22 Noviembre 2014
Alperovich y Orellana, juntos pero distantes
El gobernador y el intendente famaillense compartieron un acto después de un año; el massista aprovechó para reclamar viviendas “Es momento de gestión y después cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera políticamente”, advirtió Alperovich. El “mellizo” legislador no asistió
EN TIERRAS MASSISTAS. Alperovich asistió al acto; si bien hubo cordialidad, se notó la distancia política. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
“Vení, Enrique, vení”. El gobernador, José Alperovich, abrió un espacio a su lado, frente a las cámaras, y ubicó a allí al intendente de Famaillá. De campera roja, el “Mellizo” Orellana permanecía detrás del mandatario con la cabeza gacha. Juntos, hablaron ante la prensa en el primer acto oficial luego de que este año el jefe municipal y su hermano, el legislador José Orellana, pegaran un portazo al alperovichismo para mudarse al massismo.
En la inauguración del barrio de 250 viviendas sobrevoló la tensión entre el oficialismo y el orellanismo. Los dirigentes de ambos espacios se miraron de reojo. Estuvieron los posibles candidatos Juan Manzur, Osvaldo Jaldo y José López. A diferencia de la entrega de casas en otros municipios, en Famaillá no hubo escenario, discursos ni batucada para recibir a la comitiva provincial. De hecho, el acceso al predio fue una odisea. La lluvia convirtió a las calles de tierra en un barrial en el que se empantanaron varios autos.
Cordialidad con reproche
“El intendente sabe que lo estamos ayudando en la manera en la que podemos. Hoy es momento de gestión y después cada uno tiene el derecho de hacer lo que quiera políticamente. No por eso voy a perder una relación de muchos años”, apaciguó Alperovich. Minutos después y a pocos metros del mandatario, Orellana agradeció las obras, pero reclamó más viviendas al Ipvdu. Al ser consultado por LA GACETA, aclaró incluso que estaba allí porque era su “deber y obligación” recibir a la primera autoridad provincial.
El jueves, José Orellana, que no participó del evento, había manifestado a LA GACETA que la Provincia “discriminaba” su municipio al no incluir las obras que presentaron en el plan “Más Cerca”. Enrique coincidió y redobló: “No estamos en el II, en el I nos sacaron proyectos y en el III no tenemos remota posibilidad de entrar”, añadió.
La última vez que Alperovich había estado en Famaillá había sido en octubre de 2013, para el cierre de campaña. Después, la relación con los “Mellizos” se había quebrado y las feroces críticas entre los sectores proliferaron.
En la inauguración del barrio de 250 viviendas sobrevoló la tensión entre el oficialismo y el orellanismo. Los dirigentes de ambos espacios se miraron de reojo. Estuvieron los posibles candidatos Juan Manzur, Osvaldo Jaldo y José López. A diferencia de la entrega de casas en otros municipios, en Famaillá no hubo escenario, discursos ni batucada para recibir a la comitiva provincial. De hecho, el acceso al predio fue una odisea. La lluvia convirtió a las calles de tierra en un barrial en el que se empantanaron varios autos.
Cordialidad con reproche
“El intendente sabe que lo estamos ayudando en la manera en la que podemos. Hoy es momento de gestión y después cada uno tiene el derecho de hacer lo que quiera políticamente. No por eso voy a perder una relación de muchos años”, apaciguó Alperovich. Minutos después y a pocos metros del mandatario, Orellana agradeció las obras, pero reclamó más viviendas al Ipvdu. Al ser consultado por LA GACETA, aclaró incluso que estaba allí porque era su “deber y obligación” recibir a la primera autoridad provincial.
El jueves, José Orellana, que no participó del evento, había manifestado a LA GACETA que la Provincia “discriminaba” su municipio al no incluir las obras que presentaron en el plan “Más Cerca”. Enrique coincidió y redobló: “No estamos en el II, en el I nos sacaron proyectos y en el III no tenemos remota posibilidad de entrar”, añadió.
La última vez que Alperovich había estado en Famaillá había sido en octubre de 2013, para el cierre de campaña. Después, la relación con los “Mellizos” se había quebrado y las feroces críticas entre los sectores proliferaron.
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