Aislamiento social: los jubilados piden que los médicos vuelvan a atenderlos

Aislamiento social: los jubilados piden que los médicos vuelvan a atenderlos

Por la cuarentena, los servicios de salud fueron reducidos a las urgencias. Pero los adultos mayores enfatizan que necesitan ver a los médicos especialistas para tratar sus dolencias.

Aislamiento social: los jubilados piden que los médicos vuelvan a atenderlos

“Al final, todo esto de la cuarentena es para cuidarnos a nosotros supuestamente, pero somos los viejos los que nos sentimos más desamparados. Los médicos no nos atienden y para muchas cosas no sabemos a quién recurrir”.

Teresa Martínez es presidenta del Centro de Jubilados de San José y en esta entrevista implora que no se la malinterprete cuando dice “viejos”. “Lo digo en el buen sentido”, aclara. “El viejo que no sabe usar el celular, o que no lo tiene más que para hacer llamadas. Somos muchos en esas condiciones y se nos está complicando mucho la atención de la salud, pero además sentimos que no nos informan como necesitamos”, explica.

ATENCIÓN REDUCIDA. En la sede central del PAMI sólo atienden casos específicos. ATENCIÓN REDUCIDA. En la sede central del PAMI sólo atienden casos específicos.

Dentro de las medidas de aislamiento social para frenar el avance del coronavirus, los servicios médicos públicos quedaron reducidos a la atención de urgencia y de casos febriles, que podría ser un síntoma de covid-19. Lo mismo sucede con los sanatorios privados, que tuvieron que cerrar los consultorios de médicos especialistas. Y en el caso de los afiliados a PAMI, se quedaron también sin los médicos de cabecera, que son el director de orquesta en la atención de la salud de los adultos mayores.

En realidad, sí atienden, pero de manera virtual. Por teléfono o por WhatsApp, y sólo para hacer las recetas de los medicamentos que los afiliados necesitan todos los meses, los médicos de cabecera continúan tratando con sus pacientes. O al menos con los que logran contactarlos (ver "Aislamiento social: las recetas se pueden tramitar por teléfono, sin papeles).

LARGA ESPERA. En la vereda del PAMI instalaron sillas para la espera de los afiliados. LARGA ESPERA. En la vereda del PAMI instalaron sillas para la espera de los afiliados.

“Pero no todos entienden cómo hacerlo, entonces están desconcertados, se suben al colectivo y se van a la sede del PAMI, donde atienden por turnos y con todo reducido. Algunos se van hasta los consultorios de los médicos de cabecera y se encuentran con un cartelito con el número de teléfono”, continúa Teresa, quien además es miembro del consejo participativo del PAMI a nivel nacional.

Recurren a otros servicios

En Banda del Río Salí, el municipio activó consultorios virtuales (vía WhatsApp) que funcionan en el centro asistencial municipal. “Los afiliados de PAMI recurren a nosotros, recibimos muchísimos llamados de personas mayores que necesitan la receta, o que necesitan que los vea un médico por cualquier dolencia. Y no tienen a quién recurrir, a menos que sea una urgencia nadie los atiende”, dice Graciela Gutiérrez, médica municipal y directora de Salud de La Banda.

“Entendemos la decisión del Ministerio de Salud de focalizarse en la covid-19, pero las personas también se enferman de otras cosas y es necesario atenderlas. Nosotros volvimos a hacer control de embarazo esta semana, como iniciativa propia, porque son cosas que no se pueden dejar de atender. Con los adultos mayores pasa eso, necesitan a sus médicos. Sería importante que el PAMI saliera con operativos para ver cómo están sus afiliados y en qué se los puede ayudar”, sugiere la médica.

Lo mismo sucede con la vacunación antigripal. “De las 2.000 vacunas que pusimos en La Banda, 800 fueron para afiliados del PAMI, porque no conseguían que se las colocaran en otros lados”, apunta Gutiérrez. Teresa Martínez coincide: “muchos de nosotros fuimos a las farmacias a ponernos la vacuna por PAMI y nos dicen que llegaron pocas, que ya se terminaron. Y cuanto más lejos del centro, peor”.

“Nos dejan de lado”

Juan Gallardo es el presidente del Centro de Jubilados Sargento Cabral, de barrio Echeverría. En su zona, los problemas con los mayores son los mismos: sienten que falta información y atención. “Los sanatorios no te atienden, sólo urgencias. Yo tengo 74 años, si me enfermo necesito el médico ya, no en una semana. Los consultorios de adultos mayores deberían estar atendiendo”, reclama.

PREVENCIÓN. Limitaron la capacidad del salón del PAMI para evitar el contacto. PREVENCIÓN. Limitaron la capacidad del salón del PAMI para evitar el contacto. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI

Respecto de la atención telefónica y las alternativas que puso en marcha el PAMI para evitar que los mayores salgan de su casa, Gallardo dice que no todos pueden acceder. “Apenas podemos manejar el teléfono para llamar, y muchos no tienen ni siquiera eso, y nos piden que nos atiendan por WhatsApp. Tenemos que molestar a algún sobrino o nieto para que nos ayude, pero nosotros queremos hacer nuestras cosas sin molestar a nadie”, sostiene.

“El problema es que nos están ignorando a los centros de jubilados, que somos la primera contención de los adultos mayores -subraya Martínez-. En los centros de jubilados los médicos siguieron atendiendo, ¿entonces por qué no pueden hacerlo los médicos de cabecera?”

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