El reino de la me diocridad

El reino de la me diocridad

Boca y San Lorenzo igualaron en un clásico chato y con pocas oportunidades de gol

REGRESO. Juan Román Riquelme reapareció en el “xeneize” y no tuvo mucha gravitación. En la marca, Juan Mercier. télam REGRESO. Juan Román Riquelme reapareció en el “xeneize” y no tuvo mucha gravitación. En la marca, Juan Mercier. télam
El clásico se quedó sólo en insinuaciones. Ritmo no le faltó, sí hubo escasez de situaciones y el cero le quedó mejor a San Lorenzo, que está a tres de los punteros y terminó el duelo con dos jugadores menos, por las expulsiones de Leandro Romagnoli y de Néstor Ortigoza. ¿Y Boca? Volvió a ser un pálido retrato, casi ni inquietó a Sebastián Torrico.

El “ciclón” tampoco mostró gran codicia ofensiva, pero tuvo las dos oportunidades más nítidas para convertir: en la primera etapa con Ignacio Piatti y en el segundo tiempo una de Ángel Correa, que quiso gambetear a Agustín Orion y el 1 “xeneize” le ganó el mano a mano.

Boca confiaba en la vuelta de Juan Román Riquelme para intentar asemejarse al equipo que goleó a Godoy Cruz y ni siquiera encontró algún destello del “10” para engendrar jugadas de riesgo. Sin Fernando Gago (lesionado), los volantes del local sólo aportaban combatividad en el medio y fue nuevamente Emanuel Insúa el que se mostraba como una opción de salida desprendiéndose por su lateral para ocupar posiciones ofensivas. San Lorenzo administró mejor la pelota en el arranque del segundo tiempo con Romagnoli, aunque no lograba crear demasiado peligro para el arco rival. Carlos Bianchi sacó a Hernán Grana y con Luciano Acosta intentó ser más dinámico arriba. Con 10, San Lorenzo ya no arriesgó más y se cerró bien desde el medio hacia su área. Y Boca siguió sin luces como para romper la paridad.

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