Axel Rivas: “doble jornada escolar; el camino para los sectores vulnerables”

Axel Rivas: “doble jornada escolar; el camino para los sectores vulnerables”

El profesor e investigador en educación, cree en un sistema educativo que enseñe a pensar críticamente y que genere compromiso social y ciudadanía democrática.

RIVAS. “No hay un modelo ideal de escuela, sí hay referencias”, manifestó el investigador. RIVAS. “No hay un modelo ideal de escuela, sí hay referencias”, manifestó el investigador.

“Vivimos en sociedades muy injustas y la educación puede agrandar esas injusticias o combatirlas”, dice categórico Axel Rivas en su Charla Dos caminos hacia la justicia educativa en TedxRíoDeLaPlata. Ahí, el investigador y director de la escuela de Educación de la Universidad de San Andrés le habla a dos sectores de la sociedad que son “muy poderosos”: “a los docentes, que tienen el poder en las aulas y son mucho más poderosos de lo que creen. Y a las clases dirigentes, al poder político y económico, que pueden cambiar la educación en nuestros países si realmente se lo proponen”.

En su extenso camino estudiando los sistemas educativos del mundo y los de América Latina particularmente, Rivas se pregunta cuál es el lugar que le damos a la Educación y busca soluciones pragmáticas. “No hay un modelo ideal de escuela, sí hay referencias y una serie de cuestiones que uno querría que estén presentes en la educación”, insiste en diálogo con LA GACETA: “mi propuesta es un sistema educativo que enseñe a pensar críticamente, que produzca en los alumnos la voluntad y el deseo de aprender, y que genere compromiso social y ciudadanía democrática”, sentencia.

Durante la pandemia que transcurrimos por la covid-19, Rivas se dedicó a brindar conferencias y talleres a equipos escolares. “Siempre preguntamos qué palabras se les vienen a la mente a los docentes y aparecen ‘adaptación’, ‘flexibilidad’. La pandemia es una situación que ha hecho que tengamos que aprender muchas cosas buenas pero en un contexto muy difícil y los docentes no son lo suficientemente valorados, cuidados y protegidos”. El autor de “Revivir las aulas” y “¿Quién controla el futuro de la educación?” explicó además que Argentina hizo un gran avance en la presencialidad durante 2021. “Es uno de los pocos países de la región en donde han habido clases en todo el año. En la gran mayoría de los países no hubo clases durante este año pero Argentina logró una concertación política y social que priorizó la educación. Igualmente es necesario reconocer el esfuerzo y trabajo que están haciendo los docentes”.

-¿Es momento de pensar y trabajar en reformar el sistema educativo?

- Hay mucho para hacer al respecto. Actualmente y con tantas urgencias no se pueden hacer transformaciones profundas pero se abren puertas para que se hagan las transformaciones en los próximos años y poder repensar muchas cosas del sistema educativo.

- ¿Cuál sería la mejor opción educativa para los niños y jóvenes de estos tiempos?

- No hay un sistema ideal. Sí hay referencias y hay una serie de cuestiones que uno querría que estén. Lo más importante es la visión de cómo formar a los estudiantes: en el pensamiento crítico, en la capacidad de actuar, de tener protagonismo, iniciativas, hacerse preguntas, tener un pensamiento científico y esta mentalidad de crecimiento, con una conciencia ética. Todo esto, no se puede formar en una escuela tradicional que fue diseñada para reproducir la cultura y el conocimiento y no para generar pensamiento crítico y transformador. No existe el paraíso educativo. Necesitamos otras escuelas sin perder lo que sí funciona de las que tenemos. Hay que pensar el sistema en términos realistas y con una visión practicable que no sea una amenaza para los docentes, ni una ilusión que no se puede lograr. Hay que mirar mucho a América latina en donde hay experiencias muy interesantes y valiosas como el proyecto de Redes de Tutorías en México; proyectos de transformación en ámbitos rurales como Las Escuelas Nuevas en Colombia; las Escuelas del Mañana en Río de Janeiro Brasil o las Escuelas Proa en Córdoba. Son proyectos en donde los alumnos están más horas en la escuela pero no escuchando a sus docentes solamente sino trabajando en proyectos comunitarios. Esos ejemplos están acá nomás, no en Finlandia.

- El sistema de doble jornada o jornada extendida, ¿es una opción a trabajar en Argentina?

- He estudiado mucho estos modelos de jornada extendida o completa y, desde ya, son un camino muy importante especialmente para los sectores más desaventajados. La clave es que estén bien diseñados con una propuesta transformadora donde no se acumulen horas de clase sino que se piense un proyecto institucional, con distintos formatos. Es importante que se trabaje por proyectos, con flexibilidad. Hay muchos modelos para trabajar en primaria y secundaria, creo es una propuesta que tiene que hacerse muy bien para que funcione, no es solo aumentar la cantidad de clases. En la provincia de Río Negro hay una experiencia de extensión de jornada que ha funcionado bien.

- ¿Qué relación hay entre la educación y una sociedad más igualitaria?

- El Estado debe generar más oportunidades educativas para quienes tienen menos ventajas. Estas políticas funcionan bien cuando se logra trabajar a largo plazo con los equipos directivos de las escuelas. El camino para generar una sociedad más igualitaria y más justa es desde la educación y hay que empezar lo antes posible desde la primera infancia: abrir oportunidades. El modelo de jornada completa para los sectores populares se puede financiar con los recursos que aportan los más aventajados de la sociedad y eso generaría una transformación social. Aunque, para que todo eso suceda, tienen que ocurrir muchas otras cosas y en este país tenemos muchas deudas.

- ¿Qué necesitan los estudiantes en las escuelas de hoy?

- Creo que lo que uno quiere lograr en el sistema educativo es una combinación de elementos como la integración social, que los chicos se sientan incluidos, no dejar a nadie atrás y potenciar su autoestima. Otro elemento son las facultades de pensamiento de los alumnos: que tengan un razonamiento científico, capacidades de aprender a aprender. Y, por último, otra dimensión o herramienta es la de la ciudadanía: que ejerzan una ética de la ciudadanía y compromiso social. En esos tres planos el de las relaciones personales de inclusión social, el conocimiento y la dimensión social - comunitaria es donde están los desafíos actuales de las escuelas.

- ¿La educación en el mundo tiene un mismo rumbo?

- No sé si hay una dirección, sí hay una mayor preocupación por lograr que se aprendan competencias, habilidades y no solo conocimiento. Eso implica transformar la currícula desde la primera infancia que es una etapa clave. Cada vez hay más evidencias de que hay que invertir para que haya redes de contención social y educativa para que no se convierta en desventaja a lo largo de la vida. En Argentina se ha avanzado mucho en salas  de 4 y 5 años, pero hay deudas con los primeros años de edad para lograr buenos programas de primera infancia.

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