Todo lo que necesitás saber para no perderte en los cerros tucumanos

Todo lo que necesitás saber para no perderte en los cerros tucumanos

Durante los últimos años han sido noticias muchos deportistas que se pierden en la montaña. ¿Cómo prepararse? ¿Qué no hay que hacer?

Todo lo que necesitás saber para no perderte en los cerros tucumanos

En las últimas horas fueron noticia dos parejas de jóvenes que se perdieron, una en bicicleta (en la Quebrada del Portugués) y otra practicando enduro (en Raco). Ambas, afortunadamente, fueron encontradas sanas y salvas, pero esto visibiliza un fenómeno que se viene desarrollando de un tiempo a esta parte con más asiduidad: los deportistas se pierden en sus travesías. La información sobre los peligros sobreabunda, pero sin embargo hay algo en esta cadena que está fallando.

“Hasta al mejor cazador se le escapa la perdiz”, resume Maximiliano Aparicio, profesor de mountain bike. El ciclista considera que las razones que pueden llevar a una persona a desorientarse van más allá de la experiencia. “Cualquier biker se puede perder. Si no conoce, es muy probable que le pase”, asegura. El problema es que los senderos por los que circulan quienes realizan este deporte son muy cambiantes y su topografía puede variar de un mes al otro. Además, hay una serie de factores que intervienen. Por eso, consultamos con amantes de las bicicletas que nos comparten qué hay que hacer y qué no al momento de practicar deportes de dos ruedas.

Recomendaciones

Ricardo Salguero, experimentado biker, recuerda que hizo en aproximadamente nueve horas la misma ruta en la que se perdió la pareja en la Quebrada. Admite que entre los ciclistas (que, por cierto, son una comunidad muy unida) se sorprendieron mucho con este caso, porque es rara la época del año en la que la pareja decidió emprender la salida: “cuando hacemos travesía en grupo, hay lugares específicos para cada época del año. Hay algunos donde directamente no podés ir en ciertos climas. Este puntualmente no es para recorrer en invierno, es más para primavera o verano”, explica. Lo cierto es que hay entre ocho y 10 cruces de ríos diferentes donde sí o sí tendrán contacto con el agua. “Si los cruzás en esta época, después de atravesar el primero vas a ir congelado”, asevera.

“Generalmente se hace esta travesía en septiembre u octubre porque insume muchas horas. La salida en grupo es fundamental. Te vas a quedar sin señal y si no tenés GPS, no tenés cómo guiarte. Como en verano se cierra la vegetación o crece, si te metés un metro mal, te desviás y te perdés”, justifica Aparicio. “Cuando vas a hacer sendas que no conocés, tenés que tener un guía”, sugiere tajante.

Claudio Brahim, que también hizo esta ruta hace algunos años, recomienda: “hay que llevar abrigo y alimento. Siempre en travesía tenés que tener esas dos cosas y, aunque no quieras, algo de luz”. Es que en los cerros el clima cambia intempestivamente y, aunque durante el día haya hecho calor, es probable que la temperatura baje considerablemente al caer la noche. Si a uno lo agarra la noche arriba, deberá contar con estos dos elementos; las luces también son imprescindibles. Existen, de hecho, luces para bicicleta muy económicas que se cargan con USB. Sí, no hay excusas.

Qué no hacer

Salir por salir nunca es una opción. Por más experimentado que sea el deportista, es imperioso que se prepare: “no hay que arriesgarse en un lugar dónde no conocés el camino o no tenés un track (mapa guía) de GPS que te ubique hacia dónde vas. Salir a campo traviesa no es una opción -resalta Salguero-; hay muchas cuestiones que no podés improvisar. No te podés arriesgar a ir a lugares sin ver antes el estado del camino o el clima. Yo fui (a la Quebrada del Portugués) hace años y, si voy hoy, capaz que no me oriento”.

Irse sin una mochila bien equipada es un peligro. “Tenés que llevar una que tenga incluso herramientas, porque podés tener un desperfecto en la bicicleta”, agrega Aparicio.

Salguero remarca la importancia de no ir solo o en pareja: “hay que ir en grupo. En caso de que le suceda algo a alguien, uno puede salir a buscar ayuda; si son dos personas se complica, tenés que quedarte y ayudar a quien tiene el problema”, explica.

En caso de perderse, muchos seguirían por el camino tomado hasta encontrar el retorno, lo que puede hacerte perder aún más, pero Ricardo dice que es mejor volver sobre lo recorrido hasta encontrar el camino correcto, en la medida que la luz del día y el tiempo lo permita. “Si me perdí por muchas horas, me quedaría a pasar la noche y luego regresaría”, reflexiona.

Otra cosa que no hay que hacer, desde ningún punto de vista, es confiarle toda la ruta al teléfono móvil. Si bien existen aplicaciones que permiten descargar los senderos, es probable que con la ausencia de datos móviles el celular no pueda organizar la ruta correctamente. El GPS sí es recomendable, así como un equipo propio para la bicicleta y no como una app de teléfono.

Muy importante: nunca hay que salir sin avisar a los familiares cuál es el destino y la hora de regreso. María Claudia Martínez de Mikalus, coincide. Su esposo y un grupo de ciclistas se perdieron en la misma senda en el año 2010.

Mantener la calma

“Se unieron, racionaron la comida y se distribuyeron los abrigos. Como cambió el curso del río, las sendas habían quedado tapadas y se perdieron”, resume. Martínez recuerda que ella sabía a qué hora debería haber regresado el grupo y, al no ser así, se le encendieron las alarmas. “Se habían ido a la madrugada y el último contacto lo tuvimos cuando almorzaron en El Mollar. A la tarde yo tenía la merienda lista y ellos no llegaban -cuenta-; llamé a todos los otros matrimonios y quedamos de acuerdo en que había que esperar. Era al vicio salir nosotros también a la noche a buscarlos”, narra. Esperaron a la mañana siguiente para hacer la denuncia y allí comenzó la búsqueda, que terminó cuando localizaron a los hombres.

La mujer rememora la situación cómo “horrible” pero asegura que, como parientes, lo más importante es conservar la calma. Además, recalca que la labor del grupo cero y de los rescatistas en Tucumán es impecable.

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