Tacacho llegó a reportar cinco veces en un mes las violaciones a la segunda medida perimetral

Tacacho llegó a reportar cinco veces en un mes las violaciones a la segunda medida perimetral

Entre el 26 de abril y el 24 de mayo de 2018, la víctima concurrió en dos oportunidades a la comisaría I° y en tres a un par de fiscalías

Paola Tacacho. Paola Tacacho.

La obtención de la segunda medida de restricción de acercamiento no alivió a Paola Tacacho: por el contrario, el femicida Mauricio Parada Parejas incrementó la intensidad de sus amenazas y agresiones. Ello obligó a la víctima, que promovió al menos 13 casos penales en la Justicia de Tucumán antes de ser asesinada, a extremar su búsqueda para que el Estado la protegiera y le garantizara sus derechos. Con ese fin, Tacacho llegó a reportar violaciones a la perimetral en cinco ocasiones entre el 26 de abril y el 24 de mayo de 2018, según se desprende del análisis de las causas N°6 y N°8 (ver facsímiles).

Durante esas cuatro semanas, la profesora de Inglés oriunda de Salta tocó en tres ocasiones las puertas del Ministerio Público Fiscal y en dos las de la comisaría I° de esta capital. Tacacho acudió específicamente en un par de oportunidades a prestar declaración espontánea a la entonces Fiscalía N°9, a cargo de Washington Navarro Dávila, que instruía la causa N° 6 (19.997/18), y una vez más a la unidad N°3 que dirigía la fiscala María del Carmen Reuter, quien acabó por remitir el proceso a la novena para su acumulación -un mes más tarde, la fiscala archivó “por orfandad de pruebas” y sin investigar al femicida el caso N°7 radicado en la unidad N°10-.

Los cinco reportes mencionan que Parada Parejas hacía caso omiso a la orden de alejamiento expedida por el ex juez subrogante N°5, Marcelo Mendilaharzu, el 9 de abril de 2018 y notificada al agresor el 18 de aquel mes. Los avisos de Tacacho comienzan exponiendo ataques y perturbaciones en las redes sociales, y alcanzan el punto cúlmine de gravedad a partir del 19 de mayo. Ese día, un sábado, la docente tuvo que correr y tomar un taxi para librarse de la persecución del femicida. Este suceso no fue una más de las muchas intimidaciones que la víctima venía relatando desde hacía más de dos años: ello surge de la circunstancia de que lo narró en dos lugares distintos. El 23 de mayo, Tacacho acudió al despacho de Navarro Dávila y, al día siguiente, a la comisaría I°.

¿Por qué la joven no se quedó tranquila con su primera declaración hasta el punto de que decidió repetir la historia en la dependencia policial? Lo cierto es que este “refuerzo” generó dos actas que exponen cómo un mismo relato contado por la misma persona puede cambiar en función del interlocutor (se informa por separado). El énfasis de Tacacho también contribuyó a retorcer un poco más el laberinto judicial en el que cayeron sus denuncias porque el testimonio del 24 de mayo de 2018 -que incluyó una copia de la perimetral dictada por Mendilaharzu- desembocó en la apertura del caso N°8 (32.711/18). El fiscal Diego López Ávila dispuso el archivo de aquel proceso el 7 de agosto sin investigar al femicida ni averiguar el estado de la causa N°6 y con el argumento de que no era “razonable” sostener una acusación a partir de la palabra de la denunciante.

La misma narración de la persecución produjo el efecto opuesto en la órbita de Navarro Dávila -en octubre de 2018 dejó el Ministerio Público Fiscal para asumir como jefe de la Defensa Pública-. El 28 de mayo, aquel solicitó la detención y el allanamiento del domicilio de Parada Parejas, requerimiento que el ex juez subrogante N°5, Víctor Manuel Rougés, acogió al día siguiente. Como consecuencia de esta orden, el agresor estuvo privado de la libertad hasta el 19 de junio. Con un recibo de sueldo de la Legislatura, su hermano Ronald Parada Parejas se ofreció como fiador, pero finalmente Navarro Dávila aceptó una caución real y constituyó un embargo de $ 30.000 en una camioneta 4x4. Tacacho no se enteró de que su femicida estuvo encarcelado en la propia comisaría I° y aquella medida coercitiva tampoco dio resultados: el 12 de julio, la docente denunció que Parada Parejas había vuelto a merodear por su domicilio. Nadie investigó esa nueva transgresión a la perimetral y el 10 de octubre de 2019, el auxiliar de fiscal Fernando Isa archivó la causa N°6 “por falta de espacio físico”.

Los reportes

1) 26 de abril de 2018

Ante la Fiscalía N°9, Tacacho dice: “(Parada Parejas) me hostiga por Twitter. Yo no tengo cuentas en las redes sociales: las cerré por su culpa. Los mensajes son cada vez más fuertes”.

2) 11 de mayo de 2018

Ante la Comisaría I, Tacacho dice: “(Parada Parejas) creó una cuenta en Facebook a nombre de mi mamá (Mariela Tacacho) y mandó mensajes amenazantes a mis conocidos”.

3) 17 de mayo de 2018

Ante la Fiscalía N°3, Tacacho dice: “(Parada Parejas) me sigue hostigando por las redes sociales. Hasta le mandó mensajes a mi gimnasio haciéndose pasar por mi madre”.

4) 23 de mayo de 2018

Ante la Fiscalía N°9, Tacacho dice: “tengo miedo que me agarre por atrás. El 19 de mayo, (Parada Parejas) salió corriendo para perseguirme”.

5) 24 de mayo de 2018

Ante la comisaría I°, Tacacho vuelve a relatar la persecución del 19 de mayo: “vi que (Parada Parejas) me estaba siguiendo y traté de tomar un taxi para salir a salvo de la situación”.

Hitos de un caso testigo de violencia

El 18 de marzo de 2016, Paola Tacacho interpuso la que sería su primera denuncia contra su femicida, Mauricio Parada Parejas. Este consumó el homicidio en octubre de 2020.

La víctima inició al menos 13 causas penales y una civil para librarse del hostigamiento. El 26 de mayo de 2016, el juez Alejandro Tomas dictó la primera medida perimetral.

El 5 de junio de 2017, el juez Juan Francisco Pisa rechazó un pedido de juzgamiento por desobediencia judicial del fiscal Diego López Ávila y sobreseyó al imputado Parada Parejas.

La causa N°6 fue la única que avanzó hasta el punto de generar la segunda perimetral y la detención del acusado, pero luego el auxiliar Isa la archivó “por falta de espacio físico”.

De los casos N° 6 y 8 surge que Tacacho llegó a reportar cinco veces en un mes la violación de la segunda medida dictada en 2018 para proteger su integridad física y psíquica.

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