El campo levantó el paro, pero persiste la vigilancia en el sector

El campo levantó el paro, pero persiste la vigilancia en el sector

La Mesa de Enlace comunicó el cese de la medida de fuerza y los productores locales acataron la decisión. Preocupación por la interpretación oficial.

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Podría denominarse un triunfo completo, pero está opacado por una profunda sensación de desconfianza. En consonancia con la decisión nacional de la Mesa de Enlace, los productores tucumanos levantaron ayer el paro que habían declarado en rechazo a las nuevas intervenciones estatales sobre el mercado de maíz. Pese a que ya fueron suprimidas y las exportaciones podrán continuar con cierta normalidad, los referentes del sector advirtieron que mantienen una alerta máxima “ante la posibilidad de nuevos embates del Gobierno”.

A las 14 de ayer, los titulares de las tres entidades agropecuarias que organizaron el cese de comercialización de granos por 72 horas -Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Argaria- anunciaron el cese de la medida de fuerza ante la confirmación de que el Ministerio de Agricultura puso fin a las restricciones a la exportación de maíz. El lockout iba a durar hasta la medianoche e incluso se analizaba la posibilidad de extenderlo más tiempo.

“El Gobierno cometió un error bien visible, que ahora se ha modificado y es por eso que a partir de ahora nos disponemos a levantar el cese comercial. Buscamos el mayor diálogo posible”, expuso Daniel Pelegrina, titular de la Sociedad Rural. “No participamos del arreglo que se hizo (con el Consejo Agroindustrial Argentino -CAA-) y desconocemos sus alcances”, agregó.

Los referentes de la Mesa de Enlace -sin la participación de Coninagro- calcularon que el cese de comercialización de granos rondó el 60% entre los productores. “El paro es una medida que no queríamos tomar, pero lamentablemente las circunstancias que nos planteó el Gobierno nacional nos empujaron a llevarlo adelante. Cumplió el objetivo que nos planteamos”, evaluó Jorge Chemes, presidente de CRA.

El ministro de Agricultura, Luis Besterra, calificó los efectos de la medida de fuerza de “imperceptibles” y negó que hubiera tensiones entre la gestión de Alberto Fernández y el campo. “No hemos tenido contacto con la Mesa de Enlace, que ha tomado una medida que vemos poco productiva. Sí hemos articulado con el sector que representa a toda la cadena del maíz. Fue una ecuación ganar-ganar”, dijo en referencia a las últimas decisiones oficiales sobre el asunto, que fueron conversadas con el CAA.

En concreto, se trata de la decisión de reemplazar la restricción que sólo iba a permitir exportar 30.000 toneladas diarias de maíz -una medida tomada tras la iniciativa inicial de suspender totalmente las operatorias hasta marzo- por un “monitoreo de saldo exportable” hasta el empalme de la nueva cosecha. Además, en el Ministerio comunicaron la posibilidad de constituir un fideicomiso de larga duración “como solución estructural y método de desacople entre el mercado internacional y el de abastecimiento a transformadores de maíz”.

“Quedamos en alerta”

La resolución del conflicto agropecuario no trajo el alivio esperado por los productores tucumanos. “La medida de fuerza tuvo resultados sin causar cortes de ruta, pero quedamos en alerta ante la posibilidad de nuevos embates del Gobierno. Desde que asumieron ponen trabas en la rueda para la producción”, declaró a LA GACETA Osvaldo Martín, titular de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor). Y advirtió: “nos hace ruido que hablen de desacoplar los precios internacionales de los internos. Eso ya existe; un consumidor adquiere el maíz a un precio en el que ya se aplican las retenciones. Es diferente”.

En respuesta a los dichos de funcionarios oficialistas, el directivo manifestó que la incidencia de las materias primas es baja en el precio final de los productos. “Ronda entre el 8 y el 10%. Después hay impuestos, fletes y cargas. Ya hay un desacople de los precios. Nos mantenemos alertas porque ellos quieren captar más dinero del sector ante la suba de los valores internacionales. Nos quitan rentabilidad”, insistió.

En Tucumán, así como en el resto de la región, el cese de comercialización -que duró dos días y medio- consistió más que nada en un control de cargas en las rutas. “La entrega ha sido de un 50%, considerando que las cooperativas de Coninagro no adhirieron”, aclaró Martín.

Sebastián Murga, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), también se expresó “pesimista” ante posibles nuevas medidas oficiales. “Una y mil veces vamos a defender la producción nacional. El Gobierno deja profundas heridas que atentan contra la credibilidad del país e insiste con políticas equivocadas. El paro ha sido la respuesta por una suma de agresiones contra el campo”, definió el empresario.

En coincidencia con la Mesa de Enlace, Murga calificó que la medida de fuerza “era necesaria, aunque a nadie le guste tomarla”. “Lamentamos que se haya conversado con el Consejo Industrial, que no nos representa. Preocupa la mirada del Gobierno sobre el país; no sólo con el campo, sino con las instituciones”, finalizó.

El cese, de inicio a fin

Sin Coninagro, la Mesa de Enlace comunicó la semana pasada que el lunes se iniciaría el cese de comercialización de granos por 72 horas.

La medida de fuerza se inició el mismo día que el Gobierno anunció que cupificaría las ventas diarias de maíz al exterior en vez de suspenderlas.

Ayer, las entidades levantaron el lockout tras la confirmación oficial de que se suprimen las nuevas restricciones, pero siguen en alerta.

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