28 Octubre 2011
Por Cecilia Becaria - DPA
Los jefes de Estado latinoamericanos aprovecharán hoy y mañana la XXI Cumbre Iberoamericana en Paraguay para debatir la actual situación coyuntural mundial, con la presencia de dos países protagonistas de la crisis: España y Portugal.
Las reuniones en Asunción coincidirán con los debates diarios de los líderes europeos acerca de cómo hacer frente al endeudamiento en la región y a la lucha de Estados Unidos por no caer en recesión. Latinoamérica observa con atención el proceso, expectante por la repercusión que podrá tener en sus economías.
"Las crisis han puesto en evidencia las limitaciones del funcionamiento hegemónico del Estado y de la economía, haciendo necesario recuperar al Estado como centro de la actividad del proyecto político, de salvarlo del predominio y de la lógica del mercado", aseguró el canciller anfitrión, Jorge Lara Castro, en el sitio web de la cumbre, convocada bajo el lema "Transformación del Estado y desarrollo".
En medio de un escenario de crecimiento, estabilidad macroeconómica, caída del desempleo y de la pobreza en la región, los gobernantes enfrentan un importante desafío. Para el secretario general iberoamericano, el uruguayo Enrique Iglesias, no se está viviendo "una época de cambio, sino un cambio de época".
"(Es) una crisis muy asimétrica que ha golpeado a Europa y a EEUU, pero no a América Latina, China o la India, y que acabó con 30 años en donde todo era previsible. La época que ahora se inicia se caracteriza por la incertidumbre", añadió el ex titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Mucho optimismo
De todas formas, Iglesias advirtió a América Latina sobre el riesgo de la "autocomplacencia". "Ha habido un exceso de optimismo en América Latina en los últimos años, como si hubiéramos llegado a la tierra prometida. En cambio, tiene que hacer muchos esfuerzos para hacer frente a sus problemas sociales", señaló, que destacó entre estos el de la "equidad".
A pesar de haber reconocido que la región probablemente corra menos peligro por su actual situación coyuntural, el director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre, también advirtió que hay que estar preparado. "Si antes, con un resfrío en las economías avanzadas, nosotros nos agarrábamos una pulmonía, esta vez la pulmonía está en los países avanzados y nosotros vamos a agarrar un resfrío", señaló.
"Los latinoamericanos seguimos enfocados en la coyuntura; siempre hablamos de lo que puede pasar en los próximos tres o seis meses. La gran agenda que tenemos va más allá, y tiene que ver con la capacidad de crecer a un ritmo alto con equidad social", opinó el economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Augusto de la Torre.
El "cambio de época" podría darse en un nuevo escenario. Según el balance de la Secretaría General Iberoamericana, Estados Unidos y España fueron los dos principales donantes bilaterales para la región, en los últimos cinco años.
Los jefes de Estado latinoamericanos aprovecharán hoy y mañana la XXI Cumbre Iberoamericana en Paraguay para debatir la actual situación coyuntural mundial, con la presencia de dos países protagonistas de la crisis: España y Portugal.
Las reuniones en Asunción coincidirán con los debates diarios de los líderes europeos acerca de cómo hacer frente al endeudamiento en la región y a la lucha de Estados Unidos por no caer en recesión. Latinoamérica observa con atención el proceso, expectante por la repercusión que podrá tener en sus economías.
"Las crisis han puesto en evidencia las limitaciones del funcionamiento hegemónico del Estado y de la economía, haciendo necesario recuperar al Estado como centro de la actividad del proyecto político, de salvarlo del predominio y de la lógica del mercado", aseguró el canciller anfitrión, Jorge Lara Castro, en el sitio web de la cumbre, convocada bajo el lema "Transformación del Estado y desarrollo".
En medio de un escenario de crecimiento, estabilidad macroeconómica, caída del desempleo y de la pobreza en la región, los gobernantes enfrentan un importante desafío. Para el secretario general iberoamericano, el uruguayo Enrique Iglesias, no se está viviendo "una época de cambio, sino un cambio de época".
"(Es) una crisis muy asimétrica que ha golpeado a Europa y a EEUU, pero no a América Latina, China o la India, y que acabó con 30 años en donde todo era previsible. La época que ahora se inicia se caracteriza por la incertidumbre", añadió el ex titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Mucho optimismo
De todas formas, Iglesias advirtió a América Latina sobre el riesgo de la "autocomplacencia". "Ha habido un exceso de optimismo en América Latina en los últimos años, como si hubiéramos llegado a la tierra prometida. En cambio, tiene que hacer muchos esfuerzos para hacer frente a sus problemas sociales", señaló, que destacó entre estos el de la "equidad".
A pesar de haber reconocido que la región probablemente corra menos peligro por su actual situación coyuntural, el director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre, también advirtió que hay que estar preparado. "Si antes, con un resfrío en las economías avanzadas, nosotros nos agarrábamos una pulmonía, esta vez la pulmonía está en los países avanzados y nosotros vamos a agarrar un resfrío", señaló.
"Los latinoamericanos seguimos enfocados en la coyuntura; siempre hablamos de lo que puede pasar en los próximos tres o seis meses. La gran agenda que tenemos va más allá, y tiene que ver con la capacidad de crecer a un ritmo alto con equidad social", opinó el economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Augusto de la Torre.
El "cambio de época" podría darse en un nuevo escenario. Según el balance de la Secretaría General Iberoamericana, Estados Unidos y España fueron los dos principales donantes bilaterales para la región, en los últimos cinco años.
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