El Torso Desnudo: La estatua a la que le pintaron ropa interior

El Torso Desnudo: La estatua a la que le pintaron ropa interior

La escultura, víctima de uno de los casos de censura más insólitos que se recuerden, está en poder del sobrino de la autora: Ruth Coronel.

LIMPIEZA. Jorge Lobato Coronel tiene la escultura en su casa. La retiró de la Facultad de Artes en 1993. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI LIMPIEZA. Jorge Lobato Coronel tiene la escultura en su casa. La retiró de la Facultad de Artes en 1993. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
04 Julio 2011
Un enorme torso desnudo de tamaño natural, obra de la reconocida artista Ruth Coronel realizada con cemento y patinada con ácidos, se hallaba erguido en los jardines del entonces Departamento de Artes desde los años 60, junto a otras piezas (entre ellas otro torso, de Lorenzo Domínguez). Pero de repente, un día de 1977 la obra sufrió una modificación que, de alguna manera, marcó la época en que se vivía.

Manuela Mur había egresado de la Facultad de Filosofía y Letras en la UBA y llegaba a Tucumán luego de haber dirigido la biblioteca provincial de Mendoza. Asumió el 19 de noviembre de 1976 la dirección del entonces Departamento de Artes, reemplazando a Rafael Torino. En el acto de asunción, el rector Carlos Cornejo habló del empeño en la "jerarquización académica", mientras que ella prefirió destacar "la importancia del espíritu" y "la significación de la creación artística".

El "Torso" había sido esculpido durante 1966 y expuesto por primera vez en una muestra organizada por el Departamento en diciembre de 1967, en el Museo Provincial de Bellas Artes, ubicado entonces en Congreso 56. Luego fue colocado junto al mural "La paz" y a "La coya jujeña" en los jardines del Departamento, porque Ruth Coronel había sido la primera alumna egresada en el edificio "nuevo", el de Chacabuco y Bolívar. "La UNT seleccionó sus obras para ornamentar las instalaciones. El Departamento de Artes tenía otras obras de Ruth Coronel que desaparecieron luego de 1977", recuerda estos días su sobrino, el artista y restaurador Jorge Lobato Coronel, quien se debate entre conservar la obra o restaurarla.

Los memoriosos sostienen que no fue poca la sorpresa cuando, de un día para otro, el torso apareció pintado. Sí, efectivamente, a Manuela Mur le horrorizaba ver desnudos, y llegó a prohibirlos tanto en modelos vivos como en la realización de obras.

Con "Torso" se le ocurrió la insólita idea de hacerle pintar con color azul la bombacha y el corpiño. Con los años, el grosero hecho de censura se convirtió en una leyenda, y de generación en generación se comentó que un grupo de artistas, en repudio a la decisión, le había colocado al torso una bombacha y un corpiño realizados con papel de diario.

Otra medida increíble

Lobato Coronel cuenta que el "Torso" volvió a manos de Ruth porque en 1993. Con total desconocimiento, una ex funcionaria de la Facultad de Artes realizó un relevamiento de las obras exhibidas en la Facultad; luego llamó a los autores y les indicó que debían retirar sus obras o serían destruidas. Cuando la medida se detuvo ya era tarde: varias obras fueron retiradas y de otras no se supo el destino. "En ese momento yo estaba cursando la licenciatura y fui quien retiró el ?Torso? con la nota de autorización de la Facultad y con los pedidos presentados por Ruth", explicó.

¿Estás en proceso de restaurar la pieza o te has propuesto devolverlo?, se le preguntó al artista. "Lía Rojas Paz, y luego Dedé Chambeaud, le pidieron a Ruth Coronel que devolviera el ?Torso? o que entregara una copia, con el fundamento de que la obra es testimonio de los cambios políticos, porque sufrió la censura descabellada, porque representa una época estética y por otras razones. Le prometieron que tendría una plaqueta con reseña. Luego del fallecimiento de la autora (2005), Chambeaud volvió a pedir el ?Torso? pero nosotros solicitamos que antes restaurara el mural, que aún sigue destruyéndose. Hasta tanto, no reintegraremos la obra", respondió (el mural "La Paz" se encuentra hoy semidestruido).

La época
El artista y docente de la Facultad de Artes, Guillermo Rodríguez, estudiante en la década del 70, recuerda que Mur no sólo prohibía los desnudos, sino también los trabajos de taller. "Una vez estaba Bernardo Kehoe dibujando un autorretrato desnudo; entró ella y le dijo que esas cosas no se podían pintar", cuenta. Rememora que Manuela Mur persiguió todo lo que se pareciera a EzequielLinares: "no se podían utilizar colores como el violeta, que era usual en el arte del maestro, y hasta impidió el dibujo de mujeres ?peladas?" (una imagen frecuente en la figuración de Linares).

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