Falleció María Eugenia Aybar, una poeta del color

Una pérdida significativa para las artes plásticas de Tucumán representa el fallecimiento de la profesora María Eugenia Aybar de Moreno Campos, cuyos restos fueron inhumados ayer en nuestra ciudad. Como pintora y docente de esa disciplina, su figura llena un espacio de varias décadas en las manifestaciones artísticas de nuestro medio, donde le correspondió importante actuación.
Nació en Tucumán el 23 de mayo de 1925, hija del doctor Benjamín Aybar, conocido abogado y filósofo, y de la doctora Ana María Corominas. Una fuerte vocación la llevó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la UNT y luego en el Departamento de Artes de la casa. Obtuvo su licenciatura en Artes Plásticas en 1956, y muy poco después inició su larga carrera docente. Fue jefa del Taller de Pintura y profesora en la Escuela de Bellas Artes, y profesora adjunta en la cátedra de Dibujo, sección Escultura, del Departamento de Artes. En esta última dependencia de la UNT se desempeñó como directora, de 1981 a 1983. Por otro lado, desde 1963 hasta 1971, fue vocal de Artes Plásticas del Consejo Provincial de Difusión Cultural. Bajo su dirección, la vocalía organizó múltiples exposiciones de pintores, escultores, dibujantes y grabadores de Tucumán y del país. En reiteradas ocasiones integró, además, el jurado de salones oficiales y privados . Se desempeñó asimismo como delegada en Tucumán del Fondo Nacional de las Artes. En dos oportunidades, recibió becas del Instituto de Cultura Hispánica para cursos de especialización en España.
Desde 1951 hasta la actualidad, la profesora Aybar de Moreno Campos participó en exposiciones artísticas colectivas e individuales, realizadas en esta y en otras provincias, además de dos en los Estados Unidos. Su especialidad era el paisaje. El crítico Ramón Alberto Pérez afirmó que “poetizaba el color en estructuras compositivas rigurosas”, y que sus trabajos eran “ejemplo claro de su dedicación y su permanente búsqueda de los caracteres distintivos del paisaje tucumano, para ofrecerlos al espectador como prueba de su afecto por nuestra tierra”. En octubre del año pasado, en el Centro Cultural de la UNT se realizó la exposición “Homenaje a la trayectoria”, como tributo a la extinta y a su hermana Ana Matilde, destacada grabadora.