Entre el derecho, la concesión y la discriminación caprichosa

Entre el derecho, la concesión y la discriminación caprichosa

15 Julio 2012
La persona con discapacidad tiene derecho a que le den cobertura; pero a su vez tiene la obligación de aportar, remarca Carlos Fiori. Nacido en 1956, víctima de la epidemia de polio que ese año afectó a muchos argentinos, abogado especializado en discapacidad, marca la diferencia entre derechos y concesiones. Por ejemplo, señala que el certificado de discapacidad no habilita para ingresar gratis a los espectáculos públicos. "Hay tres proyectos de ley en danza. Pero sólo hay una ley nacional que fija un cupo para los espectáculos organizados por la Secretaría de Cultura de la Nación, previa inscripción", advierte. Sobre el uso de pasaje de media o larga distancia, Fiori muestra cómo se discrimina : "te suben con el pasaje, pero no te dan la cena". La discriminación potencial también aparece en los viajes urbanos. "Al pase libre lo da Aetat, cuando en realidad debería darlo la Junta de Discapacidad. Que uno suba o no depende de la voluntad del chofer, que termina convirtiéndose en una suerte de médico auditor, con el agravante de que muchas patologías discapacitantes no son visibles", advierte Fiori. En ese punto, insiste en la necesidad de capacitar a los choferes sobre el tema. "La misión de ellos debería ser sólo verificar el carnet", añade. En el punto relativo a "empleo", remarca que el Estado debe garantizar un cupo del 4%, "siempre y cuando reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo". En el empleo privado, en cambio, no hay normativa. Y en Tucumán, la absorción de esa fuerza laboral es, todavía, mínima. "Existe el mito de que si se contrata a gente con alguna discapacidad, ese empleado le va a salir más caro", apunta.

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