Los docentes exigen clases virtuales por su seguridad

Al incremento de contagios por la pandemia, se suma la situación edilicia de los establecimientos y el frío que padecen los chicos en las aulas.

NUEVA NORMALIDAD. A causa de la ventilación en las aulas, el frío se convirtió en otro desafío para los estudiantes. ARCHIVO LA GACETA  NUEVA NORMALIDAD. A causa de la ventilación en las aulas, el frío se convirtió en otro desafío para los estudiantes. ARCHIVO LA GACETA

En la provincia, la docencia concuerda en la necesidad de suspender temporalmente las clases presenciales. Distintas entidades gremiales afirmaron que resulta urgente tomar decisiones ante una lenta campaña de vacunación, el avance de contagios generados por la pandemia, la muerte de colegas y los efectos adversos que puede generar el frío por la ventilación de las aulas.

Sobre este último punto, cada vez son más los testimonios de docentes que relatan las dificultades que tienen para dictar clases en días con bajas temperaturas. “A las ocho entran a las aulas y a las diez de la mañana están helados. Empiezan con dolores de estómago y cabeza. Incluso, a los barbijos no los soportan todo el tiempo y por momento piden bajárselo un instante para respirar”, había relatado a LA GACETA, una trabajadora de la escuela Cooperativismo Argentino.

En relación a este tema, el secretario general de la Asociación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP), David Toledo, manifestó que “el estado edilicio de muchas escuelas no es el ideal” y por más que se hagan esfuerzos “no resultan suficientes”. “El clima puede agravar el panorama y esta realidad se agrava por la situación sanitaria. Hoy son muchos los establecimientos que tienen deficiencias y no son adecuados para desarrollar tareas en este escenario”, agregó.

Teniendo en cuenta todos estos factores, el referente gremial sostuvo que las autoridades provinciales deben tomar cartas en el asusto y manifestó: “estuvimos de acuerdo el 1 de marzo con el inicio de las clases porque estaban dadas las condiciones, ya que consideramos que era indispensable el contacto entre el profesor, el maestro y los alumnos. Eso no se puede sustituir en absoluto. Pero durante el transcurso de ese mes, hemos advertido el incremento de los casos positivos”.

Ayer, fue una jornada de luto para la docencia tucumana. En horas de la mañana se conoció el fallecimiento de una docente de 55 años que se desempeñaba en una escuela pública y en un colegio privado. En la provincia, el número de docentes fallecidos llegó a 18.

“Nosotros venimos pidiendo la suspensión de la presencialidad desde que se registró el segundo deceso y todavía no hay respuestas del gobierno”, afirmó Carlos Giménez. El referente del Sindicato Docente de Tucumán (Sidot) remarcó que la suspensión de la presencialidad por 30 días permitiría avanzar con la campaña de vacunación sobre los trabajadores del sector y disminuir la movilidad para evitar mayores contagios. “Hay un gran caudal de docentes esperando vacunas y es necesario que se respeten las condiciones de bioseguridad. En muchas escuelas todavía se sigue sin respetar que los miércoles sean días de desinfección y en gran parte esto es por la desidia del gobierno”, detalló.

Giménez no dudó en afirmar que las aulas de las escuelas “no son lugares seguros” entre la pandemia y el frío “que expone a los chicos a otras enfermedades”. Además, sostuvo que su postura no se trata de una creencia. “Las estadísticas marcan eso. En Tucumán, tenemos una matrícula superior a los 400.000 alumnos y unos 36.000 docentes, y desde que volvieron las clases presenciales en marzo, el crecimiento de los casos positivos fue notable”, destacó.

Con tono crítico, el dirigente cuestionó la inacción del Ministerio de Educación y enfatizó que el ministro Juan Pablo Lichtmajer “niega la realidad” cuando habla públicamente. “Nosotros no estamos solos, los padres de los estudiantes nos acompañan. Y ellos están tomando consciencia porque no quieren arriesgar a sus hijos y eso se nota porque actualmente se registra una merma de chicos en las burbujas”, aseveró.

Lo que viven las escuelas y los docentes del sector estatal no varía demasiado de lo que sucede en las instituciones privadas. Bernardo Beltrán, secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), indicó a este medio que la entidad también solicita que se revea la presencialidad de los estudiantes en los establecimientos. “No creemos que sea necesario establecer las clases virtuales en toda la provincia, pero si tener en cuenta la situación epidemiológica de las zonas urbanas más densamente pobladas”, subrayó.

Beltrán también reprochó la falta de medidas de fondo para la situación que atraviesa la provincia y sostuvo que aunque las autoridades nieguen contagios en las aulas, la realidad demuestra lo contrario. “A las escuelas están llegando personas contagiados. En las últimas horas, se nos comunicó que se aisló una burbuja por un caso positivo en una alumna, pero la docente debe seguir asistiendo a dar clases”, contó.

Mientras las respuestas todavía no llegan, desde la cartera sanitaria indicaron que unos 10.000 educadores se vacunaron.

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Desde hoy y hasta el 28 de mayo, los estudiantes de la capital santiagueña, La Banda y Termas de Río Hondo mantendrán únicamente clases virtuales. La decisión fue tomada por el Comité Operativo de Emergencia ante los 2.826 casos positivos registrados en los últimos siete días.
Por su parte, en Salta las clases se siguen dictando de manera presencial en todos los municipios a pesar de un notable aumento de contagios. De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación de esta provincia, el 65% de la docencia ya fue inoculada con una dosis.

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