Esperan la letra chica, con gran acuerdo político

Esperan la letra chica, con gran acuerdo político

Con respaldo de los gobernadores, el presidente, Alberto Fernández, dijo que el país, a diferencia del 2005, “está en un virtual default”.

EN LA QUINTA DE OLIVOS. El presidente y su ministro de Economía anunciaron la propuesta para los acreedores. presidencia de la nación EN LA QUINTA DE OLIVOS. El presidente y su ministro de Economía anunciaron la propuesta para los acreedores. presidencia de la nación

La foto era esencial. Era la demostración que, detrás de la decisión del presidente, Alberto Fernández, hay un gran acuerdo político nacional. Lo demostró con la presencia de la vicepresidenta, Cristina Fernández (en su reaparición pública). También con la asistencia del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Y con la presencia de la mayoría de los gobernadores de provincias, incluido el tucumano Juan Manzur. Como si eso fuera poco, en la mesa principal se ubicó el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en otro gesto de acompañamiento institucional en tiempos de pandemia del coronavirus.

“Lo que más necesitamos ahora es que, así como estamos unidos contra la pandemia, estemos unidos a la hora de resolver el problema de la deuda”, arrancó el Presidente en un mensaje luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, diera los detalles de la propuesta de reestructuración de la deuda emitida bajo ley extranjera. Y el jefe de Estado continuó: mañana (por hoy) será un día definitorio para la Argentina porque van a saber lo que la Argentina está en condiciones de pagar y cumplir”. El apoyo de todo el arco político nacional es tan fundamental como también conocer la letra chica de la oferta que el Gobierno nacional hará a los bonistas.

Fernández aseguró que la negociación con los acreedores fue llevada adelante “con la misma buena fe” que hubo desde el principio, pese a la pandemia del coronavirus, y reafirmó que la Argentina “no aprovechó esa coyuntura mundial para dilatar la solución al problema”. “A lo que nos estamos comprometiendo hoy es lo que Argentina va a poder cumplir, no estamos firmando cheques en blanco. Fue un trabajo hecho muy a conciencia. Necesitamos que estemos unidos a la hora de responder al tema de la deuda, así como frente al coronavirus”, argumentó.

Detrás de escena

El Presidente insistió con que su gobierno no está dispuesto “a firmar cheques en blanco” frente a la situación que viven los argentinos. En la cumbre de ayer hubo mensajes cargados de dramatismo. Por caso, el jefe de Estado admitió que el país, a diferencia del 2005, “está en un virtual default”, mientras que su ministro de Economía aseguró que Argentina “no puede pagar nada de nada”. #Default se convirtió velozmente en “trending topic” en Twitter, luego de que el Gobierno anunciara su propuesta para reestructurar U$S 66.238 millones de títulos de deuda emitidos bajo legislación extranjera.

Tras el encuentro, el gobernador Manzur afirmó a LA GACETA que existe un fuerte respaldo de todo el arco gubernamental de las provincias (oficialistas y no oficialistas) respecto de la propuesta para los bonistas. “Estamos en el marco de una situación inédita y es rotundo el acompañamiento al anuncio que formuló el Presidente”, indicó Manzur, antes de abordar -en el Aeroparque Jorge Newbery- el avión que lo trasladó y lo trajo desde Buenos Aires, el que usa su par salteño, Gustavo Sáenz. En la aeroestación metropolitana convergieron la mayoría de los mandatarios provinciales. Algunos más preocupados que otros por haber experimentado, en 2002, los efectos de un default (cesación de pagos). Todos coinciden en la necesidad de conocer la letra fina de la oferta a acreedores y, en especial, la reacción de los mercados frente a los anuncios formulados desde la Quinta presidencial de Olivos. De esa propuesta depende gran parte del oxígeno financiero que la Casa Rosada distribuye a los 24 distritos subnacionales. Un default hundiría aún más a las jurisdicciones que emitieron títulos públicos para financiarse. Lo admitió el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés (Juntos por el Cambio, al salir de Olivos. “Argentina hoy tiene inconvenientes en pagar su deuda y hay provincias que también tienen dificultades, donde se combina la cuestión de los salarios, con la de la deuda púbica de las provincias y también de la Nación. Todos tenemos problemas y si a esto le sumamos el coronavirus, estamos en una situación complicada”, dijo.

El cordobés Juan Schiaretti (ausente en la cumbre de ayer por ser considerado dentro del grupo de riesgo), brindó su respaldo al Presidente, vía Twitter. “Apoyo la oferta del gobierno nacional a los acreedores de la deuda externa del país porque es una oferta responsable y sostenible en el tiempo ya que está acorde a la verdadera capacidad de pago de nuestra Argentina”, escribió.

Default más coronavirus

Según el analista político Sergio Berensztein, en un contexto como el actual, a los gobernadores no le queda mucho margen de maniobra que el apoyo a la oferta frente la posibilidad de que el país caiga en una situación similar a la registrada en 2002, por dar alguna referencia histórica reciente.

“A la propuesta hay que esperarla porque, sin conocer los detalles, resulta difícil hacer un juicio de valor”, aclaró el politólogo ante la consulta de LA GACETA. Berensztein indicó que los posibles efectos políticos de estos anuncios dependerán de los resultados. “Si la Argentina le suma al desastre del coronavirus, con una caída similar del PBI similar a la de 2002 y un default, esto puede resultar ser una situación caótica”, acotó.

Además, dijo el analista, el pasado no le ayuda a la Argentina que, a su criterio, “viene de una reversión del desarrollo de siete u ocho décadas; con 10 años de estancamiento y ahora dos años de recesión que ponen a la Argentina en peor situación, que el promedio de los países en toda esta crisis”.

De todas maneras, tanto funcionarios, como gobernadores y analistas, esperan el veredicto que el mercado financiero dará hoy, tras los anuncios en Olivos.

Aviones, en cuarentena

Las dos aeronaves de la provincia están sin operatividad; una de ellas en el exterior

Desde que el Gobierno nacional dispuso la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus, el gobernador Juan Manzur se quedó sin los aviones oficiales. ¿Qué sucedió? La aeronave gubernamental quedó estacionada en Buenos Aires, ya que el piloto de pruebas no pudo regresar desde Estados Unidos. La otra, que es considerada sanitaria, se encuentra en Paraguay. Según pudo establecer LA GACETA, la máquina estaba bajo un control de operatividad, ya que tenían inconvenientes para volar con baja temperatura. “Es una herramienta de trabajo y ahora apelo a la solidaridad de mis pares”, explicó Manzur, que ayer viajó en el avión de Salta y en otras oportunidades lo hizo en el de Santiago del Estero.

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