El secuestro de Margarita Toro: los celulares complicaron a los integrantes de la banda

El secuestro de Margarita Toro: los celulares complicaron a los integrantes de la banda

Especialistas de la Policía Federal estuvieron al frente de la pesquisa. Especialistas de la Policía Federal estuvieron al frente de la pesquisa. ARCHIVO

Cinco horas duró el secuestro extorsivo que sufrió Margarita Toro, supuesta líder del clan que lleva su nombre y que dominaría el territorio de Villa 9 de Julio. Pero detrás de ese caso, que se registró entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de abril de 2018, hay un trasfondo que habla de drogas, contactos políticos y policiales, una situación de extrema violencia y cuyos autores integraban, se podría decir, una banda muy inexperta que fue desarticulada por los errores que cometió. Todos esos detalles surgieron al resolverse que al menos ocho acusados serán enjuiciados por secuestro extorsivo agravado y robo, entre otros delitos.

El fiscal Pablo Camuña realizó la investigación. Entre los acusados aparecen miembros del clan Robles, el líder y dos hijos de La Inimitable, la barrabrava de Atlético y un familiar directo del ex delegado comunal de El Cadillal, lugar donde estuvo secuestrada la víctima.

Los imputados y su grado de participación son: Víctor “Pipa” y Hugo “Barza” Robles, Esteban “Vaquita” González, Andrés “Mudo” Zelaya y Cristian “Oreja” Lobo por ser autores del secuestro, del robo de joyas oro, dinero y el celular de Toro y otros delitos. Héctor Gustavo “El Gordo” González, Mauro “Pilo” Benítez y Cristián “El Gordo Cristian” Venturelli serán enjuiciados por el delito de secuestro únicamente.

Quedaron fuera de este pedido de enjuiciamiento Ezequiel Gustavo “Jaimito” González (el otro hijo de “El Gordo” que fue detenido en mayo en San Pedro de Colalao) y Melina del Carmen Gutiérrez, que permanece prófugo de la Justicia desde hace más de un año. Todos los mencionados se encuentran detenidos en distintas cárceles del país, sólo Gustavo González, Hugo Robles y Venturelli lograron que se les dicte el arresto domiciliario por la pandemia.

Problemas

Tucumán es chico y las versiones y las noticias se difunden rápidamente. Pero esa velocidad se incrementa si es que se trata de hechos que provienen de sectores ligados al delito. A principio de abril, los González habían sufrido el robo de la moto de competición de Ezequiel. Hicieron la denuncia en la división Sustracción de Automotores y acusaron a los Toro de haber cometido el hecho. Como no la recuperaron, habrían decidido hacerlo ellos mismos.  Pero hubo otra versión que se coló y que nunca pudo ser comprobada. Esa pelea también se podría haber originado por el poder de las tribunas del estadio de 25 de Mayo y Chile. “El Gordo” González, en una producción especial de LA GACETA, había denunciado que una familia de traficantes habría intentado llegar a un acuerdo para vender drogas.

Pero todas las dudas se despejaron con una extensa charla telefónica. “Pipa” Robles es un singular personaje cuyo nombre comenzó a ser conocido por los tucumanos. Estuvo de pareja con Sabrina Pasarín, la hija de Mario, condenado a nueve años por dirigir una organización narco, y que espera ser enjuiciada por un homicidio culposo. Y el secuestro de “La Jefa”, como la llaman sus parientes, fue prácticamente esclarecido por una llamada telefónica. El acusado se comunicó con Héctor “Ponja” Robles -que estaba detenido en el penal de Villa Urquiza y que tenía de manera ilegal un celular- contó cómo se desarrolló el secuestro y quiénes fueron los autores.

Contactos peligrosos

“El Gordo” González, pese a que había señalado que era inocente en reiteradas oportunidades, también quedó complicado por su teléfono móvil. Lo rastrearon y lo ubicaron en su casa de El Cadillal, lugar donde supuestamente estuvo cautiva Toro, que además declaró en la Justicia que él se había presentado en la vivienda. Venturelli es pariente directo de René Venturelli, ex delegado comunal de El Cadillal. Quedó involucrado en las escuchas. “Pipa”, luego de cobrar el rescate, lo llamó y, según los investigadores, hablaban del dinero y de la cantidad de fajos que le habían entregado.

“De fondo se escuchaban cómo estaban contando el dinero”, indicó uno de los pesquisas.

“Otras llamadas acentúan la certeza en torno a la participación de Venturelli en este tipo de gestiones orientadas a usar influencias y conocidos para impedir la investigación de los hechos, incluso mientras estos se estaban produciendo. En particular, del abonado correspondiente a Gustavo González con quien este acusado mantiene una comunicación el mismo 25 de abril de 2018”, se puede leer en la resolución judicial.

El final de esta historia se podría conocer recién el año que viene, cuando el Tribunal Oral Federal  ponga fecha del juicio. El viernes, la Justicia le prorrogó por seis meses más la prisión preventiva por lo que es probable que lleguen a juicio tras las rejas. Si son encontrados culpables, podrían recibir una pena de entre 10 y 25 años.

“La jefa”

Margarita Ramona Toro, la víctima del secuestro, es una de las vecinas más conocidas de un importante sector de Villa 9 de Julio. Está sospechada de liderar el clan Toro, grupo que tendría una red de narcomenudeo en ese sector de la ciudad. Nacida el 10 de enero de 1965, fue pareja de Daniel “Rengo Ordoñez” Tévez, hombre señalado como el que introdujo el paco en La Costanera, lugar donde fue asesinado por la pareja de su amante. El año pasado se descubrió que una banda narco habría planeado asesinarla para quedarse con el dominio territorial.

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