Cartas de lectores
14 Enero 2021

VIDA TRUNCADA

Un día de mes de mayo al ser que me dio la vida, le truncaron lo que más amaba, su vida. A fines de abril fue trasladada a un sanatorio donde el primer día le diagnosticaron infección en el pulmón derecho sin la placa de tórax que debía ser realizada. Esto fue descubierto al incluirla en una de las historias clínicas, para ser autorizada en Subsidio de Salud. Por esa infección, disfrazada y provocada, le suministraron antibióticos por 14 días detectándose que no hubo el debido intercambio de los mismos, comprobado en los resultados abismales de los valores en análisis de sangre continuos. Sumado a esto, en las historias clínicas los profesionales mencionaron cuadros de esquizofrenia, ACV, etc, sin haber padecido ninguno, teniendo en mi poder el informe de su médico de cabecera. Confirmo fehacientemente la falta de responsabilidad de quienes son los protagonistas principales y confiables de salvar vidas, quitándole el derecho de vivir a mi mama por el tiempo que Dios lo dispusiera.

María Asunción Lozano

Congreso 885

San Miguel de Tucumán

CORONAVIRUS

Escucho que un juez ordenó la aplicación de un medicamento, no autorizado, para el tratamiento de coronavirus en un paciente de 98 años. Son varias las cosas que me llaman la atención: que lo ordene un juez, que no tiene condiciones para valorar el medicamento. ¿Un médico podría dictaminar una sentencia judicial? Que un paciente de 98 años provoque semejante movida. Que esto mismo ocurrió en otras clínicas y hospitales y provincias. ¿Por qué surgió el problema en una clínica privada de la CABA? ¿No será que el Gobierno está involucrado con el objetivo de continuar con sus planes contra la medicina prepaga? No sé quién tiene las respuestas, yo sí la tengo.

Cristina Feeney

LAS TALITAS

En el municipio de Las Talitas el sol no sale para los adultos mayores. El 7 de este mes salimos con mi esposo, 73 y 70 años nosotros, a dar un paseo, sin bajarnos del vehículo, hasta el Timbó Viejo. Estos paseos los hacemos por nuestra salud mental (ante las restricciones, cuidados y precauciones por la terrible pandemia ) para que admirando las bellezas que nos regala nuestro creador, aumente nuestra fe y sigamos en confinamiento domiciliario. Al regreso ingresamos a El Colmenar, estaba un control vehicular. Nos detuvimos, mostramos lo solicitado por el agente, lo que ciertamente teníamos vencido era la VTV, en la creencia que estaba prorrogada, explicamos y pedimos nos den un plazo de 24 horas para hacerla y presentarla. Le dijo a mi esposo que bajara y se acerca a la mesita, donde había por lo menos cinco personas, incluido el director de Tránsito, sin distanciamiento social. Sería largo de explicar los momentos que pasamos, creí estar en el límite de Tucumán y Santiago del Estero. Levantaron el puesto y seguimos a la grúa hasta el corralón, donde debían quedar los autos con multa hasta el otro día en el que teníamos que presentarnos ante una jueza para dar las explicaciones y ella determinaría la multa a pagar ( nos decían era de $12.000). Allí también se habló y explicó, como lo estaba haciendo otro señor adulto menor, y el que le hacía escuchar audios o llamadas telefónicas. Se escuchaba que alguien hablaba, la jefa le daba las mismas respuestas que a mi esposo. Yo sentada en el auto, ya sintiéndome mal temiendo que se nos suba la presión, el azúcar y sin tomar los medicamentos, decidimos retirarnos, mientras esperábamos que nos buscaran. Dejaron que el señor al que me referí, quien manejaba un auto gris saliera. O sea, para los adultos no mayores, sí sale el sol. Nuestra odisea no terminó ese día, siguió el 8. Quiero agradecer a los porteros del corralón como del Tribunal de faltas ya que fueron los únicos que se dirigieron y nos trataron como a personas y adultos mayores.

Ana María Loberza

TUCUMÁN RETRO

Felicitaciones a LA GACETA por traernos a la memoria, a los que ya peinamos canas, de la mano de Sebastián Rosso, el Tucumán Retro. Una lluvia de buenos recuerdos de nuestra niñez, ya sea por haberlas vivido o por lo que nos contaban nuestros padres. A mí, especialmente, me invade la nostalgia y creo verlos transitar a mí tío Pedro y a mí padre Eulogio Díaz por la zona del Bajo. Ellos vivían en el Pje. Díaz Vélez, y hablaban de los Bares y Villares, Risco y La Perla y de la Peluquería de Don Lito Paz, que ya nos era familiar en la tradicional 24 de Septiembre y Avellaneda. Además en la espectacular foto que muestra al policía dirigiendo el tránsito se ven los rieles del tranvía que llegan a la Plaza Independencia. Para que se informen los técnicos de la municipalidad, de esos existen miles enterrados en todo el microcentro y si son observadores notarán que el tránsito subía del parque al cerro. Prueben, a lo mejor se termina el actual caos y de paso acomodan las calles que están de contramano. No sé si podrá mostrar alguna foto en sentido contrario, sería bueno observar lo que era la Terminal vieja de colectivo la Plaza Lamadrid y la Estación del Ferrocarril Belgrano y lo que es ahora, la verdad que dan ganas de llorar. Gracias por mostrarnos nuestra historia con fotos para que sepamos si avanzamos o retrocedimos.

Francisco Amable Díaz

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios