Riesgo, la contracara de toda decisión de inversión

Riesgo, la contracara de toda decisión de inversión

18 Octubre 2020

Por Regina Martínez Riekes, asesora financiera.-

“-Su cifra. La cantidad de dinero que necesita para retirarse lejos y seguir su vida. Creo que todo el mundo tiene su cifra y usualmente es una cifra exacta. ¿Cuál es la suya?-Más”

Wall Street 2 - El dinero nunca duerme

Houston, tenemos un problema

Elecciones en Estados Unidos. Segunda ola de contagios en Europa. ¿Recuperación en W? La incertidumbre respecto del futuro se traduce en miedo. El miedo en volatilidad en los mercados. Después de todo, un activo financiero no es más que el valor actual de un flujo “futuro” de fondos. Cualquier inversor tiene que tomar hoy una decisión en base a lo que estima que pasará en un futuro. El pasado ya es un costo hundido.

La pandemia generó una gran impresión de dinero a lo largo y ancho del planeta. Esa mayor cantidad de dinero ha producido una reflación de activos. Tratándose de instrumentos de renta fija (bonos), un aumento en los precios implica simultáneamente una baja en la tasa de interés es decir, del rendimiento esperado. Con retornos tan magros, encontrar valor es todo un desafío, empujando a los inversores a asumir riesgos que habitualmente no asumirían.

Enmarcado en este delicado panorama internacional, nuestro país suma una catarata de problemas recurrentes domésticos. A pesar de los desesperados intentos de las autoridades centrales el mercado local se ha transformado, una vez más, en un mercado 100% transaccional. Los “pesos crocantes” se utilizan para “pagar y cobrar”, mientras los argentinos continúan buscando la forma de dolarizarse. Con una brecha superior al 100%, la tendencia continuará en ascenso.

¿Cuántos cambios tiene esta bici?

La brecha, o diferencia de precios para un mismo bien, genera la posibilidad de arbitrar entre mercados. En una semana donde el “canje” tocó el 10%, traer dólares del exterior para transformarlos en pesos puede tener un jugoso retorno directo. El primer paso es materializar ese canje, es decir transformar los dólares “cable” (dólares en una cuenta en el exterior) en dólares mep (dólares en una cuenta local) a través de un ALyC. El segundo paso es transferir esos dólares mep a un banco, retirarlos por ventanilla y venderlos a $ 174 en el mercado blue o “ilegal”. De esta forma estaría ingresando dólares a un precio de casi $ 190. Nada mal para tratarse de un simple pase de manos.

En un nuevo intento de promover el ahorro en pesos, el Banco Central modificó la estructura de tasas de referencia. Entre las medidas se destaca la suba de tasa de plazos fijos para personas humanas, de un 33% a un 34% anual.

Para generar una renta en un mes de $7.575, una persona que invierta en plazo fijo necesitará un capital inicial de $ 267.352. La alternativa para generar esa misma renta, es comprar los U$S 200 solidarios a $ 136 y venderlos en el mercado blue o “ilegal” a $ 174. Para ello solo necesita un capital inicial de tan solo $ 27.225, es decir un monto 10 veces inferior al necesario para obtener ese mismo retorno a través de un plazo fijo.

Mientras exista la brecha, existirá la bicicleta financiera.

La Era Moreno II

En este viaje en el tiempo, el BCRA estableció que cada banco deberá comprobar que las empresas que buscan hacerse de divisas tengan la autorización correspondiente a través de un sistema conocido como SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones). La novedad es que los permisos deberán informarse 48 hs antes cuando estos superen los U$S 50.000 (anteriormente ese monto era de U$S 500.000). La insignificancia del monto, equivalente a dos motos de alta gama, pone de manifiesto la magnitud del problema al cual se enfrenta Argentina.

Aumentar las restricciones a las importaciones generará desabastecimiento. Los argentinos ya lo saben y es por eso que se sobrestockean de insumos dolarizados, preferentemente en cuotas sin interés.

Mayor restricción a las importaciones implicará para los importadores una mayor demanda de cobertura frente a la devaluación. Conocida la medida, la curva de dólar futuro exhibió un salto promedio de 2% en una sola rueda. Siendo habitualmente el único vendedor el Banco Central, el mercado se pregunta si la Autoridad Monetaria habrá sobrepasado el cupo de U$S 5.000 millones para vender contratos en ROFEX.

Atrapados en pesos

Con cada vez más restricciones, las empresas que hacen una gestión activa de su capital de trabajo, buscan desesperadamente resguardar su poder de compra. El haber sido beneficiarias de algún tipo de asistencia en virtud de la pandemia restringe recibir una tasa de Plazos Fijos superior al 24%.

Esta semana, la suba de tasa de pases propiciada por el Banco Central, aumentó el atractivo de cauciones llevándolas a un rango del 24% (72 hs) al 34% anual (30 días). Las cauciones son préstamos bursátiles a un inversor privado que deja en garantía títulos. Estos títulos serán ejecutados por el mercado ante un eventual incumplimiento.

Sin embargo, inflación y devaluación son archienemigas de posiciones conservadoras a tasa fija.  Al estar restringida la dolarización para beneficiarios de préstamos de la pandemia, la protección se hace de dos formas. Fondos dólar linked y cedears. Mientras los primeros solo cubren el salto cambiario del dólar oficial, los segundos cubren el salto del dólar libre o contado con liquidación. Los cedears son certificados de acciones globales que se pueden adquirir localmente y en pesos, accediendo a todos los beneficios, como el de recibir el pago de dividendos en dólares cable.

Que un inversor, tradicionalmente conservador, se vea empujado a invertir en renta variable para proteger su capital manifiesta la locura de esta nueva normalidad llamada pandemia. Las finanzas enseñan que una mayor rentabilidad esperada, implica asumir un mayor riesgo. Algo que muchos inversores, parecieran hoy ignorar por completo.

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