Reporte Rural: la economía tucumana precisa buenos caminos

Reporte Rural: la economía tucumana precisa buenos caminos

Los lluviosos veranos, a los cuales estamos acostumbrados, dejan, entre sus duras secuelas, rutas intransitables. Por ellas debe salir la producción de más de 270.000 ha de caña y de más de 40.000 ha de limón, entre otros cultivos importantes. Los productores deben hacer su parte; pero el Gobierno garantizar el mantenimiento. Por el bien de todos.

Las ultimas noticias que se vienen viendo en los medios de la provincia -principalmente, en nuestro diario LA GACETA- se refieren, en general, a los inconvenientes que está originando la pandemia del coronavirus y a la forma en que la sociedad se va adaptando para poder, de alguna manera, continuar con sus obligaciones diarias.

El decreto presidencial es claro: todos deben cumplir con el aislamiento obligatorio, salvo aquellos que trabajan en actividades indispensables para el funcionamiento de la sociedad. Estos están incluidos en el documento como “excepciones”; y la mayoría tiene que ver con las actividades agroproductivas.

Un tiempo antes de que se vaya conociendo las consecuencias que originaría la aparición del covid-19 en el mundo -y en nuestro país y región-, las lluvias que se dieron durante el verano -muy irregulares, con ciclos de sequías intercalados con las intensas precipitaciones a las cuales los tucumanos estamos habituados-, generaron diversos daños en diferentes localidades provinciales. Las lluvias afectaron a la población adyacentes a las zonas bajas y cercanas a las escorrentías de los torrentes originados.

Pero la gran cantidad de agua caída en diferentes períodos de tiempo durante el verano tucumano también provocó anegamientos y escorrentías en los campos y, sobre todo, daños y roturas en los ya deteriorados caminos y rutas, por los cuales los productores trasladan la logística necesaria y la producción.

El estado de los caminos sigue siendo deplorable y la falta de conservación es casi total, salvo en las rutas nuevas.

La mala o nula conservación no sólo se da en los caminos rurales; también de rutas secundarias, y hasta primarias, en algunos casos.

Ahora se suman los inconvenientes originados por los cortes de accesos y diferentes caminos, que llevan a cabo algunos intendentes y comisionados rurales. Esto impide que productores y transportes -de personal o de carga- puedan ingresar a los campos o los obliga a realizar importantes rodeos para llegar a destino.

En la fecha de abril que hoy nos encontramos ya están trabajando a full la cosecha de limón y de granos -principalmente, soja-. Y restan sólo algunos pocos días para que comience la zafra azucarera

Los productores manifiestan que el deplorable estados de las rutas y de los caminos no sólo afecta el desenvolvimiento normal de la cosecha de las principales actividades productivas de la provincia, sino que también podría incrementar el costo de los fletes, por el riesgo del transporte a romperse más fácilmente debido al mal estado de los caminos.

Hay que tener en cuenta la importancia de la producción agropecuaria provincial. Implica una producción de limón de más de 40.000 hectáreas con más de 300.000 toneladas de fruta fresca destinada a la exportación y más de 1,1 millón de toneladas de fruta destinada a la industria. La producción cañera -la más importante en Tucumán, económicamente hablando-, con más de 270.000 hectáreas que producen 1,6 millón de toneladas de azúcar -para lo cual hay que transportar por esas rutas y caminos valores mayores a las 16 millones de toneladas de caña con destino a los trapiches de los ingenios-.

En granos se alcanzaron casi las 200.000 hectáreas en soja, que dieron, hasta el momento, adecuados rendimientos. El maíz, con 70.000 hectáreas, y unas 15.000 hectáreas de poroto dan una idea de la gran necesidad de que camiones, maquinarias y vehículos se muevan por esas rutas.

Todos los años Tucumán enfrenta veranos lluviosos, que ponen de manifiesto la fragilidad de los caminos. En especial, los rurales, por los cuales no se pueden circular mientras dura el período de lluvias. Lo peor es que muchos caminos del campo tucumano funcionan como verdaderos ríos, sacando toda el agua caída -lo que evidencia que prácticamente existen obras de desagües-.

Momento de reparar

Cuando el período lluvioso termina se vuelve necesario que ingresen maquinarias para reparar los caminos, con el fin de que estos estén en condiciones de ser transitados por producciones y por personas.

El área productiva provincial necesita unos 3.000 kilómetros de caminos rurales en condiciones para tener una perfecta conectividad.

Hoy lo urgente de la pandemia hace que muchos de los esfuerzos pasen por otras cuestiones. Pero no se debe desatender el mantenimiento de los caminos rurales, por el bien de todos.

Estos caminos deben recibir un mantenimiento; y deben tener un ancho que permita que el agua que corre sobre ellos no los dañe de manera importante. En paralelo, se deben hacer las obras de infraestructura necesarias y el mantenimiento en cauces de ríos. Estas tareas deben ser prioritarias para el Estado. No debemos, sin embargo, dejar de lado la responsabilidad del productor. Este debe manejar sus campos en forma adecuada, para que se minimicen los daños que produce el agua dentro de sus predios. El trabajo en conjunto entre Estado y productores resulta indispensable para mantener las vías de comunicación de acuerdo a las necesidades.

Temas Coronavirus
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios