"En San Javier hay agua, pero está en las calles; en las cañerías no hay ni una gota"

"En San Javier hay agua, pero está en las calles; en las cañerías no hay ni una gota"

Volvieron a cortar el servicio ayer al mediodía.

29 Noviembre 2010
Toda la ilusión volcada en la reparación del acueducto de Anfama se desvaneció con sólo abrir la canilla. Los vecinos de San Javier, que tenían la esperanza de que hoy se solucionara el problema de falta de agua -porque así lo habían anunciado las autoridades encargadas del arreglo- se volvieron a frustrar. Al mediodía, el suministro se cortó sin previo aviso, mientras que en la calle 8 de la villa veraniega la correntada generada por un caño, se llevaba todo lo que encontraba a su paso.

Viendo esta imagen, Amalia Juárez, conocida almacenera de la villa, dejó escapar la siguiente frase: "En San Javier hay agua, pero está en las calles; en las cañerías no hay ni una gota". Ocurre que ella está harta de ver correr el líquido que los vecinos tienen para beber, por el suelo, como si fuera agua de lluvia. Y por el contrario, el líquido que cae del cielo, en la heladera, purificado con algunas gotas de lavandina.

"Hay caños rotos por todos lados: en las calles 9, 12, 8, frente a la escuela y también en el dispensario nuevo. Cada vez que dan el servicio es tan fuerte la presión que hace reventar las cañerías, que son muy viejas", precisó Amalia con la seguridad de un técnico, porque ya conoce de memoria sus explicaciones. "El problema tiene el mismo origen desde hace mucho tiempo. Hace tres años pusieron cañería nueva desde El Bosque de la Memoria hasta la calle 3, pero lo mismo se rompe al llegar más abajo y al final todo se va por la quebrada. Ahora mismo, entre la escuela y mi casa, por la calle 8, está lleno de agua", afirmó la vecina.

Pozo sin tapar

"Las zanjas que se hacen en las calles para realizar las reparaciones en las calles no se vuelven a tapar, es un peligro", protestó otra pobladora. "Frente a la escuela han cavado pozos para hacer arreglos y los dejaron abiertos porque ya saben que los caños se pueden romper otra vez", agregó.

¿Qué le dicen al turista?

"Yo no sé qué decirle al turista cuando llama por teléfono para preguntar si es verdad que no hay agua. Vivo del turismo, imagínese mi situación", admite, con un poco de vergüenza, un empresario del rubro que tiene su empresa en San Javier. "La gente escucha que aquí no hay agua y no viene y eso nos perjudica. ¿Yo qué puedo decir? Sí, mire, es verdad ...", reconoce.

Cuando el turista está alojado en un hotel o una hostería el problema está en explicarle que no puede bañarse cuando él quiera ni cantar tranquilamente bajo la ducha, como tal vez lo hace en su casa. "Muy respetuosamente, sin alarmarlo, ni entrar en detalle sobre los problemas que tenemos en San Javier, le decimos que por una cuestión de cuidado del medio ambiente no debemos derrochar el agua. Le pedimos que sea medido a la hora de bañarse", cuenta el mismo empresario.

Mientras tanto, LA GACETA llamó al 0800 de reclamos de la SAT, pero allí contestaron que nada sabían al respecto ni tenían ninguna queja.

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