Estaba preso y curaba a los otros detenidos

Estaba preso y curaba a los otros detenidos

El médico Dantur estuvo en cautiverio en la Eudef y en el penal El ex funcionario fue apresado la madrugada del golpe del 76 junto a su suegro, Amado Juri. “Pasó penurias”, relataron

EN LOS PABELLONES. El TOF, las partes y testigos de la megacausa inspeccionaron la cárcel el miércoles. GENTILEZA TRIBUNAL ORAL FEDERAL EN LOS PABELLONES. El TOF, las partes y testigos de la megacausa inspeccionaron la cárcel el miércoles. GENTILEZA TRIBUNAL ORAL FEDERAL
25 Noviembre 2014
Tras diez días de permanecer desaparecido, sus familiares supieron que estaba en la cárcel y pudieron visitarlo. Estaba demacrado, rapado y más delgado, según recordaron. El médico René “Tití” Dantur (fallecido) era funcionario del Gobierno de su suegro, Amado Juri, cuando fue detenido en calidad de preso político. Una decena de testigos de la megacausa “Villa Urquiza” lo mencionó y recordó que era obligado a atender tanto a sus compañeros de pabellón como a las mujeres y niños alojados en el penal.

Dantur había sido detenido en su casa la noche del Golpe, junto a su suegro y numerosos funcionarios. “Se lo llevaron detenido, esposado y con los ojos vendados. Si la agresión física es dolorosa, la psicológica es terrible. Estuvo un tiempo desaparecido, durante 10 días no supimos dónde estaba”, relató a los jueces Belardino Rodríguez, concuñado de Dantur.

María Ángela Juri, viuda del médico, describió que efectuó gestiones para dar con su paradero. Un día, militares pasaron a buscarla para llevarla hasta la penitenciaría. “Detrás de un vidrio, lo pasaron. Lo llevaban de los dos brazos. Era como si no tuviera mucha conciencia en ese momento. Me puse mal y comencé a gritar”, lamentó. Consignó que iban a visitar a su padre y que recién tiempo después Dantur dejó de estar incomunicado.

Juri afirmó que en Villa Urquiza su esposo habría estado en un sector cercano a “los chanchos” (calabozos de castigo). Él le contó que pudo escuchar al ex senador Guillermo Vargas Aignasse (sus restos fueron hallados en el Pozo de Vargas), que estaba encerrado allí.

Añadió que antes de ser llevado a la cárcel, su marido estuvo en el centro clandestino de la Escuela de Educación Física (Eudef). “Nunca me dijo que le pegaron. Supongo que me quería proteger”, reconoció. Rodríguez admitió que Dantur no quiso que su señora supiera el calvario por el que pasó en ese sitio ni en la cárcel. “Hablé muchísimas veces con él en las visitas. Me contó las penurias que pasó. En la Eudef fue víctima de presiones psicológicas: lo hacían hacer el famoso trencito o mojaban el piso para que no durmieran”, lamentó. Dantur fue liberado en agosto de 1981.

“Rehenes”

En la última audiencia declaró también Fernando Sosa Padilla, quien estuvo en Villa Urquiza entre diciembre de 1974 y septiembre de 1975 (fue liberado recién en 1979). Brindó una lista con una treintena de detenidos con los que compartió cautiverio, muchos de ellos, estudiantes menores de edad. Hizo hincapié en cómo se fueron endureciendo las condiciones de detención hacia el comienzo de 1975 y en 1976. “Dentro de la cierta legalidad, se iban recrudeciendo. Desde el 24 de marzo de 1976, todas las cárceles se convirtieron en campos de concentración. Dejamos de ser detenidos políticos para convertirnos en rehenes”, explicó.

Sosa Padilla lamentó que Casación haya liberado a los condenados de la megacausa “Arsenales II-Jefatura II”, en la que fue testigo. “Mi más profundo repudio a la miserable actitud de la Cámara. Es un retroceso. Espero que pronto estos genocidas vuelvan a estar en prisión, en memoria de todos los compañeros que pasaron por las cárceles”, concluyó quebrado.

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