Demandan al padre de Máxima Zorreguieta por la desaparición de una persona

Demandan al padre de Máxima Zorreguieta por la desaparición de una persona

Jorge Zorreguieta está acusado del secuestro de un médico en 1977, cuando era funcionario de la dictadura militar.

08 Septiembre 2011
BUENOS AIRES.- En la Justicia de Holanda se presentó una demanda contra Jorge Zorreguieta, padre de la princesa de Holanda, Máxima Zorreguieta, quien fue acusado por el presunto secuestro y desaparición de un médico sanitarista en 1977, cuando él se desempeñaba como alto funcionario de la dictadura militar.

Agencias internacionales de noticias informaron hoy que el ex presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), y ex titular de la Cámara de la Industria Azucarera, de 83 años, se encontraría en Holanda y por ello los familiares de la víctima radicaron la denuncia en ese país. El portavoz de la fiscalía holandesa, Ernst Koelman, confirmó que la demanda es examinada y que esta tarea demorará varias semanas.

Trabajó en Tucumán
La presentación fue hecha por la familia del médico, Samuel Leonardo Slutzky, de 41 años, coordinador de las Unidades Sanitarias de la Municipalidad de La Plata. Fue secuestrado en su casa, la noche del 21 de junio de 1977, por una "patota" de personas vestidas de civil. Casado y con dos hijos, el facultativo había trabajado en leprosarios y militó en el peronismo revolucionario durante los años 60. En 1968 participó como auxilio sanitario del foco de guerrilla peronista "Taco Ralo", en Tucumán, por lo cual estuvo preso de 1968 a 1973.

En 1977, la revista "Somos" divulgó su nombre en un artículo sobre "Taco Ralo" y poco, días después, fue secuestrado aunque en ese momento no tenía militancia política y sólo se dedicaba a su tarea profesional, según relataron los familiares y los organismos de Derechos Humanos.

Los sobrevivientes del campo de concentración La Cacha, ubicado en Buenos Aires, Silvia Bucci y Héctor Javier Quintero, contaron que Slutzky estuvo prisionero allí y no sobrevivió a los tormentos a los que fue sometido por los torturadores, identificados por los apodos de "El Oso" -un agente penitenciario- y "El Pelado".

El abogado holandés Goran Sluiter, representante de la familia del médico, declaró a la prensa holandesa que Zorreguieta estaba al tanto de los crímenes de lesa humanidad pero, pese a ello, siguió "aportando una contribución política al régimen". "Tampoco abrió ninguna investigación en su ministerio", remarcó.

En 2001 la justicia holandesa se rehusó a encausar a Zorreguieta por estos hechos, estimándose incompetente para juzgarlos, pero según Sluiter una reciente modificación de la ley penal haría posible tal proceso judicial. "Para crímenes graves como los señalados, el lugar donde fueron cometidos o la nacionalidad del autor no tienen importancia: si el autor se encuentra en el territorio de un país, ese país puede juzgarlo", sostuvo.

En 2002, la Casa Real de Holanda, se hizo eco de la opinión de la clase política del país europeo e impidió a Zorreguieta asistir a la boda de su hija con el príncipe heredero Guillermo de Orange. En 2005, el ex funcionario de la dictadura fue denunciado en la Justicia Federal por el secuestro y desaparición de la bióloga, Marta Sierra, una empleada del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que dependía de la Secretaría de Agricultura y Ganadería conducida por el padre de la Princesa. (DyN)

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