Un golpe de gracia para ordenar la tropa oficialista y arrancar la campaña de cuatro meses

Un golpe de gracia para ordenar la tropa oficialista y arrancar la campaña de cuatro meses

LEVANTANDO LAS COPAS. Jaldo y Manzur brindan por el año que se va y por el que viene, pese a la difícil situación económica del país. LEVANTANDO LAS COPAS. Jaldo y Manzur brindan por el año que se va y por el que viene, pese a la difícil situación económica del país.

El peronismo quiso cerrar el año con un golpe de gracia. Para muchos fue una sorpresa; para ellos una necesidad, la de unir a la tropa a cuatro meses de los comicios provinciales previstos para el 14 de mayo próximo. En medio de tantos dirigentes territoriales, Juan Manzur lanzó la frase que gran parte del oficialismo quería escuchar: “mi candidato a gobernador es Osvaldo Jaldo. De esa manera, el jefe de Gabinete de la Nación busca previsibilidad para que el Frente de Todos trabaje de manera unificada, para mantener el poder.

El gobernador interino dice que su compañero de fórmula será el propio Manzur. Sin embargo, la consolidación de esa oferta electoral depende de una decisión judicial. El mandatario en uso de licencia parece confiado de que la Justicia le dará razón a su declaración de certeza para que la Justicia le permita postularse a la vicegobernación. De una u otra forma, Manzur será protagonista de la campaña. Hasta el momento, juega de titular en su rol de candidato a un cargo que ya ocupó en tiempos del alperovichismo. Jaldo está convencido de que así será porque, a su criterio, es la mejor estrategia para lograr, en las urnas, una victoria lo más holgada posible. Eso es lo que busca el médico sanitarista, una carta de renovación del liderazgo territorial en el sexto distrito electoral más importante de la Argentina. El tiempo dirá después qué hacer con ese título y con la carrera nacional.

El anuncio de Manzur fue tanto puertas adentro del oficialismo como para la misma oposición que no encuentra el camino del consenso. “Se acabó la especulación; aquí todos tenemos que laburar para que el Frente de Todos siga siendo gobierno en Tucumán y en el país. Nos jugamos el destino de la provincia y aquí no hay lugar para enojados ni desconfiados”, manifestó el jefe de Gabinete a un grupo de dirigentes que lo acompañaron en el despacho privado de la gobernación. Dirigiéndose a Jaldo, Manzur continuó con su bajada de línea: “nosotros trabajados desde muy temprano, desde las 6 o 7 y hasta la noche, en Tucumán y en la Nación, cada uno en sus puestos. Por eso todos tienen que salir a bailar, a moverse para que el peronismo retenga el poder y siga cambiando el destino de la provincia”, puntualizó.

LA MESA CHICA DEL OFICIALISMO. Sergio Mansilla y Regino Amado flaquean al gobernador interino y al jefe de Gabinete de la Nación. LA MESA CHICA DEL OFICIALISMO. Sergio Mansilla y Regino Amado flaquean al gobernador interino y al jefe de Gabinete de la Nación.

Al oficialismo le juega en contra el contexto económico. El jefe de Gabinete reconoce que el Gobierno nacional enfrenta un horizonte complejo y difícil, de alta volatilidad en los mercados, con una inflación que será la herencia para el año electoral y con un dólar que no encuentra techo. En su rol de jefe de ministros, Manzur ha conservado el poder de la lapicera porque la oposición no le dio a la gestión del presidente Alberto Fernández una herramienta clave para la administración de los recursos: el Presupuesto. Por esa razón, Manzur es uno de los hombres fuertes de una administración devaluada. La serie histórica de las transferencias no automáticas a las provincias da cuenta del crecimiento de los giro de dinero discrecional a Tucumán desde noviembre del año pasado. Manzur dice que no se trata de favoritismo. “El Presidente ha dicho, en reiteradas oportunidades, que gestionará para los 24 distritos del país. Entonces ayudamos a todas las provincias”, contesta cuando se le consulta acerca de las quejas opositoras.

