"Misión rescate": una máquina de matar que además tiene sentimientos

"Misión rescate": una máquina de matar que además tiene sentimientos

TREPIDANTE. A Tyler Rake (Chris Hemsworth) le lleva casi dos horas eliminar un ejército de narcos en Bangladesh.  TREPIDANTE. A Tyler Rake (Chris Hemsworth) le lleva casi dos horas eliminar un ejército de narcos en Bangladesh.

La principal protagonista de la nueva producción de Netflix es la adrenalina. “Misión rescate” marca el debut de Sam Hargraver en la dirección, aprovechando al máximo su experiencia en el armado de escenas de acción, ya que antes era stunt coordinator (coordinador de escenas de riesgo). La premisa de “Misión rescate” es sencilla: correr, disparar mucho y esconderse.

La historia nos presenta a Tyler Rake (Chris Hemsworth), un mercenario forjado por las misiones que le han tocado a lo largo de su carrera militar. Rake parece no tenerle miedo a nada. Recibe el encargo de rescatar al adolescente Ovi (Rudhraksh Jaiswal), hijo de un narcotraficante indio atrapado en prisión. Otro narco, en este caso de Bangladesh, Amir Asif (Priyanshu Painyuli), es quien ha ordenado el secuestro del hijo de su mayor contrincante y enemigo.

Basado en un comic de Ande Parks, el guión está a cargo de Joe Russo, uno de los directores de Avengers (con su hermano Anthony aparecen, además, como productores ejecutivos). Desafortunadamente este es uno de los puntos más flojos. En este tipo de género el personaje principal tiene una motivación para alistarse en una misión suicida, que vamos descubriendo a lo largo de la película. En este caso esa motivación existe pero no está desarrollada, no es creíble y por lo tanto no logra emocionarnos.

Si bien algunos giros de la trama resultan obvios, el film no promete más de lo que puede cumplir. Y nos regala un par de escenas muy bien filmadas, acorde con lo que quiere hacer sentir. Por ejemplo un plano secuencia de 12 minutos que incluye una persecución en auto, acción en el interior de un edificio de viviendas, con los personajes saltando entre los techos, para terminar nuevamente en las calles polvorientas de Daca en el interior de otro vehículo. En medio de todo Tyler y Ovi se mantienen como sujetos de interés, perseguidos, separados y reencontrados en los momentos menos esperados.

La película no baja la intensidad. Si en algún momento parece que los protagonistas van a descansar es una mera ilusión porque siempre se mantienen alertas. Una propuesta hecha a la medida de los amantes del género de acción.

Película / por Netflix

Buena

Temas Bangladesh
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