Aunque España y Uruguay comparten idioma, las diferencias culturales pueden sorprender incluso desde los pequeños gestos cotidianos. Así lo relata Emiliana Artagaveytia, una joven uruguaya que vive en Valencia y que en los últimos meses se ha hecho popular en redes sociales por mostrar —con humor e ironía— todo lo que le choca, le fascina o le desconcierta de la vida española.
En uno de sus videos más recientes, publicado en TikTok bajo su cuenta @emi_grando, Emiliana recopiló las cuatro costumbres que, según ella, solo pueden pasar en España. El video superó las 245 mil reproducciones y generó miles de comentarios de usuarios que se sintieron identificados.
1. Mojar comida en la bebida: “Una vez que lo probás, es un camino de ida”
La primera costumbre que Emiliana destaca es tan inesperada como cotidiana: mojar comida en la bebida, sin importar cuál sea. “Acá no importa si están tomando café, té, horchata… siempre van a mojar algo ahí”, comenta. Al principio le parecía extraño, pero con el tiempo terminó adoptando la práctica: “Después veías la bebida con todas cosas flotando y decías: raro. Pero una vez que lo probás, no volvés atrás”.
2. Comer con pan (como si los cubiertos no existieran)
Otra observación que sorprende a Emiliana es el uso del pan como utensilio principal a la hora de comer. Según cuenta, el pan en España “no es solo un acompañamiento: es una herramienta”. “El español tiene un arte para comer con pan y que no le quede nada en el plato”, asegura. Y se ríe al compararlo con otras culturas: “A veces critican cómo comen en la India, pero acá se podría comer sin cubiertos mientras haya pan”.
3. Hablarse de balcón a balcón, como con walkie-talkies
La tercera costumbre es la que más le impactó en términos de comunicación. Para Emiliana, los balcones españoles funcionan como redes sociales analógicas. “Se hablan de un balcón al otro como si usaran walkie-talkies”, dice, y agrega que muchas veces las conversaciones son tan explícitas que se entera de todo: “La operación de la próstata, la hipoteca, todo”.
4. Cortar una llamada telefónica... ¿en 45 minutos?
Pero lo que más le cuesta entender es lo difícil que resulta terminar una conversación telefónica con un español. “Lo que demoran en cortar el teléfono en este país. Para colgar tenés que tomarte 45 minutos”, comenta entre risas. Y remata con una reflexión irónica: “Ya entiendo por qué se hablan de balcón a balcón… ¡porque es más rápido!”.
Las redes sociales como diario de adaptación
Emiliana no solo comparte estas diferencias con humor, sino que también habla de lo que extraña de Uruguay y lo que ha aprendido a amar en su nuevo hogar. Sus publicaciones funcionan como una especie de diario público que conecta con miles de personas migrantes que viven procesos de adaptación cultural similares.