"A esa guerra fueron chicos como nosotros"

"A esa guerra fueron chicos como nosotros"

Estudiantes reivindican el derecho argentino sobre las Islas, pero opinan que la dictadura impulsó la guerra como táctica de supervivencia .

CRITICOS. Alumnos no cuestionan  el derecho argentino sobre las Islas,pero sí el papel de los militares. la gaceta / foto de franco vera CRITICOS. Alumnos no cuestionan el derecho argentino sobre las Islas,pero sí el papel de los militares. la gaceta / foto de franco vera
02 Abril 2014

Lo ven como algo lejano, que ocurrió hace “mucho tiempo” y que no volverá a suceder. Para un grupo de adolescentes del Gymnasium, la Guerra de Malvinas es un subtítulo dentro del capítulo de la última dictadura militar. “Fue una guerra ideada por los militares para recuperar la confianza de la gente, en un momento en que el gobierno se estaba debilitando”, resume Nico. “No criticamos el intento de recuperar la soberanía - aclara - sino el método: mandaron a pelear a chicos como nosotros, que no estaban preparados, y muchos murieron”. La sola idea los espanta. Les recuerda a las caras de las víctimas de la dictadura pegadas en un afiche de la pared de su escuela bajo el título “Nunca más”.

En todas las escuelas se recordó ayer el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”. El 2 de abril de 1982 se desencadenó el conflicto del Atlántico Sur que duró dos meses y medio. En ese lapso murieron 649 argentinos, entre ellos jóvenes de 18 años que cumplían el servicio militar. Como secuela 350 ex combatientes se suicidaron.

Los chicos creen que hay que recuperar la soberanía de las islas, pero no conciben la idea de la guerra. Únicamente avalan la vía diplomática. ¿La conseguiremos? “No creo, hace tanto tiempo que se viene pidiendo lo mismo y no pasa nada ...”, dice Ignacio con un poco de escepticismo. Pero aclara que hay que seguir intentando. “Y además pedir el apoyo de los países del Mercosur y los de toda Latinoamérica”, propone Javier.

Nico duda sobre la urgencia del pedido. “Desde el punto de vista político hay cosas más importantes que la Argentina tiene que resolver, como los problemas políticos y económicos que no se pueden descuidar, ... no sé si es el momento. No podemos salir a pedir por las islas cuando dentro del país estamos viviendo un conflicto”, observa. “Bueno - intercede Julián-, se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo. No es que vas a concentrar el 100% de tus fuerzas en una sola cosa, hay direcciones, secretarías... que pueden ocuparse del asunto, mientras se resuelven los temas más urgentes”.

Por fin se ponen de acuerdo en que hay que seguir reclamando la soberanía argentina sobre las islas Malvinas. Pero además avanzan en dos temas. Por un lado dicen que la sociedad debe saldar una cuenta con los ex combatientes: “no tuvieron el reconocimiento que merecían”. Por el otro, proponen un repaso de la historia. “Tendríamos que tomar conciencia de qué procesos nos llevaron como país a perder las islas bajo el dominio de los ingleses. Porqué no reaccionamos en su momento y porqué lo estamos haciendo ahora”, plantean Julián y Nico.

¿Cómo se aborda en la escuela? “En debates dinámicos dentro del tema de la memoria, pero nunca como algo puntual”, aseguran Maxi y Javier. Y dicen que les gustaría saber mucho más sobre esa parte de la historia.

Historia de aventuras

Entre los más pequeños, la guerra de Malvinas se reduce a una historia de aventuras. “Los soldados se fueron a Malvinas porque ahí había mucha delincuencia, pero a la mayoría los mataron. Otros quedaron con muchas cicatrices”, resume Diego, de siete años. Lo que no logra entender es por qué esta vez no ganan los buenos.

Postura política

“La Argentina va a ser muy persistente con el trabajo diplomático”, dijo Filmus

El secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Daniel Filmus, afirmó que están dadas las condiciones para que el trabajo diplomático permita recuperar la soberanía del archipiélago. En una entrevista publicada ayer por el diario Tiempo Argentino, el ex senador kirchnerista aseguró además que el papa Francisco se mostró interesado en que avance en el diálogo con Londres.

“La Argentina va a ser muy persistente y va a sostener el trabajo diplomático con todos los países del mundo, porque así va aislando la política colonial británica. Lo que está destinado al fracaso es esta política británica de tratar de mantener un enclave colonial en el siglo XXI. Están dadas las condiciones para que la persistencia de esta mirada lleve a que recuperemos las islas”, aseguró Filmus.

Muchos adultos se sintieron estafados

Mientras los chicos y los adolescentes analizan el conflicto de Malvinas con mirada de futuro, los adultos que reviven en sus mentes el 2 de abril de 1982 coinciden, a la luz de la historia, en un concepto unánime: se sintieron traicionados, engañados, en un episodio en el que muchos de sus seres queridos pusieron el cuerpo.

Miguel Angel Testa (61 años, empleado municipal) no oculta un rictus de amargura cuando LA GACETA le pregunta por el 2 de abril del 82. “Estábamos preocupados porque teníamos un hermano que estaba en San Luis, al que lo iban a llevar a las islas. Había preocupación por una guerra. Imagínese. Eran chicos a los que los mandaban a la guerra. Y después, con el tiempo, vimos las fotos de cómo han quedado muchos de esos chicos. Nos hacían vivir un clima de guerra en nuestro propio país. Y nosotros, el único registro que teníamos de la guerra era el de la Segunda Guerra Mundial”, rememora Miguel Angel.

Esteban Díaz tenía 11 años el 2 de abril del 82. El suyo, por lo tanto, es el recuerdo de la escuela. “En la escuela, en los noticieros, nos querían imponer un espíritu triunfalista. Y el tiempo nos contó la verdad: que fue el delirio de todos esos psicópatas y fascistas que teníamos como gobernantes”, enfatiza.

En cambio, Ana Velárdez, de 71 años, no oculta que a esos días los vivió con mucha euforia. “Yo tenía una mercería; recuerdo haber vendido muchísimas cintas celestes y blancas, que también le puse a mi auto. Pero lo que siguió después fue lamentable, y le puedo decir desde el fondo de mi corazón que es una utopía pretender que los kelpers sean argentinos”, afirma la mujer.

El 2 de abril de 1982, Juan Zeballos tenía 35 años y trabajaba en una finca de El Sunchal, al norte de la provincia. “Seguíamos las noticias por radio. Y hasta creíamos que se podía ganar la guerra...”, recuerda, desde un banco en la Plaza Independencia, frente a la fuente. “No teníamos miedo, pero fue una época muy triste. Porque uno no dejaba de pensar en los padres que perdían a sus hijos en las islas”, agrega.

A los 71 años, Bienvenida González todavía agradece no contar con ningún ex combatiente ni caído en su familia. Durante el conflicto bélico, ella trabajaba como empleada doméstica. “Yo conocí mucha gente que quería que las islas volvieran a ser argentinas, pero en paz. No todos estaban a favor de la guerra. Lamentablemente, no se lo consiguió”, se entristece. “Lo más triste pasó después de la guerra: uno veía volver a los chicos que habían ido a pelear y algunos llegaban destruidos”, recuerda.

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