Continúan investigando la extraña desaparición de una mujer

Continúan investigando la extraña desaparición de una mujer

PROTESTA. Familiares y vecinos marcharon para exigir su aparición. PROTESTA. Familiares y vecinos marcharon para exigir su aparición.

Los familiares no dejan de calcular el tiempo de ausencia de María Graciela Luna. “Hace seis días que estamos sin ella”, se lamentó Juan Carlos, el hermano. El entorno de la mujer desaparecida cumple por estas jornadas el pedido oficial de dejar lugar al trabajo de los investigadores y aguarda, con desesperación, algún dato preciso y esclarecedor sobre su paradero.

Luna y Esteban Nieva, hermano y pareja de la desaparecida, afirmaron que la Justicia y la Policía brindaron poca información sobre la causa y los procedimientos que realizan. Aunque sí se sabe que los pesquisas comenzaron a analizar el celular de María Graciela y filmaciones de cámaras ubicadas en determinados puntos por donde podría haber circulado antes de que desapareciera. “Por ahora no tengo nada. Sé que (el caso) pasó a la fiscalía y que pidieron grabaciones de las cámaras. Pero datos concretos no recibimos”, expresó Nieva.

El viernes 17, alrededor de las 15.20, Luna salió de su casa del barrio Oeste II, en la capital. Según la versión inicial, se dirigía hasta un consultorio médico privado de avenida Sarmiento primera cuadra. Vestía un pantalón de color negro, una remera gris claro y zapatillas negras con franjas rosas.

A las 23.30, el esposo se presentó en la seccional 12ª para denunciar que su concubina, de 38 años, no aparecía desde la siesta. Los familiares la habían buscado por distintos lugares y preguntaron a vecinos y cualquier otra persona, teniendo en cuenta su probable recorrido. La Policía averiguó a la vez si había una detenida o aprehendida en alguna comisaría registrada con ese nombre, y en los hospitales. En ningún caso se obtuvo un dato útil. También averiguaron como “NN”.

“Ella llevó plata cuando salió de acá. Cruzó el Camino del Perú. Supuestamente, saludó a una vecina y tomó un taxi para ir al instituto médico. Después, desde el centro médico le dijeron a mi hija que nunca se había presentado. Ahí, me pareció raro todo”, expresó el esposo. “Ya no sé si pudo haber vuelto en taxi o en colectivo posteriormente. Ese día le había dado dinero para que regresara en taxi”, agregó.

Nieva ratificó esta semana su relato ante los investigadores. “Me contaron que la vieron por avenida América y Uruguay, alrededor de las 23.30, viniendo ya para casa, y no se sabe si hizo una cuadra más. A esa hora estaba haciendo la denuncia en la comisaría”, recordó. “La necesitamos mucho. Yo la amo, los chicos la aman. No es una persona que tome, se drogue o sea mala. Al contrario, es muy querida y no tiene maldad”, manifestó.

“No nos dijeron si habían encontrado algo en el teléfono de ella o en las cámaras de seguridad”, remarcó Luna. Contó que su hermana sobrellevaba problemas de salud desde enero. Recordó que se sentía mal por dolores en la cara. “Todos los días le preguntaba cómo se encontraba. Ella me respondía que no daba más, que no aguantaba más vivir así, porque no sabía lo que tenía”, dijo.

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