Unos 60.000 refugiados sirios piden ayuda humanitaria

Unos 60.000 refugiados sirios piden ayuda humanitaria

Estados Unidos reclama que Rusia detenga sus ataques aéreos, porque considera que los bombardeos expulsan más gente de sus hogares, envueltos en la guerra étnica Se agrava la crisis con los pobladores que están concentrados en la frontera con Turquía, víctimas de la ofensiva contra Estado Islámico

11 Febrero 2016
DAMASCO y ANKARA.- Más de medio millar de personas murieron este mes por una ofensiva sirio-rusa en la norteña provincia siria de Alepo, según informó una ONG, mientras crece la presión sobre Turquía para que deje entrar a decenas de miles de refugiados más que escapan de los combates y sobre Rusia para que detenga sus bombardeos.

Naciones Unidas ya ha exhortado a Rusia a frenar sus ataques aéreos en Siria antes de nuevos esfuerzos diplomáticos para tratar de detener la guerra, incluyendo una reunión de cancilleres convocada para hoy en Munich, Alemania, con la meta de volver a poner en marcha el problemático proceso de paz.

Redoblando la presión sobre Rusia, el Reino Unido, Francia y sus aliados en el Consejo de Seguridad volvieron a exigir a Rusia que pare con sus ataques aéreos en Alepo y al gobierno sirio del presidente, Bashar Al Assad, que permita el ingreso de ayuda humanitaria a ciudades sitiadas por el Ejército.

Desde Washington, en tanto, Estados Unidos dijo que la ofensiva de Rusia en la zona de Alepo está beneficiando al Estado Islámico (EI) al tener como blanco a grupos rebeldes que, al mismo tiempo, combaten al gobierno de Al Assad y al grupo islamista radical, dando otro ángulo a sus críticas a las operaciones rusas.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres y opositora al gobierno de Al Assad, informó que al menos 518 personas, entre ellas 101 civiles, murieron desde que el Ejército sirio y la aviación rusa lanzaron su ofensiva en Alepo, el 1 de febrero.

Entre los muertos se incluyen 23 niños que fallecieron en ataques aéreos rusos, agregó la ONG, que documenta la guerra mediante una red de informantes en Siria.

Frontera caliente

Decenas de miles de refugiados sirios seguían ayer agolpados en el paso fronterizo turco de Oncupinar, que Turquía ha mantenido cerrado desde hace días pese a los reiterados pedidos de la ONU y de varios países.

Ayer, las máximas autoridades turcas criticaron estos llamados a dejar entrar a más refugiados y hasta los calificaron de “hipócritas”, por considerar que no se hace nada por exigir a Rusia que frene los bombardeos que provocaron el nuevo éxodo.

Campamentos

Turquía -que ya alberga a 3 millones de refugiados, incluyendo a más de 2,5 millones de sirios- ha optado por asistir a la nueva oleada de refugiados en campamentos ubicados del lado sirio de la frontera, pese a cuestionamientos de la ONU. Con el paso fronterizo aún cerrado para los refugiados, el organismo de la ONU para los refugiados (Acnur) volvió a exhortar a Turquía a admitir a “todos los civiles que están huyendo del peligro y buscando protección internacional, como lo han hecho desde el comienzo de la crisis”.

En rueda de prensa en La Haya con su par holandés, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, dijo que el Consejo de Seguridad de la ONU y la comunidad internacional tienen “dos caras” porque le piden a Turquía que abra sus fronteras, pero no mueven “ni un dedo para resolver la crisis siria” ni detener a los rusos.

“Encuentro hipócrita que algunos le digan a Turquía ‘abrí tus fronteras’, mientras no le dicen a Rusia ‘ya es suficiente’”, dijo Davutoglu, quien no mencionó que los rebeldes que operan en Alepo cuentan con apoyo de Turquía, de donde reciben armas.

Más duro fue el presidente, Recep Tayyip Erdogan: “Nosotros ya hemos recibido a tres millones de sirios e iraquíes. ¿A cuántos has recibido tú? ¿En qué país?”, dijo dirigiéndose a la ONU.

Davutoglu dijo que el paso de Oncupinar, en la provincia de Kilis, aunque cerrado para los refugiados, sigue abierto al tránsito de camiones que llevan ayuda humanitaria hacia el lado sirio, donde están agolpados las decenas de miles de desplazados en varios campamentos.

Cuántos son es una pregunta difícil. “Unos 30.000”, estimó Abdussalam Sherif, logista de la ONG turca Insan Yardim Vakfi (IHH), aunque Davutoglu mencionó una cifra de 60.000. (Télam-DPA- Especial)

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