Perpetua al homicida de un puntero político

Juan Jesús Acuña, conocido como “Pelao”, fue condenado a prisión perpetua por el homicidio agravado por alevosía del puntero político José Rodolfo Maza, ocurrido en octubre de 2012 en Aguilares. En tanto, Jesús Alejandro “Negro” Santillán fue sentenciado a 22 años de prisión por su participación necesaria en el ataque.

La víctima trabajaba en una cooperativa del senador nacional Sergio Mansilla, y según declararon los vecinos en el juicio oral, era un conocido puntero político del barrio Roca.

Los dos condenados habían intentado matarlo el 8 de octubre de 2011, cuando a las 7 entraron a la casa de la víctima con un bidón con nafta y trozos de leña, y prendieron fuego en la puerta trasera. Maza dormía en su habitación, pero los vecinos se percataron del incendio y llamaron a los bomberos, frustrando el homicidio.

Al día siguiente, de acuerdo a la sentencia que por unanimidad firmaron el viernes los camaristas Diego Vital Graneros, Jesús Carlos Pellegri y Carlos Rolando Meschwitz, los dos condenados regresaron a la vivienda. Pero esta vez fueron hasta la habitación en la que dormía la víctima, y con un martillo le destrozaron la cabeza. Fueron al menos dos golpes certeros que le fracturaron el cráneo, según la autopsia.

Maza quedó tendido, sin vida, sobre el elástico de madera de la cama. Acuña y Santillán regaron nafta en la vivienda, y apenas prendieron el fuego se fueron corriendo. Cuando los bomberos controlaron el incendio, hallaron el cuerpo calcinado del puntero político.

Agresiones previas

“El hecho investigado se produce a instancias de una crónica de antecedentes de agresiones recíprocas entre las personas implicadas”, concluyó el camarista Pellegri en los fundamentos. Fueron varios los testigos que afirmaron que la víctima acusaba a “Pelao” y “Negro” de haberle robado un equipo de música durante una reunión social que se había realizado en su casa. Incluso, Maza los insultaba y les gritaba cada vez que los cruzaba en la ciudad.

Los condenados se habrían aprovechado que la víctima era alcohólico, según declararon los vecinos, para garantizarse que no se iba a despertar cuando ellos ingresaran a la vivienda. La autopsia, de hecho, corroboró que estaba ebrio cuando murió. Un llamado anónimo a un policía puso la mirada en los dos sospechosos, y varios testigos dijeron luego que los vieron en las inmediaciones de la casa de Maza a la hora en la que se produjo el incendio.