19 Marzo 2014
Los informes telefónicos permitieron llegar a dos sospechosos del crimen del sereno José Benjamín Flores, asesinado en octubre del año pasado en el country “La Arboleda”, en San Pablo. Ayer, la Policía detuvo a Martín Luis Trujillo y a Matías Martín Bravo, quienes estuvieron en la zona del barrio privado en el momento en que ocurrió el crimen.
La noche del 12 de octubre del año pasado, un grupo de ladrones rompió un alambrado e ingresó al country. Flores, que trabajaba como sereno, los habría sorprendido y los persiguió, luego de que unos vecinos realizaran unos tiros al aire. Fue cuando lo acribillaron de siete balazos en la calle de tierra que rodea al barrio privado.
Las primeras sospechas se centraron en Colonia IV, donde vivía el sereno. Los investigadores creían que la víctima había reconocido a alguno de los ladrones, y que por eso lo habían matado. Pero los allanamientos no habían dado ningún resultado.
El teléfono de Flores
Cuando el sereno fue asesinado, al lado de su cuerpo había quedado un teléfono celular. Una fuente policial comentó que luego supieron que el aparato no era el personal de Flores, sino que pertenecía al barrio privado.
Un informe de las empresas de telefonía celular permitió ubicar una casa de Lules, en la que había sido encendido el aparato que había pertenecido a la víctima.
Cuando se entrevistaron con la dueña de la vivienda, ella les dijo que el teléfono se lo había comprado a un familiar, cuatro días después de que había ocurrido el crimen. A través de ese dato, los policías de la división Homicidios lograron identificar a Trujillo y a Bravo, pero la Justicia consideró que aún faltaban elementos para ordenar su detención (la causa se encuentra en la fiscalía de Instruccióhn de la I° Nominación, a cargo de Mariana Rivadeneira).
Un nuevo informe de las empresas de telefonía móvil sirvió para determinar que las líneas celulares de Trujillo y Bravo estuvieron activas en la zona del country la noche del homicidio. Los dos sospechosos, además, tendrían allegados que viven en Colonia IV, por lo que la hipótesis de que habrían matado a Flores porque los habría reconocido volvió a cobrar fuerza.
Además, los investigadores (a cargo del oficial Javier Hidalgo y del comisario Luis Núñez) creen que hay al menos una tercera persona que podría ser identificada, quien habría resultado herida de bala durante la huida del country, dijeron fuentes policiales.
La noche del 12 de octubre del año pasado, un grupo de ladrones rompió un alambrado e ingresó al country. Flores, que trabajaba como sereno, los habría sorprendido y los persiguió, luego de que unos vecinos realizaran unos tiros al aire. Fue cuando lo acribillaron de siete balazos en la calle de tierra que rodea al barrio privado.
Las primeras sospechas se centraron en Colonia IV, donde vivía el sereno. Los investigadores creían que la víctima había reconocido a alguno de los ladrones, y que por eso lo habían matado. Pero los allanamientos no habían dado ningún resultado.
El teléfono de Flores
Cuando el sereno fue asesinado, al lado de su cuerpo había quedado un teléfono celular. Una fuente policial comentó que luego supieron que el aparato no era el personal de Flores, sino que pertenecía al barrio privado.
Un informe de las empresas de telefonía celular permitió ubicar una casa de Lules, en la que había sido encendido el aparato que había pertenecido a la víctima.
Cuando se entrevistaron con la dueña de la vivienda, ella les dijo que el teléfono se lo había comprado a un familiar, cuatro días después de que había ocurrido el crimen. A través de ese dato, los policías de la división Homicidios lograron identificar a Trujillo y a Bravo, pero la Justicia consideró que aún faltaban elementos para ordenar su detención (la causa se encuentra en la fiscalía de Instruccióhn de la I° Nominación, a cargo de Mariana Rivadeneira).
Un nuevo informe de las empresas de telefonía móvil sirvió para determinar que las líneas celulares de Trujillo y Bravo estuvieron activas en la zona del country la noche del homicidio. Los dos sospechosos, además, tendrían allegados que viven en Colonia IV, por lo que la hipótesis de que habrían matado a Flores porque los habría reconocido volvió a cobrar fuerza.
Además, los investigadores (a cargo del oficial Javier Hidalgo y del comisario Luis Núñez) creen que hay al menos una tercera persona que podría ser identificada, quien habría resultado herida de bala durante la huida del country, dijeron fuentes policiales.
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