La misma crítica que los sectores no afines a la Rosada realizan al manejo de los recursos federales se replica en territorio tucumano con los fondos no reintegrables que Jaldo ha distribuido entre los municipios del interior. El gobernador interino también niega favoritismo y así se lo transmitió a dos de los tres intendentes de Juntos por el Cambio que ayer acudieron a su despacho para reclamar igual trato. “Nadie puede quejarse. Estamos asistiéndolos según las necesidades y no le negamos fondos cuando ellos los necesitan”, indica el tranqueño. Por su despacho, apenas desembarcó tras su misión por Buenos Aires, pasaron los jefes municipales Mariano Campero (Yerba Buena) y Sebastián Salazar (Bella Vista). Por el Ministerio del Interior, en tanto, pasó otro de los intendentes que responden a Juntos por el Cambio: el concepcionense Alejandro Molinuevo.

Manzur y Jaldo analizan las encuestas. Sin embargo, al unísono indican que la gran batalla es sostener unida a la tropa justicialista y a los aliados dentro del Frente de Todos. La revelación manzurista fue también un mensaje hacia la oposición tucumana de que el peronismo no perderá más tiempo y que se lanzará inmediatamente a recorrer la provincia para consolidar la oferta electoral para el 14 de mayo. En el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, uno de los estrategas oficialistas planteaba el escenario electoral en Tucumán. “Mientras nosotros levantamos las copas para brindar, Juntos por el Cambio no puede ni siquiera ponerse de acuerdo para reunirse y despedir el año”, argumentaba, esperanzado en que ese quiebre opositor puede resultar clave para que el PJ obtenga un triunfo más holgado que el observado en los comicios del año pasado (hubo una diferencia de votos de tan sólo dos puntos porcentuales).

¿Vuelve?

Manzur se tomará unos días de licencia. Tal vez se refugie junto con su familia en alguna de las playas de la costa atlántica. Jaldo, en tanto, ha decidido quedarse y trabajar mediodía, pero sin perder de vista la emergencia propia de los veranos tucumanos. No quiere sorpresas ni que factores externos a la política incidan en su objetivo de convertirse en gobernador electo. “No puedo irme justo cuando estamos en zona de sprint”, señala Jaldo cuando se le pregunta por qué no tomará vacaciones.

¿Manzur renunciará a la Jefatura de Gabinete? La respuesta a este interrogante está abierto, aunque el final parece previsible: seguir en la vidriera nacional. El gobernador en uso de licencia prolongada vendrá más seguido a Tucumán. “Tengo una charla pendiente con el Presidente. Este es un momento de profunda responsabilidad para tomar decisiones individuales”, señala el jefe de Gabinete. El final está abierto. Pero hay indicios acerca de que se quedará en Buenos Aires. Por ejemplo, el viaje programado para marzo a los Estados Unidos para reunirse con el presidente de ese país, Joe Biden. La puerta está entreabierta. La llave la tiene la esposa del mandatario de la principal potencia global, Jill Tracy Jacobs Biden que, en oportunidad del Bicentenario de la Independencia Argentina, en 2016, disertó en la provincia. Las postales de la gira manzurista por Israel sirvieron también para consolidar posibles encuentros con inversores y financistas en los Estados Unidos, de la mano de la Organización Sionista Mundial.

Otra situación que llevaría a Manzur a continuar en su cargo es la estrecha relación con la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner. Pese a que hubo desencuentros hasta hace poco, el jefe de Gabinete transita una buena relación con la ex mandataria nacional. Cosas de la política, la conveniencia de contar con un interlocutor dentro del sindicalismo y de la liga de gobernadores justicialistas. Frente a ese posible escenario no se puede descartar que sea el propio Jaldo el que cierre el segundo mandato de la gestión provincial. Tiempo al tiempo.

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