Los visitantes endulzan su paladar con licores artesanales

Los visitantes endulzan su paladar con licores artesanales

En la muestra se puede degustar sin cargo el néctar elaborado en distintos sabores. Un productor tucumano ofrece la bebida de dulce de leche.

SIN CONSERVANTES. Las bebidas cremosas y líquidas son requeridas para acompañar distintos postres. LA GACETA / ANTONIO FERRONI SIN CONSERVANTES. Las bebidas cremosas y líquidas son requeridas para acompañar distintos postres. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
25 Septiembre 2008
Los secretos para comprar el licor adecuado y para saber cómo y con qué tomarlo es el valor agregado que Roberto Díaz ofrece junto con sus productos artesanales en el stand que posee en la Expo 2008."Se dice que son ideales para el invierno, pero también pueden disfrutarse en verano; lo importante es aprender a degustar cada uno de los sabores", sostiene Díaz, propietario del microemprendimiento "Licores del Tucuan". Incluso, antes comprar una botella, los potenciales clientes pueden probar los distintos licores artesanales. Eso los ayuda a decidirse.
"Mi esposa y yo comenzamos con el microemprendimiento en 2004 por curiosidad, siguiendo una receta de familia", contó Díaz. Pero cuando se dieron cuenta de que a sus clientes les encantaban los licores, resolvieron producir en mayor cantidad.
En cuatro años llegaron a elaborar seis tipos de licores: algunos cremosos, como los de dulce de leche, al huevo y de chocolate negro y blanco; y otros líquidos, como el de café y de guindilla. Los preferidos, según el emprendedor, son el de dulce de leche y el de guindilla. Reveló que este último tiene un sabor similar al del licor de guinda, y la ventaja de ser más barato.
"Licor significa licuado o mezclado. Por eso, cuando se los prepara se debe tener mucho cuidado al combinar los ingredientes, para que se integren de un modo armónico", dijo Díaz.
En la elaboración de estos licores artesanales no se utilizan químicos; sólo alcohol y el ingrediente base. Una vez que está lista la preparación, debe permanecer estacionada durante 15 días. A continuación se la envasa y se la somete a un proceso de esterilización a fin de que el licor conserve su sabor durante más tiempo. "Los líquidos pueden permanecer intactos hasta un año después de haber sido abiertos, siempre y cuando no se los exponga al sol ni al calor. Los cremosos, en cambio, duran dos meses si se los guarda en la heladera", comentó Díaz.

Combinaciones
El fabricante explicó que los licores se saborean mejor según con qué se los acompaña. Por ejemplo, un vaso de jugo de naranja puede ser cortado con una pequeña dosis de licor de café. El de chocolate blanco combina bien con galletas de chocolate negro. El de dulce de leche es ideal para degustar con un bombón de chocolate. "El de huevo, por ser el de sabor más suave, se sirve con cualquier postre o algo dulce después de almorzar o de cenar", señaló Díaz. Comentó que en verano son exquisitos con hielo.
Cada botella de licor artesanal, cualquiera sea su sabor, cuesta $ 15 y contiene 400 centímetros cúbicos. Quienes sólo quieren probar, tienen la posibilidad de servirse una medida por $ 2 o de tomarse un cóctel de frutilla o de ananá cuyos precios oscilan entre $ 3 y $ 10.

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