Dos estaciones de servicio no abrirán de noche por los robos

Las falencias en seguridad generan problemas que, como en el caso del empresario Roberto Ricardo Lobo, obligan a tomar decisiones que perjudican a la economía.

Lobo es un comerciante que instaló hace más de cinco años dos estaciones de servicio en Bella Vista. Una está ubicada a la vera de la ruta 157 y la otra está situada frente a la plaza principal de este municipio. Pero los continuos robos de los que fueron víctimas sus empleados, según sostuvo, y la falta de condiciones para trabajar lo llevaron a tomar la determinación de cerrar -cuatro veces a la semana- ambos establecimientos. “Todavía estamos analizando cómo haremos con los empleados, pero desde febrero cerraremos de 21 a 7 porque hay mucho alcoholismo e inseguridad en Bella Vista”, remarcó el comerciante.

Los días en los que Lobo hará efectiva esta decisión todavía no fueron definidos pero, según explicó, incluirán los fines de semanas que son las noches en las que sus empleados corren los mayores riesgos. “Esto ya pasó hace poco más de dos años. En esa ocasión le mandé una carta a (Eduardo) Di Lella que era el secretario de Seguridad que había en ese momento y el problema de la inseguridad se resolvió porque mandaron a unos policías para que patrullen, pero eso duró sólo unos tres meses”, agregó el empresario.

Por otra parte, Lobo señaló que las guardias policiales cuentan con sólo dos o tres uniformados por turno.

En este contexto, otros empresarios que trabajan en esta localidad coincidieron con el estacionero, aunque no compartieron su determinación de cerrar sus puertas. “A Lobo le viven robando, no sabía que tenía pensado cerrar pero sí que lo tienen de punto. A esas estaciones de servicio las roban siempre”, dijo Juan Pablo Gramajo dueño de un supermercado.

En cuanto a la inseguridad con la que conviven remarcó: “acá (por Bella Vista) siempre hay robos pero la mayoría no lo denuncia en la Policía por miedo a quedar ‘marcados’. Porque si te roban y denuncias; te haces marcar y después te roban peor. Si supieras que vas a hacer la denuncia y que van a quedar presos estaría bien. Pero en realidad los meten presos y los largan a los cinco minutos y no podes hacer nada”.

Gramajo también dijo que trabaja en el transporte de mercancías y que, frecuentemente, les roban las baterías y gomas de los camiones. “La Policía no hace nada y a las pérdidas las tengo que bancar yo”, concluyó.

Cristian Adanto es propietario de dos corralones y el año pasado, según dijo, le entraron a robar en tres ocasiones. A partir de estos episodios, decidió tomar mayores recaudos. “Cuando cerramos a la noche, siempre salimos cuatro personas juntas. Pero la inseguridad está y cada vez crece más. El viernes le dispararon en las piernas a un choripanero porque lo quisieron robar y eso pasó a media cuadra de la comisaría. Además, es poco el personal policial que queda por guardia y para la cantidad de habitantes que hay acá. La otra preocupación es que uno hace la denuncia en la Policía pero nunca se resuelve nada”, puntualizó.

Patricia Saldo es dueña de un almacén y sumó su preocupación a la de los demás comerciantes. “Todas las semanas hay robos. A fines del año pasado le robaron la moto a uno de los chicos que trabaja aquí. Es inseguro por las noches y no se ve patrullajes de la Policía. Acá se intentaron organizar reuniones pero la gente no colabora porque tienen miedo a que los ladrones los identifiquen, porque la mayoría son de aquí”, subrayó.

A su vez el también almacenero Juan José Márquez destacó que los robos de motos también son frecuentes. “No podes dejar la moto afuera porque te la llevan. En principal en la (ruta) 157 en donde no podes andar porque te paran y te quitan la moto”, afirmó.