Por Miguel Eduardo Décima
02 Mayo 2020
EN LA SEDE. El futbolista tucumano, posando en una zona de las instalaciones del club Bragantino, que juega en la Serie A.
“Mi inexperiencia me llevó a cometer errores que reconozco”. Con estas palabras, Tomás Cuello quiso demostrar mucho poder de autocrítica a la hora de analizar las razones que no le permitieron consolidar todo lo que había insinuado desde el momento en que apareció en el plantel de Atlético.
El volante de 20 años, surgido como una de las mejores promesas de nuestro fútbol, desde hace poco más de dos meses y por una temporada es jugador de Red Bull Bragantino. Esta entidad milita en la Serie A de Brasil (equivalente a nuestra Primera Nacional) y se encuentra en la ciudad de Braganca Paulista, en el estado de San Pablo.
Cuando estaba en plena preparación junto al plantel de su nuevo club, la pandemia provocó que se interrumpieran esos trabajos de pretemporada y que la dotación fuera licenciada. Cuando esto aconteció, Cuello no dudó un instante y se volvió al “Jardín de la República” para pasar la cuarentena junto a su familia, que vive en Villa Carmela.
- ¿Desde cuándo estás en la provincia?
- Desde el 18 de marzo que estoy en mi casa. Como pensamos que iba durar un buen tiempo y estoy viviendo solo allá es que decidí venirme. Acá estoy contenido por mi familia y puedo realizar las tareas físicas que nos dejó el cuerpo técnico. Éramos pesimistas en cuanto a lo que iba a tardar la situación en regularizarse, pero nunca nos imaginamos que era tan grave la cosa.
- En tu primera experiencia lejos de Atlético viene a ocurrir esto...
- Es un bajón terrible porque estaba enchufado para ponerme físicamente en condiciones para afrontar este nuevo desafío en mi carrera. Y de pronto, este parate hizo que la cosa volviera a fojas cero. Pero creo que las autoridades tomaron la decisión correcta, porque se debe priorizar la salud ante cualquier interés económico. Además, recién me estaba adaptando a la ciudad, pero por suerte pude venirme antes que declararan el aislamiento obligatorio.
- ¿Cómo fueron tus primeros días en Brasil?
- Todo transcurrió entre ponerme a disposición del cuerpo técnico y cumplimentar algunos trámites concernientes a mi pase. Lo que me dejó tranquilo es que ya había finalizado toda la parte legal e incluso ya había firmado el contrato. El objetivo inmediato estaba en ponerme futbolísticamente en condiciones, porque hace mucho tiempo que no hago fútbol formal. Estoy en un club en el que la principal apuesta es darles posibilidades a los chicos que surgen de las inferiores.
- ¿En qué momento de tu carrera te llega este desafío?
- Pienso que en uno de mis mejores momentos. Es que hasta ahora había atravesado procesos en los que me costó demasiado asimilar las cosas que estaba viviendo. Ahora estoy más tranquilo y con muchas ganas de empezar a consolidar mi juego. A eso lo voy a conseguir si logro adquirir la continuidad que tanto anhelo.
- ¿Qué ocurrió para que esa consolidación no se pudiera concretar mucho antes en Atlético?
- Aunque jugué muchos partidos en la Superliga, no tuve la continuidad que hubiera querido. Como profesional que soy, siempre acepté las decisiones del técnico (Ricardo Zielinski) y en todo momento estuve a su disposición para cuando él considerara que le podía ser útil al equipo. Como siempre, me entrené a full. Tengo la ilusión de poder encontrar la revancha que estoy esperando desde que se concretó mi pase.
- En lo personal, ¿cuáles fueron los motivos para que esa consolidación en Primera no se haya concretado?
- Considero que cometí algunos errores, que hasta pueden ser normales en un chico de 16 o 17 años que como yo tuvo la posibilidad de llegar a un plantel profesional de la capacidad del de Atlético. Lo bueno es que, como soy autocrítico, quiero superar rápidamente ese ciclo para demostrar mis condiciones- Esos errores sirvieron para recapacitar y para crecer también en lo humano.
- ¿Cómo ves tu futuro?
- Desde el mismo momento en que encaré este nuevo proyecto en mi carrera lo hice convencido de que era una chance que no debía dejar pasar por alto. Jugar en un medio tan competitivo como es Brasil es algo que no cualquier futbolista lo puede concretar. Por eso, tengo todas las pilas cargadas para que cuando empiece la temporada en mi nuevo club pueda hacer todos los méritos para ganarme un lugar en el equipo titular y de este modo pueda convencer a los directivos brasileños de que me compren el pase.
- Con esto, ¿descartás tu vuelta a Atlético?
- Para nada. Lo que ocurre es que jugar en Brasil es económicamente más provechoso, pero sin duda que si tengo que volver cuando se me cumpla el préstamo voy a hacerlo con toda la ilusión de recuperar el tiempo perdido. Quiero tanto a Atlético que, a la distancia, ahora vivo su actualidad a través de LA GACETA y de la televisión.
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