Sólo un punto es la diferencia entre conservadores y laboristas

Sólo un punto es la diferencia entre conservadores y laboristas

Se necesitarán alianzas para gobernar luego de la votación más reñida en muchos años Cameron y Miliband gastan sus últimos cartuchos. Se caerían los liberales y subirían los nacionalistas y los grupos anti inmigrantes.

EN LONDRES. El primer ministro David Cameron, rodeado de simpatizantes conservadores, durante uno de los últimos actos de la campaña electoral. reuters EN LONDRES. El primer ministro David Cameron, rodeado de simpatizantes conservadores, durante uno de los últimos actos de la campaña electoral. reuters
06 Mayo 2015
LONDRES.- Los líderes de los mayores partidos políticos británicos encararon una breve gira por el Reino Unido en un último intento por captar a los votantes indecisos antes de las elecciones de mañana, consideradas una de las más peleadas de los últimos tiempos. Con las formaciones igualmente preparadas para muy probables negociaciones postelectorales para formar gobierno, el primer ministro británico, David Cameron, cuyo Partido Conservador está cabeza a cabeza con el opositor Partido Laborista, comenzó un periplo de 36 horas, durante la cual hará campaña hasta de noche.

En una aparición en Londres con el alcalde Boris Johnson, el premier dijo que los británicos deben optar entre dar un claro triunfo a su partido o enfrentar años de “acuerdos oscuros” y “sobornos”, en referencia a los intentos del laborismo de formar un gobierno apoyado por el Partido Nacional Escocés. Pero los sondeos indican que incluso Cameron tendrá dificultades para ganar suficientes bancas en la Cámara de los Comunes como para que su partido gobierne solo, por lo que deberá negociar con partidos menores para permanecer en el poder.

Tanto Cameron como el líder laborista Ed Miliband -quien ha hecho de la defensa del presupuesto del sistema de salud público británico su principal caballito de batalla en los últimos días de campaña- afirman que quieren una mayoría parlamentaria sin recurrir a alianzas.

Sin embargo, todos los partidos ya están pensando en cómo tomar la iniciativa el viernes por la mañana luego de lo que, según anticipan las encuestas, habrá un resultado sin claro ganador.

Legitimidad en debate


El líder de los Liberales Demócratas, Nick Clegg, cuyo partido centrista ha sido el socio de la coalición que encabeza Cameron desde 2010, no ha dicho a quién daría su respaldo. Al iniciar una gira que lo llevará hasta el norte de Escocia, Clegg afirmó que apoyaría al partido que logre “el mayor mandato”. Pero, su partido podría perder hasta la mitad de los 57 asientos que tiene en la Cámara de los Comunes, que cuenta con 650 escaños.

Cameron ha dejado claro que no negociará con una formación que no esté dispuesta a aceptar el prometido plebiscito sobre la salida o permanencia del país de la Unión Europea (UE), que él quiere convocar, si llega al poder, antes de fines de 2017.

Mientras tanto, todos los sectores están librando una batalla psicológica para definir lo que sería un gobierno “legitimo”.

El sistema electoral británico no excluye la posibilidad de que un partido, los conservadores, por ejemplo, gane la mayor parte de los votos pero que otro, como el laborista, llegue al poder gracias a contar con mayor apoyo de otros partidos.

La líder del nacionalismo -que el año pasado perdió un referéndum que había convocado sobre la independencia de Escocia del Reino Unido-, Nicola Sturgeon, insistió en que cualquier gobierno debe reflejar la voluntad de todos los británicos, no sólo la de los votantes de Inglaterra.

El promedio de encuestas de BBC otorga a los conservadores un punto más que a los laboristas, con 34% contra 33%, una diferencia que apenas ha variado en las últimas semanas. El diario conservador “The Sun”, el más vendido del Reino Unido, urgió a los votantes que piensan en votar a la agrupación anti inmigración Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) que voten a los tories de Cameron para evitar que los laboristas lleguen al poder. Miliband, con un discurso basado en lo social y acabar con la austeridad, logró descontar la diferencia que le llevaba Cameron, pero necesita seducir a un electorado más permeable a las ideas anti inmigrantes y nacionalistas de sus rivales. (Telam)

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