Dólar: ¿cómo es el "rulo" con el que se obtiene una buena ganancia?

Dólar: ¿cómo es el "rulo" con el que se obtiene una buena ganancia?

La operatoria que siguen los más avezados y los riesgos que se afrontan.

Dólar: ¿cómo es el rulo con el que se obtiene una buena ganancia?

La relativa pax económica se encuentra “atada con alambre”. Un alambre que comienza tensarse a través de un dólar planchado, y clavado a la realidad como barrilete que desea despegar a su posición natural. En ese marco, desde el gobierno apelan a toda medida posible para mantener la calma cambiaria sobre la que reside la “tranquilidad inflacionaria” (de 50% anual, pero que podría ser de 80% o más), plantea Martín Simonetta, director de la Fundación Atlas.

Con la campaña electoral ya decididamente lanzada, los inversores reconocen que hasta los comicios se deberá transitar un "puente" que podría tener implicancias en un mayor desequilibrio fiscal y monetario. Ello resulta importante en vista a que complicaría la administración de los serios desafíos del ¨día después¨, que requerirán de claves definiciones políticas, entre ellas respecto a avanzar en un acuerdo contrarreloj con el FMI, sostiene el economista Gustavo Ber. A nivel cambiario, tras sucesivas ruedas donde ha empezado a registrar saldos vendedor en sus intervenciones, el Banco Central (BCRA) podría estar más mostrándose más inclinado a acelerar un poco el ritmo de deslizamiento, en busca de mitigar los efectos que va incubando una dinámica de atraso frente a la inflación. Eso sucede mientras en simultáneo se estarían dosificando las intervenciones en los dólares financieros - a fin de resguardar el poder de fuego - a pesar de lo cual tanto las referencias reguladas como aquellas no reguladas siguen relativamente calma, remarca el analista bursátil.

Por el momento, el organismo que presidente Miguel Pesce mantiene el crawling-peg (una devaluación progresiva y controlada de la moneda) muy por debajo de la inflación, favoreciendo el atraso cambiario del tipo de cambio oficial.

Las estrictas restricciones para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) le ponen un techo bajo a la salida de dólares por esta vía (U$S 200 por mes, por persona autorizada), pero un nivel de ventas como el de octubre pasado durante todo el segundo semestre implicaría sacrificar unos U$S 1.200 millones, es decir un cuarto de las reservas netas que el Central viene acumulando en el año. Además, resignar dólares para suplir esta demanda, a diferencia de la intervención en los mercados financieros vía bonos, no tiene el “plus” de ganancia contable y mayor absorción monetaria que garantiza la brecha (venta de bonos al contado con liquidez y recompra con divisas adquiridas a la cotización oficial). Entonces, ¿qué hacen los inversores para sortear los cepos y obtener ganancias operando con dólares?

Las distorsiones de los precios en el mercado (contado con Liqui) facilitan operaciones en la que se puede comprar barato y vender caro, una transacción conocida en el mundo bursátil como “rulo” y con el que se puede obtener dividendos por casi $ 180.000 en dos jornadas. Mauro Cognetta, socio de Big River, explicó a TN cómo es la operatoria. “El Gobierno interviene el contado con liquidación para poner un freno a la suba. Compra dólares de la exportación en el mercado a precios oficiales bajos, que incrementan reservas, pero rápidamente salen de las mismas ya que los usa para comprar el bono AL30D y venderlo en pesos. Esteriliza moneda y le pone un techo transitorio a la brecha. Eso hace que el dólar contado con liquidación implícito a través del AL30 esté ‘subsidiado’, es decir, artificialmente bajo, en términos relativos a sus comparables. En cambio, el dólar que se consigue con el bono GD30 o las letras a descuento (Ledes) está $10 más caro”, detalla el asesor financiero. Como se puede observar, se trata de una operación en la que los más avezados tienen mayor gimnasia para bucear en el mercado.

¿Cómo funciona? La forma de operar depende de la moneda con la que se inicia la inversión, que será la misma en la que se finalice. Así, quien arranque con pesos terminará con más pesos y quien invierta dólares generará más divisas.

-Quien tiene pesos debe comprar el bono AL30 en contado inmediato, esperar los dos días reglamentarios de plazo de permanencia y venderlo en dólares (AL30C). Una vez que tiene esas divisas, compra en contado inmediato Ledes en dólares (SG1C o la de vencimiento más próximo al momento de la operación) y las vende en pesos (S31G1). De esta manera, el inversor terminará con más pesos en la mano, ya que compró dólares a un tipo de cambio implícito de $ 169,02 y los vendió en $ 179,25. Ahora bien, como la compra de contado con liquidación mediante AL30 tiene un cupo máximo disponible de 50.000 nominales por semana, se puede llegar a ganar hasta $178.356 (menos comisiones). Así, el monto máximo a invertir por semana son unos $ 3.022.000 y al final de la operatoria se obtienen $ 3.200.356.

-Para el inversor que parte de dólares contado con Liqui, la operatoria es inversa. Vende las divisas comprando Ledes en moneda extranjera (SG1C), que luego vende en pesos (S31G1). Ese mismo día, usa los pesos para adquirir en contado inmediato el bono AL30, que vende en dólares (AL30C) luego del parking de dos días (y teniendo en cuenta el cupo de 50.000 nominales) para llevarse la diferencia en dólares. En números y dados los topes a la operatoria, se puede partir con unos US$16.883 y ganar U$S 996 al final de la operación.

Aunque los rendimientos rápidos son atractivos, Cognetta advirtió que la jugada no está a exenta de riesgos. En particular, mencionó dos peligros. El primero, un brusco cambio de precios durante los dos días de parking que hay que esperar antes de vender los bonos en dólares. El segundo, la posibilidad de que el Gobierno sume alguna nueva restricción en el transcurso de la operación.

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