Argentina: entre Robin Hood y el Sheriff de Nottingham

Argentina: entre Robin Hood y el Sheriff de Nottingham

Por Regina Martinez Riekes. Asesora Financiera.

19 Abril 2020

Del default explícito de Néstor al Default virtual de Alberto

Jueves 16 de abril. Faltan 15 minutos para el cierre de mercado. El ministro Martín Guzmán relata la  Propuesta unilateral de Canje. La deuda es insostenible.  No se llegó a un entendimiento con los bonistas: “Tómala o déjala”, es la lectura final.

¿Fue buena o mala la propuesta? La información pareciera insuficiente para obtener conclusiones. Los mercados, dan su veredicto: “los bonos suben. La propuesta es buena. Seguramente está en los detalles”, señalan desde una mesa de inversiones.

Duros desde el discurso. No tan duros con la Oferta

En este juego de a tres, Argentina, FMI y bonistas, cada cual tiene sus intereses. El FMI,  acreedor privilegiado, busca que Argentina ahorre al menos U$S 50.000 millones, a fines de asegurarse su pago. Los bonistas, mayormente fondos de inversión de buena fe, si bien acompañan, buscan un acuerdo razonable.  Si la reestructuración termina mal, se reservan su derecho a litigar ante la Justicia de EEUU. Finalmente la dirigencia argentina, tiene una doble agenda. El costo de una querella internacional es alto. El mejor ejemplo es Axel Kicillof, que pagó U$S 250 millones, a pesar de las amenazas previas de default. El costo político de estar sin financiamiento externo, sería escalar una crisis económica que desembocaría en una pérdida en las urnas. Si Churchill no pudo vencer en las elecciones a pesar de ganar la Segunda Guerra Mundial, el Peronismo tampoco. El mensaje para su electorado no puede ser este. Por ello señalan que el potencial ahorro que se genere con la reestructuración equivale a 366.663 respiradores o un aumento de 3,2 veces el presupuesto del Ministerio de Salud. ¿De qué potencial ahorro se habla si la deuda es, según el ministro, impagable? Si no hay recursos para pagar la deuda, tampoco lo hay para respiradores o alternativa alguna.

Canje: La Propuesta

La oferta consiste en canjear 21 bonos por papeles con vencimiento 2030, 2036, 2039, 2043, 2047. La mayor reducción pasaría por el recorte de cupones, implicando un ahorro de  U$S 37.900 millones. El costo promedio bajaría de 6,7% a 2,33%. Los intereses se capitalizarían hasta 2022, fecha de primer pago,  a una tasa creciente desde 0,5% hasta 4,75% para el vencimiento más largo.

El principal atractivo de la oferta, está relacionado con la estructura de capital propuesta.  La quita promedio es baja (5,4%) y se “adelantan” pagos. Se reemplazan bonos que mayormente cancelaban capital al vencimiento,  por bonos que lo amortizan en cuotas. La propuesta es interesante para quienes entren con bonos cortos o sean inversores de largo plazo.  Ello explica el rally observado, con subas de hasta un 15%. Los acreedores cuentan con 20 días para dar el “Si” final. La semana que viene sin embargo, será clave. El 22 de abril vencen intereses a partir de lo cual comenzarán a correr los 30 días (período de gracia) antes de que Argentina, de no pagar U$S 500 millones, entre en default.

Y a todo esto, ¿la Economía?

Esta semana, el dólar libre, tocó los 115 pesos, llevando la brecha a máximos históricos. Ello enlentece la liquidación de divisas en el mercado oficial, y por ende, la acumulación de reservas. La política monetaria, sin un ancla nominal, conduce a que toda la emisión de pesos se vaya a activos con reserva de valor, como el dólar. Este mes, al financiamiento al Tesoro Nacional, habrá que agregarle las provincias, con fuertes caídas en la recaudación. La primer llamada de auxilio la hizo el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, al emitir un bono a proveedores como antesala a las temidas cuasimonedas.

Un detalle no menor, es el que advierten desde la Consultora 1816: “legalmente no hay límites a la emisión, ya que bajo el paraguas de la ley de solidaridad, por valuación contable el balance del BCRA pasó de exhibir pérdidas a ganancias”. Sería lógico entonces, que la emisión sea centralizada, evitando que las provincias se vean perjudicadas al emitir cuasimonedas, que seguramente cotizarán con un descuento sobre el peso nacional.

El Coronaimpuesto

A fines de conseguir recursos adicionales para la Corona, el diputado Carlos Heller promueve el “Impuesto a los ricos”. Se aplicaría sobre 12.000 individuos con fortunas mayores a U$S 3 millones, implicando una recaudación estimada de U$S 3.000 millones. Este impuesto intenta colarse en el inconsciente colectivo como una redistribución solidaria de riqueza desde quienes más tienen, hacia quienes más lo necesitan.

Según cuenta la leyenda, Robin Hood, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba por un mundo con Justicia y Equidad. Su principal enemigo sin embargo, no eran los “ricos”, sino era el Sheriff de Nottingham, quien en palabras de Wikipedia “usaba la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se les oponían, es decir, el Estado como ente opresor”. Uruguay lo entiende. Y es por ello que su Presidente señaló: “hoy gravar el capital es amputar la posibilidad a quienes nos van a hacer fuerza para salir de esta crisis. Por eso no lo vamos a hacer”. Esperemos que las autoridades nacionales hagan eco. Evitemos más historias como las del fundador de Mercado Libre. Empresarios que, hartos de Argentina, cruzan el charco y eligen vivir en la tranquilidad del país vecino.

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