Julián Álvarez está feliz con la era “Velasco”

Julián Álvarez está feliz con la era “Velasco”

Según el asistente técnico, la Revolución se puso en marcha en la selección argentina.

RED DE FONDO. Álvarez fue agasajado con un asado ofrecido por los organizadores de la clínica que armó Instituto Pellegrini. RED DE FONDO. Álvarez fue agasajado con un asado ofrecido por los organizadores de la clínica que armó Instituto Pellegrini.
30 Octubre 2014
En febrero, la Federación del Voleibol Argentino (Feva) anunciaba que Javier Weber era despedido y su lugar sería ocupado por Julio Velasco. Nombrado por la Federación Internacional de Voleibol (Fivb) como el mejor entrenador del siglo XX, el platense volvió a ejercer en el país luego de 32 años. Llegó para aportar y muestra de ello es que su cuerpo técnico quedó conformado por los asistentes que estuvieron en el ciclo anterior.

Uno de ellos, el auxiliar directo, es Julián Álvarez. El entrerriano visitó la provincia para compartir sus conocimientos en una clínica de voley organizada por Instituto Pellegrini.

Luego de trabajar seis meses con Velasco, Álvarez confirmó sin dudar lo que había anunciado el presidente de la Feva, Juan Antonio Gutiérrez, en la llegada del dos veces campeón mundial con Italia. “Puede ser una verdadera revolución”, sentenciaba Gutiérrez. Y ahora lo confirma Álvarez. “Sin dudas. Y no sólo desde lo deportivo, también desde la preparación física, las estadísticas. La revolución se da porque después de cada charla él te deja pensando”, apunta el ex entrenador de selecciones de base como la Menor y la Pre-Menor.

El entrerriano es consciente de a quien tiene a la par. Velasco cuenta con referencias que exceden el deporte de la red alta y acepta, con placer, esa situación. “Todo el mundo me hace preguntas sobre él desde que soy su asistente. Es fácil responder, pero cuando hay que hacerlo, paro y pienso: ‘¡qué loco! ya hace seis meses que estoy trabajando a la par de uno de los mejores entrenadores del voley mundial’. Es un placer”, reconoció entre gesticulaciones con las manos y los ojos bien abiertos. “Es una persona muy instruida, con una gran capacidad. Afuera de la cancha también se disfruta muchísimo de él como persona. Ir a comer y charlar de cualquier cosa de la vida diaria, también se puede”, elogió al director técnico.

Velasco no sólo es referente en el voley y su reputación de orden y criterio captó la atención de los altos directivos y dueños de clubes como Milán, Lazio e Inter. Las tareas desarrolladas en ámbitos futbolísticos cautivaron a Pep Guardiola tanto que fue su primera fuente de consulta cuando, en sus últimos días de futbolista, ya tenía planeado ser un director técnico efectivo. “Cuando me enteré que era uno de los candidatos me puse feliz. Pensé: ‘ojalá pueda seguir estando porque me encantaría compartir su trabajo y seguir formándome como entrenador’”, recordó Álvarez. “Me llamó por teléfono... ¡no lo podía creer! Fue una de las sorpresas más lindas que me dio el deporte”, afirmó.

“Hay cambios que ya se dieron y habrá muchos más”, anticipó Álvarez que no dejó de recordar el trabajo con el tucumano Julio Giménez, su sucesor en la selección Menor. “Lo elegí porque hizo un gran trabajo en las categorías formativas. Era el asistente que yo necesitaba. A veces se hizo cargo del equipo y lo hizo maravillosamente; aun mejor que yo”, describió sobre el técnico que recientemente ganó el campeonato Sudamericano.

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