"La Argentina es un blanco para los carteles de la droga”

"La Argentina es un blanco para los carteles de la droga”

La autora de Los señores del narco, libro sobre el cartel del Chapo Guzmán, y ganadora del premio Pluma de oro de la Asociación Mundial de Diarios por investigaciones que la obligan a vivir día y noche con protección policial, afirma que están las condiciones dadas para que la violencia mexicana se reproduzca en nuestro país. “En México los vimos, pero nadie hizo nada; mientras el narco salpicaba dinero y movía la economía, la gente era tolerante”, advierte.

26 Julio 2015
- ¿La Argentina puede convertirse en México?

- En la investigación que durante cinco años hice sobre el cartel de Sinaloa, constaté que ellos ven en Sudamérica no solamente una región apta para el lavado de dinero sino un mercado de consumo muy apetitoso. El cartel de Sinaloa es el principal proveedor de drogas en Europa y Asia. Ahora le toca a Sudamérica. En la década de los 90, Amado Carrillo Fuentes, “el señor de los cielos”, hizo inversiones importantes en la Argentina, Brasil y Chile. Carrillo Fuentes era el jefe del Chapo Guzmán. Entonces este último conoce bien las redes sudamericanas para lavar y traficar. La Argentina es un blanco para el de Sinaloa y los otros carteles de la droga. El cartel del Golfo y el de los Zetas van a querer su parte del pastel. Eso ocurrió en Centroamérica.

Primero avanzaron los Zetas y detrás de ellos los otros carteles. Sudamérica es estratégica para el envío de droga a Europa. El estado argentino puede creer que es imposible que se convierta en México. Pero hace cinco años, Monterrey era una ciudad emblemática en América latina: próspera, segura, un paraíso empresarial. Hoy Monterrey es un infierno. Los empresarios han mudado a sus familias y sus compañías a Estados Unidos. Hoy las calles están desiertas. Lo que pasó allí puede reciclarse en la Argentina porque están dadas las condiciones. Primero, llegan los narcotraficantes con sus capitales; después, viene la droga; y, finalmente, la violencia.

- ¿A qué cuestiones deben prestarle atención la sociedad y el gobierno para detectar la instalación de los carteles de la droga?

- En primer lugar a los desarrollos económicos súbitos que no se corresponden con la realidad del país. En México los vimos pero nadie hizo nada; mientras el narco salpicaba dinero y movía la economía, la gente era tolerante. El problema es que primero salpica el dinero y después lo que salpica es sangre. Hay que estar alerta a esos grandes hoteles en donde no se hospeda nadie, a las zonas residenciales con inmuebles carísimos que no se venden, a las inversiones millonarias que llegan de la mano de empresarios desconocidos, a los negocios comercialmente inviables. Cuando entran los capitales del narcotráfico no puede ser que las autoridades no los detecten. Siempre hay complicidad. El narco penetra los bancos y luego busca protección policial y política. Hay que prestar atención a estas señales. El periodismo puede jugar un rol muy importante investigando quiénes son estos inversores misteriosos, quiénes figuran como propietarios en los registros de las sociedades, quién está detrás de los nombres que aparecen.

- Cuéntanos acerca del trabajo que te hizo merecedora del premio Pluma de oro de la Asociación Mundial de Diarios.

- Lo recibí por la investigación que se plasmó en mi libro Los señores del narco. Allí intento explicar cómo México se convirtió en lo que es hoy. Creo que los periodistas no debemos limitarnos a contar los muertos sino también revelar las causas profundas de fenómenos como el de la violencia mexicana para poder aprender de ellos. El cartel de Sinaloa es hoy el más poderoso de todos los tiempos, mayor que lo que fue en su momento el de Medellín, encabezado por Pablo Escobar. Intenté exponer todas las redes de corrupción que permitieron la expansión del cartel de Sinaloa. A través de documentos y testimonios de policías, militares y narcotraficantes expongo quiénes son los señores del narco. Además de los rostros que conocemos por los carteles de la DEA, como los del Chapo Guzmán o Ismael Mario Zambada, intento mostrar los de los otros señores del narco. Son los que permiten que esto ocurra: empresarios, senadores, secretarios de estado, ex presidentes y presidentes.

© LA GACETA

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