Los cementerios colapsaron en Manaos y la ciudad parece una película de terror

Los cementerios colapsaron en Manaos y la ciudad parece una película de terror

El presidente Jair Bolsonaro no aceptó enviar ataúdes a la capital del estado de Amazonas.

Los cementerios colapsaron en Manaos y la ciudad parece una película de terror
02 Mayo 2020

En el corazón del estado de Amazonas, Manaos vive una de las situaciones sanitarias más difíciles de Brasil. Hasta ahora la cifra de infectados que ya asciende a más de 3.000 personas. 

Entró en colapso sanitario después de que el gobernador Wilson Lima decretó la situación de calamidad pública el 23 de marzo. Hoy en día, Manaos es la tercera ciudad de Brasil con mayor tasa de contagiados por número de habitantes, por detrás de São Paulo y Fortaleza. 

Además, la curva de infectados es la más pronunciada en todo Brasil. En un mes pasaron de 63 a más de 3.000 contagiados por covid-19.

En la ciudad amazónica reside casi la mitad de la población del estado. En total son 1,7 millón de los 4 millones de habitantes. Ante esta situación hay pocas camas de Unidad coronaria; la mayoría están en la capital, a la que es complicado llegar desde muchas localidades del estado como resultado de las complicaciones geográficas que se presentan para atravesar la selva. 

Por este motivo, el gobierno del Estado duplicó los aviones para transportar enfermos y pasó de tres a seis aeronaves, cada una con capacidad para dos o tres pacientes. 

Los cementerios colapsaron en Manaos y la ciudad parece una película de terror

Los cementerios también colapsaron. Es imposible recibir a  los 288 fallecidos que reflejaron las últimas cifras. El alcalde de la ciudad, Arthur Virgílio Neto, dijo que se veían  "escenas de terror".

Ante la imposibilidad de enterrar a las personas fallecidas, los cadáveres fueron acumulados en camiones frigoríficos que los trasladaron hasta las fosas comunes que se acaban de abrir, como medida de emergencia, en el cementerio Nossa Senhora Aparecida, el más grande de Manaos.

Cuando se vio de nuevo saturado, el cementerio comenzó a cavar fosas más profundas para que permitan sepulturas por niveles en una misma fosa, lo que dejó perplejos a algunos familiares de los fallecidos.

La Asociación Brasileña de Empresas y Directores del Sector Funerario (Abredif) denunció que el presidente, Jair Bolsonaro, no aceptó la solicitud de apoyo logístico para ampliar la capacidad de urnas funerarias en Manaos. En las últimas semanas se han multiplicado por cuatro el número de entierros diarios, pero el jefe de Estado no quiere enviar ataúdes a esa zona.

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