30 Abril 2020
LA PILETA. Sobre el colchón, estuvo cinco minutos simulando nadar.
“No hubo ningún dorsal número uno. Lo puse por la edad de mi hijo, Lorenzo”, explicó Renzo Miorini Gutiérrez. Otra de las particularidades del triatlón virtual es que no hubo números asignados por lo que cada participante podía elegir el número y contar el motivo de la elección. Para el concepcionense, usual corredor de pruebas de largo aliento, ponerse el “uno” que habitualmente lo lleva el mejor de la competencia o torneo anterior, no fue una presión. Como en toda carrera oficial de triatlón a Miorini Gutiérrez no podía faltarle nada: tuvo su zona de transición entre cada disciplina con el respectivo canasto y el puesto de hidratación con bebida energizante y fruta. Fue otro triatleta virtual que no tenía pileta y que no se hizo ningún problema: con un colchón y la sábana del color más parecido al agua que tenía, simuló su escenario para la natación.
PREPARADO. Las caramañolas y las frutas son clave para el triatleta.
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