Atlético y una derrota anunciada

Atlético y una derrota anunciada

Que Melano haya sentenciado al “Decano” fue consecuencia de algo ocurrido hace siete meses.

HIZO LO QUE PUDO. Ramiro Carrera fue el jugador del “Decano” que más buscó en el ataque. En la escena, trata de ganar de cabeza la pelota, ante la marca de un rival. Ruiz Rodríguez acompaña la acción. HIZO LO QUE PUDO. Ramiro Carrera fue el jugador del “Decano” que más buscó en el ataque. En la escena, trata de ganar de cabeza la pelota, ante la marca de un rival. Ruiz Rodríguez acompaña la acción. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
15 Septiembre 2021

Daniel Alfredo Coronel

Enviado especial de LG DEPORTIVA

¿Es posible perder un partido siete meses antes de jugarlo? Sí. Anoche, el “Madre de Ciudades” fue testigo de algo que parecía imposible. Y que incluso, con el diario del lunes -miércoles en este caso- es difícil de explicar. Para ello hay que remontarse a los últimos días de enero, cuando Atlético buscaba un reemplazante de Jonathan Cabral mientras se preparaba en Buenos Aires con una series de amistosos. “Queremos mantener a todos los futbolistas”, dijo Omar De Felippe que había asumido días atrás. Esa gira de amistosos significó para Atlético conseguir el central que estaba buscando, ¿pero a qué precio lo hizo? Lo cierto es que Santiago Vergini llegó, desde San Lorenzo, a préstamo sin cargo hasta diciembre. Pero anoche nos enteramos que esa transferencia no fue gratis. Le costó tres puntos al “Decano”. Es verdad que fueron transferencias independientes, pero la condición para que el zaguero llegue a Tucumán estaba supeditada a que el “Decano” libere a Lucas Melano, que claro, días después fue presentado como flamante refuerzo de San Lorenzo.

Siete meses después, y sin demasiado rodaje en el equipo de Boedo, Melano recaló en Central Córdoba y le bastaron sólo 25 minutos para convertirse en figura del “Ferroviario”, anotar dos goles, justamente ante su ex equipo y darle la segunda victoria del torneo a “CC” que hasta anoche estaba sumergido en el fondo de la tabla.

En la primera pelota del partido, “ODF” le gritó a Ramiro Carrera y a Augusto Lotti para que presionen al mediocampo. Ya se veía la intensión del “Decano”: asfixiar al “Ferroviario” para que no pueda adueñarse de la pelota. Atlético quería imponer el ritmo. Pero esa idea duró poco y nada.

Cuando los últimos rayos de sol alumbraban el imponente estadio, el “Decano” quedó muy mal parado, tras un intento de jugada preparada a favor, y Abel Bustos fue el responsable de cortar un ataque de cuatro contra uno que pintaba feo.

Jesús Soraire fue un dolor de cabeza para Matías Orihuela y Marcelo Ortiz durante todo el partido. El ex Boca Unidos y Central se paró como zaguero zurdo, y jugar con el perfil invertido fue una piedra más en el camino para él.

En el entretiempo el técnico (como lo viene haciendo todos los partidos) realizó una variante: esta vez el que salió fue Ramiro Ruiz Rodríguez, que sigue sin encontrar su lugar en la cancha cuando juega por las bandas. El ingreso de Guillermo Acosta liberó mucho más a Franco Mussis, mientras que Bustos retrocedió y se metió entre los centrales cada vez que atacó “CC”.

Por momentos lo único que le puso emoción a la noche fueron los cánticos de los allegados de Atlético y de Central Córdoba, que de a ratos hicieron olvidar que aún en Argentina el fútbol se juega sin hinchas. O eso dicen.

“El sistema 4-3-3 va bien contra nosotros, no nos lastiman, (Juan) Galeano se tiene que animar más”, avisaba el videoanalista Luciano Castillo desde la zona alta del estadio a Facundo Gareca, ex Atlético, a través de un sistema de sonido de largo alcance. Esos ojos extras fueron fundamentales para el resultado del partido.

“Ponelo a Melano, que el tres de ellos no hace pie”, avisó Castillo. Gareca salió despedido del banco y le avisó a Sergio Rondina, que hizo caso a sus colaboradores. El resto de la historia es conocida. “CC” se quedó con los puntos que Atlético había perdido hace siete meses.

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