Señales de madurez en Atlético

Señales de madurez en Atlético

CONTRA TODOS. Javier Toledo es marcado por tres jugadores de Vélez. El delantero no marcó pero asistió y tuvo un gran partido en general, en la ofensiva. CONTRA TODOS. Javier Toledo es marcado por tres jugadores de Vélez. El delantero no marcó pero asistió y tuvo un gran partido en general, en la ofensiva. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA

El Atlético de Omar De Felippe tiene cuatro meses. No es exactamente lo que se dice un bebé, pero si quisiéramos compararlo a escala con el crecimiento de una persona, podemos decir que todavía es un niño. Como todo niño, tiene zonas de confort. Su casa, por ejemplo. A medida que pasa el tiempo, la vida lo va enfrentando con escenarios distintos e imprevistos para su rutina. Todo lo que se traduce en dificultades. La semana que pasó para el “Decano”, justamente tuvo varios de esos episodios. Obstáculos que a un equipo en formación pueden desbordarlo pero que a este parecen haberle ayudado a forjarlo. El claro triunfo de anoche por 2 a 0 ante Vélez -único puntero del grupo B de la Copa de la Liga- así lo demuestra.

Los problemas para Atlético fueron varios: después de ganarle a Sarmiento de forma agónica, se quedó en Buenos Aires a preparar el duelo ante River. No solo le sumó un partido entre semana -desgaste físico- sino que quedó eliminado -desgaste emocional-. Las horas posteriores tampoco ayudaron mucho. Franco Mussis y Nicolás Aguirre presentaron síntomas compatibles con la Covid-19 y debieron someterse a diversos tests y terminaron aislándose por un par de días. Sin entrenarse correctamente, prácticamente quedaron descartados para la alineación titular a pesar de no contraer la enfermedad. En el medio, y con la paranoia con cualquier dolencia en la garganta, Ramiro Carrera contrajo anginas. Su mejor jugador.

Vélez tenía toda la intención de seguir presentándoles problemas. Aún así, la respuesta del equipo fue sólida. No solo fue capaz de adaptarse sino que tomó la iniciativa y fue a buscar exactamente lo que se terminó llevando.

Durante 45 minutos sostuvo el ritmo y la intensidad, similares las que mostró en el segundo tiempo ante River, desesperado por lograr la igualdad en ese caso. Ayer salió a buscar el 1-0 con esa postura y desde el primer minuto. El líder del grupo B se vio sobrepasado y encajó el primer golpe rápido: antes de los 15, Leonardo Heredia, Javier Toledo y Oscar Benítez se combinaron de manera perfecta para que “Junior” abriera el marcador.

Lo que en el entretiempo se sospechaba, al final del partido se confirmaba. El equipo que todavía es un niño, empezó a madurar. La ventaja de 1-0 que tanto le costaba sostener previamente no solo la mantuvo sino que la amplió con el rebote capturado por Augusto Lotti. La defensa, que hasta aquí había sufrido goles en todos los partidos, se quedó en cero. Los problemas de la semana los terminó capitalizándolos para su aprendizaje.

La analogía se vuelve un poco literal con Abel Bustos. El joven de inferiores, en su segundo partido como titular, fue uno de los puntos más altos teniendo que reemplazar a Mussis en el medio. La madurez de la que hablamos en referencia al equipo, aplica también para el juvenil. También para Ramiro Ruiz Rodríguez, con varios partidos más en Primera y a punto de hacer un golazo. Cristian Lucchetti, Toledo, Mauro Osores y Cristian Erbes también sobresalieron.

Todavía falta pero el de anoche es un paso hacia adelante dado con firmeza. El partido ante Boca será un desafío un poco más complicado pero después de esta semana, Atlético está listo para resolver cualquier problema.

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