Con septiembre avanzando y la rutina ya instalada tras las vacaciones, los españoles empiezan a notar que los días son más cortos y que el otoño está cada vez más cerca. Y con ello llega una cita ineludible del calendario: el cambio al horario de invierno.
A pesar del eterno debate sobre si mantener o eliminar esta práctica, este año los relojes volverán a ajustarse. En España se realizan dos cambios anuales: el de verano, que comenzó el pasado mes de marzo, y el de invierno, que se produce el último domingo de octubre.
En 2025, la modificación se llevará a cabo la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre. A las 3 en la Península, los relojes deberán atrasarse a las 2. En el caso de las Islas Canarias, a las 2 pasarán a ser la 1. Este ajuste convierte esa jornada en un día con 25 horas en lugar de 24.
El objetivo oficial del cambio sigue siendo el ahorro energético, aunque el debate social y político continúa abierto. Mientras algunos defienden el horario de invierno por considerarlo más natural, otros prefieren mantener el de verano por las horas extra de luz. Esta controversia ha llegado incluso al Parlamento Europeo y a la Comisión, pero hasta el momento no se ha tomado una decisión definitiva.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) mantiene que, por ahora, España seguirá aplicando el cambio de hora en octubre. Por tanto, los ciudadanos deberán adaptarse de nuevo a este ajuste, que marcará el inicio del horario de invierno en todo el país.