Joven baleada: “no miden el daño que podían haber causado”

Joven baleada: “no miden el daño que podían haber causado”

Luego de que balearan a una joven para asaltarla; vecinos de los barrios del acceso norte de la capital aseguran que las paradas de colectivo de esa zona son un blanco predilecto para los motochorros.

VULNERABLES. Trabajadores y vecinos se consideran un blanco fácil para los motochorros. VULNERABLES. Trabajadores y vecinos se consideran un blanco fácil para los motochorros.
14 Enero 2021

“Mi sobrina no se resistió al robo, iba al médico con sus dos hermanas cuando aparecieron dos ratas en una moto y les sacaron un revólver”, contó Daniel Dominelli, que por la conmoción de la noticia cruzó la ciudad para ir a ver cómo estaba su sobrina Evelin, de 21 años, quien se recupera en el hospital Centro de Salud luego de haber recibido un disparo en la espalda durante un asalto.

El martes por la mañana las tres hermanas fueron a visitar a sus tíos y abuelos en barrio Los Pinos, al norte de la capital. Almorzaron y luego caminaron por calle Emilio Castelar hacía avenida Siria, para tomar el colectivo que las llevaría al sanatorio. Antes de llegar al destino dos motochorros atacaron a las jóvenes. “El la agarra del pelo a la chica para sacarle la mochila, fue lo único que les sacaron y ninguna se resistió. Antes de irse, le disparó por la espalda a la víctima. No se le escapó un tiro, le tiró para herirla”, describió Walter Peñaloza, un vecino amigo de los Dominelli que fue uno de los primeros en enterarse de lo que había pasado.

“Gracias a Dios ella está bien, pudo ser una desgracia. Los delincuentes no miden nada, el daño que podrían haber causado a la familia. Los papás de ella la están acompañando ahora hasta que le den el alta”, contextualizó el tío de Evelin. La chica estaba consciente tras el ataque, no se esperó a la ambulancia y la llevaron urgente en un auto particular a la guardia del hospital Avellaneda, donde tras asistirla la derivaron a otro nosocomio.

“Te están esperando siempre cerca de las paradas, este es uno de los barrios preferidos para los ladrones. Nos tienen de hijos. Hace unos días me tocó a mí, me pusieron una (pistola) calibre 22 en la cintura y me sacaron el celular y billetera ¿qué iba a hacer?”, relató Peñaloza. “Da mucha bronca porque uno sale a trabajar todos los días para que una rata te quite lo poco que uno tiene. Parece que ellos te pueden apuntar con un arma, pero cuando la gente reacciona y les pega se vuelve un escándalo”, agregó el vecino. Según explica, del otro lado de la avenida a veces se ve a un policía porque es el trayecto que pasa por una plaza deportiva y un supermercado. “De este lado, barrio Los Pinos y barrio Sargento Cabral es desolador”, añadió.

Los efectivos de la seccional 5ª, al mando de Raúl Gómez, buscaban hasta anoche cámaras en la zona que pudieran haber captado el asalto y a los delincuentes. Interviene además la fiscalía de feria de Delitos Graves contra las Personas.

Espera peligrosa

Aguardar por el ómnibus en las paradas de Emilio Castelar y Lisandro de la Torre es una acción riesgosa según explican los vecinos del acceso norte a la ciudad. Algunos reconocen que desde hace un tiempo ven más presencia policial en el lugar, pero también hay quienes aseguran que aún así los arrebatos y robos a mano armada no se detienen en la cuadra.

“Estas dos paradas son muy peligrosas, a mí nunca me pasó que me asalten acá, pero sí a mi mujer. Gracias a Dios no le hicieron nada”, describió Fernando Díaz, que esperaba el 101 que lo llevaría a su trabajo. “Hoy veo que hay policías, tan vez sea por el robo de ayer (martes), pero no todos los días están. Es peligroso para quienes venimos caminando hasta acá desde la México, la Castelar o la Francisco de Aguirre”, agregó.

“No la veo como una zona peligrosa. No sabía sobre el robo a esta joven pero posiblemente haya ocurrido, la inseguridad está en todos lados. Debo decir que tomo el colectivo aquí seguido y he visto policías en la esquina incluso los sábados y domingos”, ilustró Pedro Ramón Nieva sobre la cuadra. El hombre esperaba el 130 para ir a Los Nogales y comenzar su jornada laboral.

Nicolás, un comerciante de la zona aseveró que la zona es predilecta para los arrebatadores. “Muchas veces veo que la gente que espera para ir al centro, en vez de aguardar en el refugio, lo hace en la puerta del corralón. Otras veces la gente entra corriendo allí o en otro local porque la vienen persiguiendo los motochorros”, señaló. Según su criterio, quienes peor la pasan son los empleados de un supermercado cercano. “Los ladrones saben que el súper cierra a las 10 y los están esperando afuera. Le apuntan a las chicas sobre todo, las viven robando”, contó el comerciante, que agrega que él también sufrió asaltos en su local.

“A la vuelta hay una encomienda, allí atacan seguido también. Asaltan a la gente que va a retirar un encargo. Es positivo que ahora haya un policía en la esquina, destaquemos eso, pero ojalá dure. Ojo, ni una moto le dejaron al efectivo” concluyó el vendedor.

Capturan a un prófugo: el detenido está acusado de complicidad en un homicidio

Un albañil de 24 años se entregó el martes ante la división Homicidios de la Policía, que venía allanando propiedades de sus allegados para encontrarlo. El joven está acusado de haber sido cómplice del menor que habría cometido el crimen de Franco Gastón Nóblega, de 22 años, el domingo en el barrio 1° de Mayo, de Las Talitas. Se sospecha que el albañil habría manejado la moto en la que el asesino escapó luego de efectuarle nueve disparos a quemarropa a la víctima. El problema habría comenzado el viernes en una fiesta y dos días después ese pleito habría terminado en muerte. El menor además está acusado por otro crimen.

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