Actividades culturales: los agentes de prensa se organizan para enfrentar la cuarentena

Actividades culturales: los agentes de prensa se organizan para enfrentar la cuarentena

A nivel nacional y con presencia tucumana se está estructurando una organización para impulsar reivindicaciones.

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La industria de la música, sobre todo los conciertos en vivo, es una de las actividades culturales más afectadas por la emergencia sanitaria. Mientras los músicos se las ingenian para estar activos en las redes, desde la Nación y la Provincia hay convocatorias para recibir aportes y subsidios que les permitan sortear la crisis económica.

Sin embargo, sin los agentes de prensa no sería posible la realización de shows, recitales y festivales. Integran ese sector de la industria que no se ve y que no está contemplado por los organismos estatales. Olvidados desde lo formal, los referentes tucumanos y de todo el país se están organizando para visibilizar su trabajo y en procura de soluciones en esta contingencia.

“Entre varios colegas estamos armando la Asociación de Agentes de Prensa -afirma Vero Tolaba-. La iniciativa parte desde Buenos Aires, pero con una intención federal. Estamos en esto desde 2016, y desde 2018 con firmes intenciones de conformar una asociación civil, con una comisión ejecutiva provisoria. Viene muy lento porque siempre estamos ocupadísimos, pero ahora en la emergencia inédita resurge esta iniciativa”.

La necesidad de describir sus tareas para lograr visibilidad aparece como una urgencia. “Somos parte de varios rubros, en la producción de música y de cultura, pero no tenemos voz propia. Nos falta el trabajo de asesoría legal. Lo primero que haremos es redefinir quiénes y qué somos. No es lo mismo un agente de prensa del arte y la cultura que un publicista o un periodista. Sabemos que en el campo de la comunicación muchos cumplimos esos roles, pero al querer abarcarlo todo, nos estamos quitando trabajo nosotros mismos. Un productor que hace prensa nos precariza; un músico que decide prescindir de un agente y hace notas por sí mismo nos quita el empleo; y un periodista que está habilitado para hacer este trabajo, también”, alerta.

Tolaba señala que cada vez son más, pero que le falta una estructura. “Debemos organizarnos para representarnos, empezar a gestionarnos y defender nuestros derechos. Estuvimos censándonos para determinar cuántos somos; tal vez no todos los censados quieran formar parte de la asociación, lo que es válido”, admite.

“Sabemos que los artistas, los productores, los técnicos escénicos, los actores, los músicos están sin trabajo, y queremos también ser reconocidos trabajadores precarizados en emergencia -reclama-. Una vez que se reactive la industria cultural no queremos quedarnos atrás. Para eso hay líneas de diálogo con funcionarios del área de la Cultura. Sabemos que es un camino largo, pero reconocernos nos permitirá ir abriendo paso y conociendo la situación de cada provincia”.

Emergencia: sin ingresos para lo más elemental

La formación de la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura se aceleró en medio de la cuarentena. “Somos un importante eslabón dentro de la industria cultural, nuestra labor también se ha detenido y hoy estamos sin trabajo. Nos encontramos en emergencia; la gran mayoría de trabajadoras y trabajadores no contamos con ingresos para afrontar los gastos más elementales”, advirtieron desde esta entidad.

De la partida también es Gonzalo Soraire (ACV Alma Music), quien calculó que hay unos 500 agentes de prensa en todo el país. “En Tucumán somos cuatro o cinco en capital, y algunos otros en el resto de los municipios. Muchos viven sólo de esto, aunque en mi caso además trabajo como productor y abrí la primera editorial musical en el interior del país, con cuatro músicos que están volcando temas en partituras. Yo puedo tirar uno o dos meses; después no sé, los vencimientos te siguen llegando”, afirma.

Por la cuarentena, sus proyectos se están volcando al plano virtual. “Hay una fantasía de que un productor es alguien que gana mucho, pero no es así para nada. No tengo empleados, aunque indirectamente genero trabajo: boleteros, ballets, artistas, músicos, locutores, técnicos de luces, sonido, pantalla, estudio de grabación, salas de ensayo... Estoy tratando de armar un festival digital; hay que ver cómo se financia. Ya empecé a pedir colaboración y suscripción, a través de la página almamusic.net.ar”, adelanta.

Gabriela Sosa (GEA Producciones) también trata de mantener la actividad. “Convoco a los artistas: estoy haciendo vivos en Facebook con capacitaciones gratuitas mientras dure la cuarentena. En mi agencia trabajo con dos fotógrafas y videístas y lo último que hicimos fueron coberturas de los festivales de verano. Más que nada trabajo en el rubro folclore, pero también con otros géneros musicales”, reconoce.

“Estamos complicados al no haber espectáculos -añade-. Nos reunimos virtualmente para tomar contacto con colegas de todo el país y entre todos ver una solución. No tenemos una organización nacional que nos ampare o que nos ayude”.

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