostuvo.

María Virginia Borigen, nueva consejera estudiantil, preguntó: “¿cuál es el problema de que la decana de Artes explique en qué situación están esos docentes?” Pero Pastor le respondió que ella no debía dar las explicaciones, sino la Justicia.

De allí en más...

La sesión continuó con la conformación de las comisiones. Parecía sencillo, pero complicado en los hechos. Muchos querían formar parte de la Comisión de Enseñanza y Disciplina cuando el reglamento señala que deben ser 13 en cada una de las tres comisiones (Hacienda e Interpretación y Reglamento son las otras). Hizo falta un cuarto intermedio porque la situación prometía otra hora de discusión.

Recién a las 20.30 arrancó el tratamiento del orden del día, a tres horas y media de iniciada la sesión. Llegó el punto 12, que solicitaba la aprobación del balance correspondiente a 2014 de YMAD, que ya venía con el visto bueno de la Comisión de Hacienda del Consejo.

Eduardo Triviño, consejero por los docentes auxiliares y miembro de esa comisión, reconoció que no cuentan con las herramientas suficientes como para hacer una auditoría de ese balance, y que sólo pueden analizar cuestiones técnicas. Por lo tanto, el vicerrector, José García, propuso que se reglamente que antes de aprobar un balance los representantes de la UNT ante YMAD deberían informarle al Consejo Superior el estado de cuentas de la empresa.

El tema agarró a la mayoría ya con el espíritu cansado y con los abrigos en la mano. A las 21.30 la sesión finalizó con el orden del día aprobado y varios temas pendientes.